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Se cumplen 40 años de la última vez que el Barcelona jugó de blanco

BARCELONA -- El FC Barcelona no se plantea, al menos a corto plazo, recuperar el color blanco en sus equipaciones tras conocerse en febrero que rehusó un boceto de Nike en el que proponía confeccionar una playera suplente en la que ese color era el principal.

Considerada una apuesta demasiado arriesgada por el rechazo que pudiera suscitar entre sus aficionados, la directiva de Josep Maria Bartomeu ni se planteó dicha posibilidad, por más que en la historia del club el blanco no fue en el pasado ese color proscrito que hoy se adivina.

Fue hasta hace exactamente 40 años, cuando el Barça lo utilizó sin ningún contratiempo ni polémica para diferenciarse de los rivales cuando jugaba como visitante y, más aún, siendo el partido televisado. En la época, con las transmisiones en blanco y negro, las tonalidades de los uniformes bastaban para utilizar camisetas diferentes a las habituales y el Barça jugó de blanco en no pocas ocasiones. La última, el 7 de marzo de 1979, en Portmand Road y enfrentándose al Ipswich Town en la Recopa de Europa que terminaría levantando dos meses después.

La temporada 1978-79 es recordada en el Barça por la conquista de la Recopa en Basilea (Suiza) que significó el primer gran desplazamiento de masas de su hinchada, que en un número de 30 mil aficionados viajaron a una final en la que se impuso por 4-3 al Fortuna de Dusseldorf alemán. Es leyenda el penalti que falló Rexach, la alineación de Migueli con una clavícula fracturada o Krankl con su esposa en el hospital tras sufrir un grave accidente de tráfico. Épocas en que lograr títulos era una excepción y, por tanto, se celebraban con una pasión desbordada. Otros tiempos.

Y tiempos en los que a nadie le generaba un problema tomar el blanco para sustituir al azulgrana en la camiseta. ¿Lo vestía el Madrid? “y también el Valencia o el Zaragoza... No existía esa visión”, recordó Charly Rexach, alter ego de Johan Cruyff en la dirección del Dream Team pero que antes, entre 1965 y 1981 disputó como futbolista del Barça 449 partidos oficiales, el que más hasta que después le superase Migueli y, ya en los últimos tiempos, los Xavi, Iniesta, Messi, Puyol, Valdés, Busquets y Piqué.

Rexach jugó en muchas ocasiones con la camiseta blanca pero curiosamente no tomó parte de la última vez que el Barça jugó con ella, aquel siete de marzo de 1979 en Inglaterra. Correspondía al partido de ida de los cuartos de final de la extinta Recopa de Europa y enfrentaba al equipo español que dirigía Lucien Muller con el Ipswich Town, campeón de la FA Cup el curso anterior, entrenado por un Bobby Robson que años después dirigiría una temporada al Barça.

Transmitido el partido por Televisión Española, el Ipswich vestía de azul y ello provocó que, como un curso antes en el mismo estadio y en Birmingham ante el Aston Villa, el Barcelona utilizase la habitual segunda equipación de la época, una playera totalmente blanca con pantalón azul.

El Barça ya había vestido de blanco en la Copa de Europa, en San Siro y frente al Milan en 1959, como lo había hecho anteriormente en la Copa de Ferias o lo hizo después también en España, en partidos contra el Pontevedra o el Levante. “No había ningún problema, ninguna discusión y, desde luego, no se decía nada. Era lo normal. Ni se daba importancia al color ni nos sentimos nunca incómodos” confirmó Rexach.

Aquel partido en Portmand Road lo perdió el Barça por 2-1, clasificándose al vencer la vuelta por 1-0... Y nunca más volvió a jugar de blanco. La temporada siguiente estrenó el amarillo con una franja en diagonal azulgrana que, curiosamente, volverá a vestir en la temporada 2019-20. Lo hizo en la Supercopa de Europa que le enfrentó al Nottingham Forest de Brian Clough y a partir de ahí el amarillo, el azul, naranja o verde entre muchas tonalidades fue el utilizado en las segundas equipaciones, ya en tiempos modernos y con un claro objetivo mercantil.

El blanco desapareció de la escena sin que nadie pudiera explicar el momento excto en que pasó a convertirse en un color prohibido a pesar de que en el pasado lo hubieran vestido Samitier, Kubala o Cruyff.

Bueno, desapareció pero no totalmente… Cruyff, siempre muy suyo y capaz de enfrentarse a quien hiciera falta, no vestía el uniforme oficial del club durante su etapa de entrenador. Lucía una camiseta con el escudo del Barça... y de color blanco. Claro que Johan era tan especial que nunca nadie fue capaz de afearle aquella decisión.