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Diego Simeone agarra las riendas de la renovación el Atlético de Madrid

No cabe duda que Diego Simeone es un hombre que se mueve por su instinto de motivación. Es un tipo pasional donde los haya, de esos que son capaces de convencer al más puesto de sus ideas y convertirles en soldados de su ejército de inmediato. Con esa forma de ser, se ganó no sólo convertirse en el mejor entrenador de la historia del Atlético de Madrid, sino que fue capaz además de formar un equipo de leyenda que le seguía a pies juntillas.

Este verano, todo ese trabajo va a saltar por los aires.

La renovación que el entrenador argentino ha llevado a cabo durante los últimos tres años, desde el doloroso episodio de Milán, con la segunda final de Champions League perdida ante el Real Madrid en tres años, sufrirá un terrible parón este verano cuando gran parte del equipo titular del Cholo deje la entidad.

Ya sea por encontrar mejores oportunidades —Lucas Hernández y Antoine Griezmann— o porque la edad también marca las pautas en estas situaciones —Juanfran, Godín y Filipe Luis—, lo cierto es que el once que ponga en liza Simeone al principio de la temporada que viene será muy diferente al que ha venido formando durante los últimos años.

Además de estas cinco bajas confirmadas, Rodri y quizás incluso Saúl también podrían dejar el club, y se mantiene la duda de qué va a ocurrir con Diego Costa.

Con esto, el Cholo tiene muchísimo trabajo por delante, y la difícil tarea de volver a conjuntar a un equipo que sea capaz de convertirse de nuevo en uno de los grandes agitadores del fútbol europeo.

El club rojiblanco ya ha hecho oficial el fichaje del central brasileño Felipe, que llega del FC Porto, desde donde a buen seguro se incorporará también el mexicano Héctor Herrera —termina contrato el 30 de junio y llegaría libre de traspaso— y el lateral izquierdo Alex Telles. Es sólo el comienzo, pero poco a poco Simeone va armando lo que debe ser la nueva espina dorsal de su equipo, donde el fichaje de un atacante como mínimo se convertirá en esencial.

En los últimos días se ha hablado mucho de la posible llegada de la joya portuguesa Joao Felix, que a sus 19 años se ha convertido en un verdadero huracán que ha arrasado Europa con el Benfica. Su cláusula de rescisión es de 120 millones de euros, pero lo más seguro es que el Atlético de Madrid intente negociar una rebaja dadas sus buenas relaciones con el club lisboeta.

Diego Simeone tiene ante sí la difícil tarea de manejar unos recursos económicos espectaculares (más de 200 millones, sólo de las ventas de Griezmann y Lucas) para reformar al equipo. De los entresijos de su círculo más cercano se cuenta que el argentino busca volver a la esencia, recuperar “el grupo”, ese que quizás se debilitó tras la sonada renovación de Antoine Griezmann el año pasado tras su renuncia al FC Barcelona, y alejarse lo más posible de estrellas que pongan en entredicho la ecuanimidad dentro del vestuario.

Simeone prefiere invertir en jugadores que sean capaces de amoldarse a su perfil, pues así su comunicación con el equipo será mucho más directa y sencilla.

No será empresa fácil. Volver a lograr la comunión que tuvo con el equipo entre 2013 y 2016 es la meta y de momento, el técnico ya ha dado sus primeros golpes sobre la mesa. Será un verano largo y nadie mejor que él mismo para intentar volver a crear un equipo que sufra, que sude, que sepa entender sus premisas tácticas y que se deje todo en la cancha.

Un equipo con el ADN del Cholo, al fin de cuentas.