BARCELONA -- El trasplante del hígado de Eric Abidal vuelve a estar en los juzgados. El pasado 8 de noviembre fue citado a declarar Gerard Armand, primo del actual secretario técnico del FC Barcelona y quien repitió que donó parte de su hígado de forma altruista, explicando que todo el protocolo se siguió de acuerdo con la legalidad y quedando el caso a expensas de la declaración a que han sido citados el 22 de este mismo mes el ex presidente del club Sandro Rosell y el propio Eric Abidal.
A la espera de sus declaraciones, tras las que se confía cerrar el caso, Armand concedió una entrevista a El Confidencial en la que mostró su preocupación al conocer la existencia de unas conversaciones telefónicas entre Rosell y su colaborador Juan José Castillo en las que, presuntamente, admitían haber comprado el hígado y haberse inventado que el donante era su primo.
“Yo soy el donante. Su mujer me llamó, en febrero de 2012. Me dijo que Eric no estaba al tanto, y que llamaba porque era urgente y que él rechazaba, de entrada, que el donante fuera una persona viva. Pero luego se puso peor, el tumor crecía y la operación era urgente, así que terminó aceptándolo”, relató en la entrevista Armand, quien, reconociendo que no mantenía relación con Abidal, no dudó en aceptar “porque es humano”.
“Hacía años que no nos veíamos pero me pareció normal. Eric es mi familia, y necesitaba mi hígado para seguir vivo, así que sin dudarlo acepté. Además, en esa época yo no estaba bien, tenía 31 años, estaba soltero, todavía no tenía mujer, y me preguntaba ‘¿para qué estoy aquí?’. Así que cuando ella me llamó, pensé que Dios me había hecho una señal, dándome la posibilidad de hacer algo bueno”, argumentó el primo de Abidal, quien relató que desde la llamada y hasta la operación “todo fue muy rápido”.
“Me hicieron pruebas en el hospital y sé que había dos posibles donantes, un amigo suyo y yo. Y los cirujanos eligieron mi hígado. Todo fue muy rápido. Hice las pruebas en el hospital. Me explicaron los riesgos, cómo me iban a operar, todo eso. Éric estaba en lista de espera. Me habían hecho todas las pruebas y cuando el tumor empezó a crecer, me dijeron que ya no podían esperar. Esperaron hasta el último momento. Los cirujanos dijeron que no se podía esperar más, y que tenían que hacerlo conmigo, y al final se hizo la operación” especificó.
ATÓNITO
Tras explicar que su relación con Abidal fue muy cercana tras la operación, haciendo un viaje toda la familia y admitiendo que con el paso del tiempo ambos volvieron a hacer su vida y, en cierta manera, distanciarse, Armand reconoció sentirse “atónito” cuando supo de las conversaciones entre Rosell y Castillo en que hablaban de la compra del hígado y que su historia era un invento.
“Hace ocho o nueve meses que no tengo noticias suyas. Ya no hablo con él. Lo único que quiero es que se acabe de una vez este asunto, y retomar mi vida con normalidad. No tengo noticias, ni sé si está triste o contento”, aseveró Armand, quien se reconoció “dolido” con su primo porque “lo único que yo quería era un reconocimiento humano por su parte y no me lo dio”.
“Yo soy quien dio el hígado. No entendí nada de nada. Gente de mi familia vino a verme. Estuve mes y medio en el hospital. Y cuando leí que el hígado que recibió Éric no era a lo mejor el mío, me quedé de piedra. Al principio me reía. Pensaba, ¿pero esta gente qué dice? Al leer la noticia pensé que era una barbaridad y después, al cabo de los meses, me hice muchas preguntas. Intenté imaginar todas las posibilidades. No entendía nada… y sigo sin entenderlo. Por eso quiero saber si alguien se lucró con mi donación, con mi cuerpo. Ahora todo tiene que ver con el dinero y esas escuchas. Dicen que alguien ha cobrado y no estoy al tanto de nada” solventó el primo del dirigente azulgrana.
“Yo no recibí nada. No lo hice por ello. Mi abogado vino a verme a Barcelona, y le dije lo mismo que he dicho en el juzgado, que conservo mi viejo coche, trabajo en la misma empresa y ahora mismo estoy inscrito en el archivo de morosos… Si hubiera cobrado ese dinero, habría cambiado de trabajo” resumió, explicando la imposibilidad legal de haber obtenido un pago por ser donante.
“Cuando su mujer me llamó lo primero que me dijo es que no se podía pagarme, ni dar una recompensa porque se consideraba tráfico, ni yo lo hubiera querido, porque Eric es familia, es mi primo, lo hice por mi primo. No he cobrado por esa operación. No he cobrado nada en este asunto” sentenció.
“Quiero lavar mi honor. Es importante” especificó Armand, relatando que además de declarar en el juzgado “me hicieron un escáner para ver si me faltaba el lóbulo del hígado, y un test de ADN para saber si era realmente primo suyo. Lo que quiero ahora solo es llegar al fondo de la verdad. Si existió algo, que se sepa y si no, que se archive. Debe saberse la verdad, para lavar mi honor, como donante. Si alguien se ha lucrado sin yo saberlo, a costa mía, me parece muy grave” proclamó, dejando en el aire la duda que mantiene.
“Con el paso del tiempo creo que puede haber algo. Me gustaría saber qué es. Si no es nada, mejor. Y si hay algo… no sé cómo decirlo, pero espero que Eric no esté al tanto, que no tenga nada que ver con el asunto. Si no, la cosa va a ponerse muy fea. De todas formas, me han citado, van a citar a Eric y van a citar a Sandro Rosell para que den explicaciones sobre las conversaciones” finalizó.