BARCELONA -- El Barcelona ve a Lautaro Martínez como un delantero idóneo para reforzar su delantera pero, según ha sabido ESPN, el club catalán está buscando otras alternativas ya que sabe que el Inter de Milán pedirá más de 100 millones de euros por el argentino.
Los ejecutivos del equipo catalán buscan un delantero que se asemeje lo máximo posible a un Luis Suárez que el próximo mes de enero cumplirá 33 años.
El pasado verano el Barça pagó 120 millones de euros al Atlético de Madrid por Antoine Griezmann con la idea de que el francés pudiese también ejercer como delantero centro. Sin embargo, Ernesto Valverde le ha utilizado casi siempre en la banda izquierda del ataque y en el club ahora entienden que necesitan otro especialista para la posición de 9 que pueda convertirse en el sustituto a largo plazo de Suárez.
En este sentido, en el Barcelona reconocen que Lautaro es el delantero que más gusta junto al versátil (pero a priori también imposible) Kylian Mbappé, y están rastreando el mercado en busca de otras opciones más asequibles porque son conscientes de que la tesorería del club no pasa por su mejor momento.
De esta forma, con el tema Neymar siempre también en el horizonte, fuentes del club reconocen a ESPN que están siguiendo con lupa a una serie de delanteros después de haber elaborado una lista de candidatos “interesante pero no muy larga”.
El área de scouting no sólo sigue el mercado europeo, sino que rastrean también Sudamérica en busca de opciones reales y supuestamente más económicas.
El Barça ha seguido con interés la evolución de Erling Haaland, del Red Bull Salzburg, pero fuentes del club catalán han reconocido a ESPN que la opción del joven atacante noruego está casi descartada porque idealmente buscan un perfil de delantero “diferente” que se asemeje más a Suárez.
En el club siguen a Lautaro desde sus inicios en Racing de Avellaneda y creen que el argentino está demostrando en el Inter que podría cumplir bien ese rol. No obstante, admiten que su fichaje es muy complicado porque los más de 100 millones que pedirán los italianos por su traspaso se consideran “desorbitados”.