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Barça: Mucho por andar y bastante por mejorar

El Barça ganó pero no convenció.

Brilló a ratos, pero como en la época de Valverde, sufrió. Venció con un gol salvador de Messi, como también en la época de Valverde.

Mejoró de entrada en una disposición más móvil, en una ambición dibujada en la presión, y una defensa más avanzada. También, menos poblada y más peligrosa para Ter Stegen. Pero, en general, el nuevo Barça de Setién mostró que tiene mucho por andar y mucho que mejorar. Y en poco tiempo.

En poco tiempo porque más allá del partido de Copa que el miércoles disputará en Ibiza al equipo azulgrana le aguarda el sábado en Mestalla el Valencia, herido tras el 4-1 recibido en Mallorca. Necesitado, además, de recuperar sensaciones y que, igualmente, siempre es un rival de especial peligro para el Barça, más aún en su estadio.

Se esperaba quizá con tanta expectación el debut de Quique Setién como entrenador del campeón que, con el resultado en la mano, quedó cierta sensación de desamparo. De entrada porque, con buen tino, el técnico no revolucionó el once, entregando los galones a los veteranos y manteniendo en el equipo a Arturo Vidal.

Después, también, porque a medida que transcurría el partido descendía la frescura ofensiva del equipo. Y, de salida, porque el choque lo sentenció, a fin de cuentas, el de siempre: Leo Messi.

Hubo tiempo para la ilusión con la entrada, por fin, de Riqui Puig, un tipo que parece tocado por una varita mágica ya que su ingreso en el campo coincidió casi inmediatamente con el gol, comenzado con un robo de balón que protagonizó precisamente el joven canterano.

Y hubo, por encima de todo, tiempo para confirmar que pasa el tiempo y en el fondo sigue mandando el mismo. Messi se metió el partido a las espaldas, jugando de falso nueve, jugando a su aire, combinando, pasando y rematando. Poco fluido en ataque, el Barça acabó agradeciendo una victoria mínima en una noche de la que se esperaba mucho más.