Ezequiel Garay, defensa argentino del Valencia español, se despidió de la afición de su club, con el que acaba contrato este año y por el que no renovará, y negó haber rechazado una oferta de 2,7 millones de euros y no querer continuar en la entidad, tal y como se ha dicho en una campaña que consideró de "desprestigio" hacia su persona.
Así lo indicó en un comunicado leído que difundió a través de su cuenta de Instagram y que concluyó con un "Amunt València", el primero de estas características que ha emitido en dieciséis años de profesional del fútbol y en el que ha decidido aparecer personalmente porque considera que ante este tipo de situaciones "hay que ir de frente".
"No me refiero a los medios de comunicación, que hacen su trabajo. La campaña es de gente de mi club que quiere desacreditarme como profesional y persona. Por eso quiero aclarar las mentiras filtradas sobre mí y comunicar mi decisión como trabajador", añadió.
"Todo sale cuando se filtra que he rechazado una oferta de renovación de 2,7 millones netos de euros y dan a entender que no quiero quedarme. Ambas cosas son falsas", añadió Garay, de 34 años y que encuentra lesionado de gravedad desde el 1 de febrero de este año.
Garay, que cumple su cuarta temporada en el club de Mestalla, explicó que tuvo el año pasado una oferta inferior que se negoció en verano y que en agosto, tras el momento de inestabilidad que se vivió en el Valencia con la destitución del entrenador Marcelino García Toral, le dijeron a su representante que le veían "muy desanimado".
"El 13 de noviembre el club me preguntó a través de Jorge López si quiero renovar. Les digo que sí con una oferta verbal inferior a la publicada y a la espera del contrato. El 7 de enero, en Arabia, el presidente -Anil Murthy- me llama a su habitación y en esa conversación se cambian las condiciones para llegar a un nuevo acuerdo", explicó.
Garay explicó que aparece un nuevo interlocutor, César Sánchez, con quien queda todo paralizado a pesar de que tras la lesión, tanto el entrenador, Albert Celades, como Sánchez, le dicen que tienen intención de que continúe, pero todo queda paralizado.
"El 1 de febrero me lesiono y me operan. Se me solicita que se me pueda dar la baja federativa para firmar a otro jugador y accedo. Pregunto sobre mi renovación, pero hasta hoy no hay nada. Esto es lo que ha sucedido", continuó.
"Como trabajador voy a defender mis derechos, que se han visto alterados por parte del club. Quise colaborar en mi reducción de salario para completar el Erte de los trabajadores, pero el club quería una reducción mayor, una reducción de jornada cuando estaba de baja médica", agregó el internacional argentino.
Afirmó que le da pena haber llegado a este punto y admitió que no querer renovarle es lícito, pero que eso puede ir acompañado del buen entendimiento. "No hace falta acabar mal. Como jugador gustaré más o menos, pero hacer ver que por dinero no me quiero quedar me parece injusto", señaló Garay, quien recordó que para fichar por el Valencia en 2016 rechazó una oferta mayor.
"Siempre he querido quedarme en este club. El Valencia me ha hecho feliz, pero continuar no depende de mí", apostilló el futbolista, quien se consideró "una buena persona y un hombre con corazón que quiere que se sepa la verdad", porque lo que ha ocurrido también le hace daño a su familia.