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Konrad de la Fuente se gana su espacio con los cracks del Barça

BARCELONA -- "Tiene algo especial. Es rápido y corre sin mirar al suelo cuando lleva el balón. Y lo sabe jugar al espacio. Y sabe buscar el espacio...". Son elogios que nacen de un técnico que trabajó con Konrad de la Fuente en la cantera del Barça. Son los elogios, que no se quieren sacar de contexto, que se pretenden dejar de puertas adentro para no exponerlo a una atención mediática desmedida. Pero que descubren que el estadounidense tiene, en efecto, algo especial.

El último sábado, frente al Nàstic de Tarragona, se estrenó con el primer equipo del Barça, nueve años después de su llegada desde Miami, y se convirtió de esta manera en el primer futbolista nacido en Estados Unidos que viste la camiseta del primer equipo. Este miércoles, dos días después de salvarse de la última criba de un Ronald Koeman que envió al filial a Ilaix Moriba y Miranda, disfrutó de otra media hora ante el Girona en la que demostró que el entrenador, como buen holandés, parece tener un ojo clínico con los jóvenes.

En pleno impacto mediático, lógico, de Ansu Fati (ausente por lesión en este inicio de pretemporada), Konrad se ha dejado ver de manera especial. Ante el Girona se gustó y gustó, con una jugada concreta en la que mostró un cambio de ritmo y velocidad endiablada por la banda para dejar atrás al defensor que le marcaba, o lo intentaba, antes de ceder una asistencia magnífica a Pedri, cuyo disparo de primera salvó con los dedos el portero del Girona.

Fue la constatación de que sí, que no es un cualquiera en la cantera del Barça y que se debe entender que el club, por expresa insistencia de los técnicos del fútbol base, discutiera hasta la extenuación la renovación de su contrato allá por el mes de febrero, cuando se temía su marcha seducido por ofertas procedentes de Alemania e Inglaterra.

El Barça apostó fuerte por él y a finales de junio, por fin, le arrancó su renovación hasta 2022, pocos días antes de cumplir los 19 años y quedar libre. La promesa de formar parte del filial con la posibilidad de entrenar en el primer equipo pudo más que la llamada del Hertha de Berlín. Le ganó el deseo de hacerse un hueco en el Camp Nou... Y al cabo de dos meses y medio, como quien no quiere la cosa, su nombre se mezcló con los de Messi, Griezmann, Coutinho, De Jong y demás estrellas a las que ya no debe seguir solo por televisión o ver de lejos.

Konrad no es el primer ciudadano estadounidense que juega en el Barça, pero a diferencia de sus dos antecesores, ya muy lejanos, sí es el primero que nació en Estados Unidos, en Miami un 16 de julio de 2001. A los diez años viajó a Barcelona porque su padre entró a trabajar en el consulado de Haití en la capital catalana y pronto entró a jugar en la Damm, un equipo de fútbol base de la ciudad y hasta que en 2014 fue reclutado por el Barça, empezando en el equipo cadete y ascendiendo hasta su debut en el Barça B en diciembre de 2018.

Se entiende difícil, a la vista de la nómina de atacantes con los que cuenta Koeman, que Konrad de la Fuente se haga un sitio en el primer equipo a corto plazo. Pero sabido es que al entrenador del Barça no le tiembla el pulso a la hora de apostar por jóvenes cuya proyección se traslada de la esperanza al césped. Y este chaval, internacional sub-20 con la selección de Estados Unidos, ha dado el primer paso de una carrera que, quién sabe, podría dar mucho qué hablar.

Augusto Ozores, entre 1914 y 1917, fue el primer ciudadano con pasaporte de Estados Unidos que jugó en el Barça, aunque nació en Puerto Rico. A él le acompañó desde 1916, y permaneciendo en el club hasta 1919, Juan Garchitorena, nacido en Filipinas, protagonista de un caso de pasaportes falsos y que tras dejar España se hizo famoso... como actor de cine en Hollywood con el nombre de Juan Torena.

Un siglo después, se confía, el futuro de Konrad de la Fuente estará vestido de azulgrana y en el Barça, no de galán en Hollywood.