El lateral uruguayo Lucas Olaza podría jugar este domingo contra el Eibar su último partido con la camiseta del Celta de Vigo, que no está dispuesto a pagar a Boca Juniors los cuatro millones fijados en la cláusula obligatoria incluida en el contrato de cesión en caso de que el defensa dispute 20 encuentros durante el presente campeonato liguero.
“Hay una situación particular con Lucas dentro de su contrato. Es una situación diferente, no soy yo quien te puede informar al cien por ciento de esto”, afirmó el entrenador del Celta, Eduardo Coudet, en la rueda de prensa previa al choque contra el conjunto vasco.
El preparador argentino explicó que está “al tanto” de la situación e incluso habló con el jugador sobre el asunto, aunque dejó claro que él no puede “solucionar” el problema porque es “una situación económica” entre los dos clubes.
Coudet, no obstante, confesó que el Celta tendría “un problema” si Olaza acaba saliendo porque, con David Juncá lesionado, se quedarían con un único lateral zurdo, el recién fichado Aarón Martín.
“Es algo que me corre por afuera, no es algo en lo que yo pueda intervenir ni mucho menos. Pero me gustaría que se resuelva lo antes posible, queda una semana de mercado”, avisó el entrenador argentino, quien aclaró que él no pedirá a la dirección deportiva que haga “un esfuerzo” para retener a Olaza.
El pasado verano el todavía lateral del Celta vivió una situación parecida, llegando incluso a despedirse de sus compañeros después de que la entidad gallega no ejecutara la opción de compra sobre sus derechos que concluía el 30 de junio.
Días después, Olaza se unió de nuevo al grupo que entonces dirigía Óscar García Junyent, al llegar el Celta y Boca a un acuerdo para ampliar su cesión, incluyendo en ese nuevo contrato una cláusula que obliga al club presidido por Carlos Mouriño a adquirir los derechos federativos del jugador, previo pago de 4 millones de euros, en caso de jugar 20 partidos.