BARCELONA -- El Barcelona, que desde su derrota en Cádiz el 5 de diciembre cuenta por victorias sus partidos de Liga lejos del Camp Nou, buscará este sábado el octavo triunfo consecutivo a domicilio en Pamplona, enfrentado a un Osasuna que ha tomado aire en el campeonato ganando tres de sus últimos cinco partidos pero que como local apenas ha vencido en dos de los últimos diez... Y que el pasado curso fue capaz de arrancarle un empate (2-2) al equipo catalán, entrenado en aquel momento todavía por Ernesto Valverde.
Superadas las dos pruebas máximas frente al Sevilla FC, relanzado en la Liga con su triunfo en el Sánchez Pizjuán y clasificado para la final de Copa con una remontada épica, el Barça disfruta de su mejor momento de la temporada en el campeonato de la regularidad, habiendo enlazado doce victorias y tres empates en sus últimas quince jornadas, su mejor racha desde hace dos temporadas (sumó 18 triunfos y 5 empates) y que le ha devuelto la esperanza de pelear un título que hace apenas un mes se entendía utópico.
El último partido sin presidente, con el club pendiente de las elecciones que se celebren el domingo, lo afrontará el Barça con las ausencias de Gerard Piqué, lesionado el miércoles contra el Sevilla, y de Ronald Araújo, cuya lesión en el tobillo sigue dando quebraderos de cabeza a un Koeman de quien habrá que ver si apuesta por tercer encuentro consecutivo por su revolucionario sistema de tres centrales para recolocar a Dest y Jordi Alba como carrileros.
De mantener este esquema, el equipo azulgrana estrenaría línea defensiva con Oscar Mingueza, Clement Lenglet y Samuel Umtiti, con el riesgo que ello supondría en caso de algún percance físico pero con la confirmación de que tras no pocas pruebas y variaciones a lo largo de la temporada el entrenador holandés ha encontrado el mejor formato adaptado a un equipo que, mucho más compacto en el centro del campo, ha ofrecido sus mejores resultados.
Pendiente de ese esquema, también se estará de Lionel Messi y Frenkie de Jong, que cargan con cuatro amonestaciones y están a un partido de suspensión. Contando con que la próxima jornada la jugará el Barça en el Camp Nou frente al Huesca, que seguidamente visitará a la Real Sociedad y luego recibirá al Valladolid como previa al Clásico en el Bernabéu ante el Real Madrid habrá que ver cuando les cae esta tarjeta de sanción.
Entendiéndose que ganar es una obligación, a la espera de lo que suceda el domingo en el derbi madrileño que se jugará en el Metropolitano, la victoria en El Sadar se contempla imprescindible en clave barcelonista, manteniendo las excelentes sensaciones de los últimos partidos y pendiente de su viaje a París la próxima semana, donde de no suceder un milagro deberá mostrar su mejor imagen para despedirse, ya con el nuevo presidente en el palco, de la Champions.