BARCELONA -- El Barcelona se mantiene atento al mercado, pendiente de los fichajes que pueda realizar y con el nombre de Erling Haaland siempre en el primer plano por más que su incorporación se entienda muy improbable este verano, y a la vez va solventando cómo agitar una plantilla en la que no son pocos los futbolistas a los que se quiere dar salida.
Si en el verano de 2003, en su estreno como presidente, Joan Laporta impuso una revolución impensable que se llevó por delante a Riquelme, De Boer, Christanval, Geovanni, Enke, Sorín, Mendieta o Dani (este a mediados de la temporada siguiente tras ser apartado de la disciplina del equipo), su segunda etapa la plantea iniciar con otra revolución que no tenga nada que enviadiar a la de 18 años atrás.
En el club están señalados los nombres de Coutinho, Neto y Junior Firpo de manera indiscutible. Pero no son los únicos. A Pjanic, cuya trascendencia ha sido desoladora (13 partidos como titular y solo cinco completos para acumular apenas un 13 por ciento de los minutos totales) se le busca salida, de la misma manera que a Umtiti y sin que sea segura la permanencia de otros casos pendientes de resolución, tanto desde un punto de vista deportivo como económico, con Dembélé en el primer plano.
Philippe Coutinho
Con dos temporadas de contrato por delante y un salario superior a los 25 millones de dólares brutos anuales, el Barça firmaría con los ojos cerrados un traspaso por 50 millones que sin llegar a amortizar el coste de su fichaje en enero de 2018 supondría un alivio en todos los sentidos.
Si ya fue cedido en la temporada 2019-20 al Bayern Munich, de cara a la próxima no se contempla su reingreso en la plantilla, planteándose como mal menor una nueva cesión, aunque el objetivo claro es una venta.
El club ya ha mantenido contactos con su agente, Kia Joorabchian, para encontrarle una salida al brasileño, que sigue recuperándose en su país de la tercera operación de rodilla en los últimos cinco meses, y, representando de alguna manera la figura que protagonizó en su día Riquelme, no entra en los planes deportivos del club a pesar de su indiscutible calidad.
Neto
Fichado al Valencia oficialmente por 26 millones de euros en lo que fue un artilugio contable con su intercambio por Cillessen, el portero brasileño mantiene dos temporadas más de contrato en el Camp Nou pero su propia intención, personal, es abandonar el Barça, donde apenas si ha gozado de minutos a la sombra de un Ter Stegen que desde la llegada de Koeman al banquillo le ha desplazado a la invisibilidad casi absoluta.
Neto ya anunció al club su disposición a marcharse durante el mercado de invierno, lo que rechazó el entrenador, pero el club entiende que con Iñaki Peña y Arnau Tenas tiene cubierta con garantías la suplencia del intocable alemán, por lo que se entiende poco menos que asegurada su marcha a través de un traspaso de bajo coste.
Junior Firpo
Reclutado desde el Betis en el verano de 2019 para competir con Jordi Alba en el lateral izquierdo, el rendimiento del brasileño ha quedado muy lejos de las expectativas. Si en su primera temporada fue titular en 15 partidos, en esta apenas lo ha sido en seis y el área deportiva del club azulgrana le busca una salida que el propio Junior Firpo también pretende.
Relacionado en meses pasados con el Inter de Milán, un traspaso por 12 millones de dólares no provocaría pérdidas en la cuenta de resultados.
Pjanic
El bosnio ha sido un auténtico fiasco. Solo ha completado cinco partidos de los 50 primeros de la temporada y ha quedado fuera, por detrás de Pedri y hasta de Ilaix en los planes del entrenador. Sucede que contablemente (siendo como fue su fichaje una operación de intercambio con Arthur) se pagaron 60 millones por él a la Juventus y por mucho beneficio que hubiera (se ingresaron 72 por Arthur), una venta abocaría una pérdida evidente.
En el Barça, sin embargo, no se cuenta con él y el club le busca un destino a pesar de que desemboque en una pérdida contable. En último caso, como mal menor, apostaría por una cesión... Aunque se desconoce de momento si el propio Pjanic es proclive a abandonar el Camp Nou.
Umtiti
Bajo contrato hasta 2023 pero poco menos que invisible en las tres últimas temporadas por sus interminables problemas físicos en la rodilla, el central francés está también en la lista de prescindibles. Ya amortizado su fichaje, el mayor problema lo representa su alto salario (por encima de los 15 millones de dólares anuales) que difícilmente le mantendría otro club.
De esta manera , para encontrarle salida el Barça podría plantearse una baja incentivada para facilitar la operación, siempre y cuando encontrase un destino del agrado del propio Umtiti.
Braithwaite
El Barça le busca salida pero sabe las dificultades que entrañará tanto convencerle como encontrarle un destino. Fichado al Leganés por cerca de 20 millones de dólares y con tres temporadas más de contrato por delante, el rendimiento del delantero danés no ha sido el esperado y como en el caso de Neto el club está dispuesto a venderle a bajo coste.
Matheus Fernandes
Invisible durante toda la temporada, habiendo participado en apenas 17 minutos durante un partido de Champions ante el Dynamo Kiev, el mediocampista brasileño no entra en los planes del club y en caso de no encontrarle un destino traspasado será cedido.
LAS DUDAS
Hay más jugadores con los que el club se mantiene a la expectativa. El primero de ellos es Ousmane Dembélé. El deseo de la entidad es prolongar su contrato que finaliza en 2022 pero hasta el momento no se ha avanzado en las iniciales conversaciones mantenidas con su representante. En esta situación el Barcelona no descartaría un traspaso para evitar que el francés se marchase sin dejar nada de beneficio dentro de un año.
Antoine Griezmann, por su parte, mantiene la confianza plena en el Camp Nou pero no es del todo intocable. En la situación económica del club si llegase una oferta que fuera del agrado tanto del jugador como del Barcelona se estudiaría la situación, entendiendo que su posible salida provocase un ingreso con el que pudiera llevarse a cabo un fichaje de primer orden. No es probable... Tampoco del todo descartable.
LOS FIJOS
Sergi Roberto está pendiente de renovar su contrato que expira en 2022 y, en un principio, no debería haber problemas para prolongar su permanencia en el club, de la misma forma que se cuenta con Trincao siempre que no llegase una oferta apetecible que se entiende utópica.
A la espera de conocer la decisión final que tome Leo Messi, a quien el Barcelona confía en convencer para que prolongue su contrato, el argentino tiene la consideración de fijo e intocable que comparte con De Jong, Pedri, Ter Stegen, Dest, Araújo, Mingueza, Ansu Fati y los renovados Busquets, Piqué y Jordi Alba.
A ellos hay que sumar el nombre de Ilaix Moriba, con cuyos representantes se debe sentar el club a negociar la renovación de un contrato que finaliza en 2022, y los canteranos Iñaki Peña, Arnau Tenas o Collado, que ya renovó y pasará a formar parte, inicialmente, del primer equipo a partir del verano.