Intensidad, jugadas de gol y un Giorgi Mamardashvili excepcional fueron los condimentos de un empate 1-1 entre Georgia y República Checa que les deja sabor a poco. Ambas cierran el Grupo F, con un punto, tras la segunda fecha de la Eurocopa 2024.
El arquero georgiano evitó que un conjunto checo mucho más profundo llegara a la ventaja y, luego, que se llevara el partido, que se puede volver a verse por Star+ (sólo para Sudamérica).
Pese a la superioridad de República Checa, la primera parte del encuentro finalizó con Georgia 1-0, gracias a un gol de penal de Georges Mikautadze, convalidado por la intervención del VAR. Patrik Schick fue quien puso los números finales, que dejan a ambas selecciones con apenas un punto.
El encuentro fue atrapante desde el pitazo inicial: a los 2 minutos, Mamardashvili tuvo que protagonizar una gran doble atajada y enseguida llegó la respuesta georgiana. Así se planteó el juego. República Checa al ataque, por todo el ancho del campo y Georgia, a esperar la contra, apoyándose principalmente en su estrella Khvicha Kvaratskhelia.
Con el correr de los minutos, el equipo dirigido por Ivan Hašek marcó una diferencia bien clara, convirtiéndo al arquero rival en clara figura, con muchas llegadas y disparos al arco (una diferencia de 12 a 5 en total). Por eso, que los conducidos por Gabriel Sigua se fuera al descanso en ventaja fue un tanto injusto. Y el VAR tuvo incidencia eso, aunque en ambos casos su intervención fue correcta.
A los 21 minutos, Adam Hlozek había marcado lo que iba a ser el 1-0 checo, con una acción accidentada entre el delantero y Mamardashvili: primero el remate del delantero, que pegó en el arquero, el rebote en la cara del atacante, que también golpeó al guardavalla y se fue a la red. Pero luego, la revisión determinó que el balón pegó en el brazo del checo y todo quedó anulado.
Y, a los 45 minutos, Georgia buscaba el tanto de pelota parada, el recurso que más usó, cuando el rival se adueñó de las acciones ofensivas. Tras un córner y el disparo de Václav Cerný, que Jindrich Stanek evitó que fuera gol, el VAR apareció de nuevo para advertir una mano de Robin Hranác (que fue involuntaria, pero ampliaba el volúmen) y el juez concedió el penal para Georgia. Georges Mikautadze fue el encargado de poner el 1-0.
En el tiempo agregado, República Checa estuvo muy cerca de empatar, con su reacción inmediata. No pudo hacerlo en ese primer período y demoró casi 30 minutos más para que Patrik Schick sólo tuviera que empujar la pelota junto al segundo palo, luego del rebote por el disparo al poste de Ondrej Lingr.
Lo que quedó después de ese empate fue un ida y vuelta intenso. Con los checos más claros para atacar y disparar, pero con unos georgianos con bastante más que buena voluntad. Con fútbol y velocidad. Ambos decididos a ganarlo. Lo necesitaban, porque en el debut Georgia había perdido con Turquía y República Checa frente a Portugal.
Lo buscaron hasta el final y el 1-1 terminó dejando sabor a poco a los dos, que ahora quedaron a merced de lo que hagan sus otros compañeros del Grupo F.