Croacia pasó de la euforia al desespero en media hora. Ganaba 2-0 al llegarse a la hora de partido frente a la República Checa cuando de pronto Modric, sonriente pero fastidiado, abandonó el campo lesionado.
Y luego empataron los checos. Y la confianza se desvaneció.
Lo peor, sin embargo, fue la lesión del centrocampista del Real Madrid, que de acuerdo a lo trasladado desde el vestuario croata no estará a punto para cerrar la primera fase ante la Roja.
La selección balcánica, que estaba clasificada para octavos con el 2-0, se jugará no solo la primera plaza frente a España en Burdeos, sino, más aún, la segunda plaza.
De entrada, se supone, los cuatro puntos que suman le darían para ser una de las cuatro mejores terceras.
Mejor jugador en el estreno frente a Turquía, en que decidió con un obús desde fuera del área, la tracendencia de Modric en Croacia se ha demostrado innegociable en los dos primeros encuentros de la Eurocopa, por más que los checos supieron este viernes atarle más en corto.
Pero su presencia ante la selección española en el cierre de grupo se daba por descontado… Hasta que las molestias musculares que le aparecieron durante la prórroga de la final de Champions con el Real Madrid reaparecieron de manera inesperada. “
Hay que cuidarle” aseveró el entrenador croata Ante Cacic. Pero la confianza que existía tras su sustitución, inmediatamente después del 2-0, se convirtió en pánico al final del partido. Y es que Croacia tiembla. Y reza por recuperar a su líder.