<
>

Esto son los posibles efectos del coronavirus en el mercado de transferencias del verano en Europa

Nota del editor: Tor-Kristian Karlsen fue evaluador de futbolistas y ejecutivo deportivo, que se desempeñó como jefe ejecutivo y director deportivo del AS Mónaco. Ha laborado como evaluador y director deportivo para varios clubes en toda Europa y escribirá periódicamente notas sobre el negocio del fútbol para ESPN.

La epidemia del coronavirus ha repercutido en el mundo del fútbol por toda Europa, causando aplazamientos, la celebración de partidos de ligas locales y copas a puerta cerrada y que las prohibiciones sobre los viajes hayan hecho que los equipos no puedan trasladarse a sus citas programadas. También crece la preocupación con respecto a los traspasos y, en forma más inmediata, la logística que involucra la culminación de los distintos torneos 2019-20 a tiempo. Asimismo, existe una legítima posibilidad de que la competición más importante del verano, la Eurocopa 2020, pueda ser pospuesta o reprogramada, tomando en cuenta que está pautada su celebración en 12 países distintos, entre el 12 de junio y el 12 de julio próximos.

Tras bastidores, los clubes futbolísticos están intentando hacer sus operaciones básicas a la hora de evaluar y planificar sus traspasos veraniegos. Las consecuencias de esta epidemia podrían ser significativas. Sin contar con acceso a una cantidad de partidos cada vez mayor en las ligas de mayor renombre, y con el incremento de las dificultades para viajar y presenciar esos partidos en los cuales aún se permite la presencia de espectadores, ¿cómo podrán evaluar apropiadamente a los futbolistas que necesitan con el fin de mejorar sus planteles?

Italia, el primer país europeo cuya vida ha sido sustancialmente alterada por el coronavirus, ya ha estado experimentando una interrupción total de su actividad futbolística (dentro y fuera de la cancha) durante varias semanas. Desde medidas preventivas, tales como la suspensión de partidos juveniles en el norte del país, donde apareció el virus por primera vez, hasta la celebración de partidos en toda la nación a puerta cerrada, llegando incluso a causar que la Federación Italiana de Fútbol considera la suspensión de la Serie A.

Mientras que los apuros de hinchas y jugadores atraen la mayor atención, la evaluación de jugadores también se está viendo seriamente afectada. El Evaluador en Jefe Internacional de uno de los principales clubes del país me dijo lo siguiente: "Ya se han suspendido los partidos juveniles durante varias semanas y ahora todos los juegos de Serie A se han disputado a puerta cerrada; en consecuencia, es imposible asistir. A comienzos de esta crisis, tuvimos problemas a la hora de asignar a algunos de nuestros evaluadores, porque viven en las zonas rojas (áreas infectadas), pero actualmente, con la prohibición general de viajes, está afectando a todos los residentes de Lombardía y áreas circunvecinas".

Al igual que en cualquier otro negocio, la prohibición absoluta sobre los viajes también ha dificultado la programación de reuniones para definir estrategias deportivas y de evaluación de jugadores tanto dentro como fuera del país y eso, en una industria que depende muchísimo de las relaciones personales y en la cual se toman decisiones clave en reuniones "cara a cara", las videoconferencias representan una alternativa muy poco satisfactoria. Ésta sigue siendo una cultura de reuniones clandestinas dentro de hoteles para definir detalles contractuales: algo mucho más difícil de hacer por Skype.

Adicionalmente, las operaciones de evaluación deportiva están, progresivamente, llegando al punto del estancamiento.

"Durante las últimas dos semanas, solo hemos enviado a nuestra gente a partidos a los cuales se puede acceder por auto, como lo son Marsella, Mónaco y Niza", prosigue mi contacto, "pero hoy en día, a medida que cada vez más ligas europeas cierran el acceso total a los partidos, hace que cualquier plan de viaje pierda sentido".

Cuando se le preguntó sobre los viajes a Suramérica, que usualmente representan un punto alto de la agenda para los principales clubes de toda Europa, especialmente en esta época del año, cuando las ligas locales y torneos continentales, aún en desarrollo y que llegan a su punto álgido, me responde: "Nos sentimos reacios a enviar a cualquiera a tomar vuelos internacionales. A medida que el virus sigue esparciéndose, no podemos estar seguros de que nuestros evaluadores podrán volver, porque los calendarios de viaje siguen siendo objeto de cambios a diario y no podemos garantizar la seguridad en general de nuestros empleados".

El criterio del jefe evaluador del club italiano consultado por mí es compartido por un colega, que labora para un club francés dominante. "Nuestro problema principal radica en que actualmente solo podemos hacer planes de forma semanal", me explica. "Bajo las circunstancias normales, pautaríamos nuestra agenda con meses de anticipación, llegando incluso a reservar con antelación vuelos y hoteles en ciertos casos. Ahora, ni siquiera sabemos lo que nos depararán los próximos días".

Enfatizando el hecho que los evaluadores siguen viajando activamente por toda Europa, el ejecutivo del equipo francés prosigue: "Estamos haciendo seguimiento a las ligas que se mantienen abiertas al público. De hecho, eso nos da la oportunidad de viajar a países que usualmente no son prioridad en la agenda. Algunos de los evaluadores no están muy dispuestos a viajar en las circunstancias actuales, pero son profesionales y lo hacen, de todos modos". Entonces, es probable que ligas tales como las ubicadas en el Este de Europa y África del Norte reciban mayor atención de lo usual, lo cual podría aportar ciertos beneficios para territorios que no están de moda y son usualmente ignorados por el circuito de evaluadores.

A medida que las principales actividades de evaluación de jugadores se encuentran actualmente haciendo la transición a la pantalla (prácticamente todos los clubes de fútbol profesional se encuentran conectados, al menos, a uno de los dos principales servicios de streaming de video, InstatScout y WyScout, que proporcionan videos de los todos los principales partidos de liga a nivel mundial), la imposibilidad de hacer revisiones finales sobre posibles objetivos de traspasos en persona está a punto de crear severos dolores de cabeza para los distintos equipos. Varios personeros con quienes conversé hicieron mención a los mismos problemas: si bien los tentativos fichajes veraniegos que serían objeto de negociaciones al abrirse la ventana de traspasos del 01 de julio ya han sido vistos en persona por los evaluadores senior, no es sino hasta el final de la temporada cuando los verdaderos encargados de tomar decisiones (tales como directores deportivos, entrenadores jefe o incluso jefes ejecutivos y propietarios) vuelan para hacer sus evaluaciones finales. Con cláusulas de traspaso que frecuentemente superan los $100 millones, el firmar jugadores basándose únicamente en evidencias de videos es imposible de plantear.

El dilema que enfrenta un ejecutivo de un club de alta jerarquía será conocido para sus colegas. "Ya hemos sostenido nuestras primeras reuniones internas con respecto a cómo lidiar con el mercado de traspasos de verano si persiste la epidemia del coronavirus. Cuando presentamos a un probable objetivo de fichaje a la junta directiva, entregamos un informe con muchas páginas, que contiene informes de evaluación y análisis de personalidad, al igual que información detallada en lo estadístico y basándose en el análisis. Si hoy en día nos enfrentamos a una prohibición de viajes y estadios inaccesibles por un periodo indefinido, confrontaremos retos en el futuro".

"El aspecto de la evaluación en vivo, especialmente las observaciones recientes, sopesan fuertemente en el proceso final de toma de decisiones. Y esa evaluación más profunda del carácter de un jugador es algo que usualmente finaliza en los meses previos al venidero periodo de traspasos. En este momento, no hay nada por definir, pero debemos intentar estar preparados de la mejor forma posible".

Eso podría significar que los clubes se vean obligados a repensar su estrategia de fichajes con el único objetivo de responder a las probables incertidumbres. Mientras los fichajes cuantiosos de alto perfil que podrían verse afectados serán los que acaparen titulares, la mayor parte de la actividad de evaluación opera bajo principios similares, analizando videos y evaluando en persona, lo cual significa que existe el potencial para que cualquier fichaje entre clubes de distintos países se vea afectado.

¿Veremos a los clubes buscar fichar una mayor cantidad de jugadores de sus ligas locales, en vez de arriesgarse a desembolsar una fortuna para hacerse con una opción extranjera evaluada a medias? De ser así, será fascinante ver los efectos potenciales que esta situación ejercerá sobre la cotización de cláusulas de traspaso: es probable que los precios se vean inflados a fin de reflejar la situación del mercado local restringido y de menor riesgo, sin mencionar la reticencia por parte de los clubes a vender a sus rivales locales y directos. En lo que respecta a esos equipos que dependen del desarrollo de jugadores y sus respectivas ventas para sobrevivir, ¿cómo pueden manejarse ante la posibilidad de un mercado global que súbitamente cierre sus puertas?

Es evidente que los involucrados en el mercado de fichajes deberán tomar algunas decisiones complicadas en el futuro inmediato y ya se encuentran sopesando los peores escenarios que podrían complicar las cosas aún más. Mientras nos preocupamos por terminar la temporada 2019-20 por toda Europa, ¿podemos asegurarnos de que la próxima campaña podrá comenzar a tiempo? Sin tener certeza alguna de cuánto podrá durar esta crisis, ¿los clubes empezarán a dudar antes de invertir millones para sumar a unas nóminas ya abultadas cuando quizás sus nuevos fichajes se verán en la incapacidad de disputar partidos durante varias semanas e incluso meses?

Es evidente que el mundo del fútbol y el mercado de traspasos son demasiado vulnerables a los efectos del coronavirus y que si esta situación continua o incluso sigue escalando, podríamos tener un verano bastante interesante.