La Liga de Fútbol Profesional (LFP) de Francia decidió este miércoles no imponer ninguna sanción al brasileño Neymar ni al español Álvaro González al considerar que no tiene pruebas suficientes que apoyen las acusaciones mutuas de insultos racistas.
La Comisión de Disciplina de la LFP explicó en un comunicado que "no dispone de elementos de prueba suficientes que le permitan establecer" que esos insultos se produjeron.
La Comisión no se pronunció sobre los posibles insultos racistas de Neymar al jugador japonés del Marsella Hiroki Sakai, a quien según las imágenes pudo llamarle "chino de mierda".
Los miembros de este órgano escucharon la versión de Neymar y González sobre lo ocurrido en el partido de liga del pasado 13 de septiembre entre el Olympique de Marsella (OM) y el París Saint Germain (PSG) antes de tomar su decisión.
Se trataba de determinar si uno y otro se habían cruzado insultos "de carácter discriminatorio". De haber sido considerados culpables, corrían el riesgo de recibir un castigo de diez partidos sin jugar cada uno.
La estrella del PSG, que ya fue sancionado con una suspensión de dos partidos por haber abofeteado a Álvaro González en ese encuentro (que ganó el Marsella), afirmó que el jugador español le había llamado "mono hijo de puta".
González ha negado repetidamente haber hecho ese comentario y un tío suyo afirmó a un canal de televisión español que en realidad le llamó "bobo", que suena parecido pero que tiene un significado muy diferente.
En paralelo, se dijo que Neymar había proferido injurias homófobas al español del Marsella.
El encuentro estuvo plagado de incidentes y acabó con cinco expulsados.
Además de Neymar, también han sido sancionados por los altercados de ese día los franceses Layvin Kurzawa (PSG, seis partidos) y Jordan Amavi (OM, tres partidos) por su agresión mutua; el argentino Ángel Di María (PSG, cuatro partidos) por haber escupido a González; el también argentino Leandro Paredes (PSG, tres partidos); y su compatriota Darío Benedetto (OM, un partido).