En las próximas décadas y quizás por el resto de los tiempos, los nuevos futbolistas saldrán a la cancha con una íntima obsesión: seguir el paso de Lionel Messi, el hombre que marcó su época. El rosarino ya es uno de los más grandes artilleros de la historia del fútbol y buscará hacer aún más grande su leyenda con la camiseta de PSG, en un país que ya sabe bien lo que es ver argentinos romper redes.
Aunque nombres como Carlos Bianchi y Marcelo Gallardo tienen más brillo, el máximo anotador de todos los tiempos en el fútbol francés fue Delio Onnis, un nombre menos recordado en Argentina pero muy valorado en la tierra que hoy pisa Messi. Allí ostenta desde los años ochenta el récord goleador.
Onnis nació en Italia, en 1948, pero cuando tenía tres años desembarcó con sus padres en la Argentina, y aquí se crío y aprendió a jugar al fútbol. Empezó en las inferiores de Almagro, llegó a jugar en la B y en 1968 pasó a Gimnasia y Esgrima de La Plata. Allí debutó en Primera y fue sensación, con 53 goles en 95 partidos.
En 1971, un grupo de dirigentes del Stade de Reims de Francia viajó a Buenos Aires con el objetivo de contratar a Alfredo El Mono Obberti, el goleador de Los Andes y Newell’s. La operación estaba virtualmente concretada, pero a último momento la esposa de Obberti no quiso viajar y se frustró la transferencia. Entonces fueron por Onnis. El delantero aceptó y se quedó a vivir en Francia para siempre.
En sus primeras dos temporadas (71-72 y 72-73) el musculoso número nueve marcó 39 goles para el Reims. Después pasó al Mónaco donde jugó siete temporadas, se consagró dos veces goleador del torneo, ganó una Liga (77-78), convirtió 157 goles y estuvo a punto de ganar el Balón de Oro.
Onnis era un delantero opuesto al número 30 del plantel parisino actual. No tenía una técnica exquisita ni era un gran gambeteador, ni era especialmente rápido. Pero era una máquina de hacer goles y en el principado fue ídolo. Todos los años a final del campeonato, los hinchas juntaban firmas para pedirle al príncipe Rainiero por la renovación de su contrato.
Entre 1980 y 1983 jugó en el Tours FC, un club muy chico donde se consagró dos veces goleador marcando en total 64 goles. Finalmente pasó al Sporting Toulon, club en el que se retiraría del fútbol en 1986 después de marcar sus últimos 39 tantos y ser una vez más el goleador del torneo.
Durante 10 años, entre 1974 y 1984, Delio Onnis y Carlos Bianchi se repartieron, cinco veces cada uno, el título de goleador del fútbol galo.
Onnis es todavía, el máximo anotador de la historia de la Liga de Francia con 299 goles, 121 menos que los que anotó Messi en la Liga de España. A los 34 años, el rosarino llega con la plena ambición de emular al menos alguna temporada de Onnis para así agigantar aún más su leyenda.