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Javier Estrada, la nueva promesa de Municipal, y la historia del partido de la Feria de Chicacao

La nueva promesa de Municipal llega procedente de Deportivo Suchitepéquez

GUATEMALA -- Cuando Javier Alexander Estrada fue invitado a participar en un partido de la feria de su pueblo, jamás imaginó que sería el juego que le daría un giro a su vida. Tenía 15 años. La ‘chamusca’ entre un combinado de jugadores ex Liga Nacional y un equipo local fue el boleto a lo que vive ahora. Recién fue anunciado como nuevo jugador de Municipal, el equipo más ganador de títulos en Guatemala (31).

Llega a la casa roja con 19 años, zurdo nato, de complexión delgada, con una facilidad de palabra que denota formación. Su relato es fluido, charla con confianza. Han pasado horas desde que se concretó su vinculación, la emoción todavía es transmitible.

“Es algo que no me lo creía. Que te digan qué Municipal está peleando por vos es satisfactorio. Para eso trabaja uno, para ir superándose. Estoy muy contento, sabía que podía lograrlo. Mi familia esta muy feliz, todo el esfuerzo que ellos hicieron ahora se está reflejando”.

Estrada Hidalgo nació el 18 de diciembre del 2001 en Chicacao, Suchitepéquez, a unos 45 minutos de Mazatenango, la cabecera departamental del departamento sureño. Desde chico ha sido amante de los deportes, su familia es futbolera. Cuenta que siempre participó en los torneos interescolares.

Justo para su cumpleaños número 15 fue invitado a jugar en el partido estelar de la Feria de Chicacao. Hizo un gran juego y al final el árbitro se le acercó para invitarlo a formar parte de la categoría sub-20 de Deportivo Suchitepéquez, en ese entonces militante de la Liga Nacional.

El juez era Porfirio García, entrenador del equipo especial de ‘los Venados’. “Yo ni siquiera sabía que el árbitro que pitaba el partido era técnico, tal vez si lo hubiera sabido me hubiera puesto nervioso”.

Meses antes, Estrada ya había ido a hacer pruebas a Suchitepéquez. “Había como 200 patojos, pasé todas las pruebas y me quedé en la sub-15”. Así que el técnico de la sub-20 habló con su colega de inferiores y con 16 años el joven de Chicacao ya estaba a un peldaño del equipo profesional.

No tardó mucho en ser promovido. “Jugué varios partidos y el profe Walter Claverí me subió al equipo mayor. Después de eso ya no entrené en inferiores, solo bajaba a jugar algunos partidos en sub-20 y sub-17”, recuerda.

El debut

Lo mejor estaba por venir. Estrada debutó en Liga Nacional a los 16 años, un año después de aquel partido en la Feria. Eduardo Méndez recién asumía como el técnico, jugó ante Cobán Imperial, Marquense y Petapa. “En la semana de mi debut yo tenía que estar miércoles y jueves en el colegio porque había exámenes del Ministerio de Educación. No podía faltar. Yo no quería ir a estudiar porque el jueves se hacía fútbol y quería mostrarme ante el nuevo entrenador; sentía que podía estar en el once titular”.

“Mis papás me dijeron que tenía que ir al colegio, pedí permiso en el equipo. Fueron días feos en la clase. No quería estar ahí. El viernes no quería ir al entreno, estaba frustrado y tenía miedo que me regañaran. Fue todo lo contrario, el profe Méndez me habló, me dijo que no tuviera pena y que quería verme. Jugué el interescuadras y el domingo debuté. Mis papás me dijeron que era la recompensa”.

Las buenas noticias no dejaron de llegar. Javier Estrada fue convocado al proceso sub-20 de Selección Nacional. Era el más joven de la camada. Con la Bicolor se consagró campeón del Torneo Sub-19 UNCAF FIFA FORWARD 2018. Hizo todo lo posible para asistir al Premundial de 2019, pero una lesión de tobillo lo alejó del sueño. Para ese momento el argentino Sebastián Bini, técnico rojo, ya había preguntado por él.

Dos años después se ha concretado la negociación. Suchitepéquez, una de las canteras que más talento impulsa vuelve a promover talento. “Cualquiera quisiera jugar en el equipo de su departamento. No me importó los años que pudiera estar ahí, era una emoción tan grande jugar ahí, mi hermano (Álvaro) también estuvo en el equipo. Estoy agradecido con Dios y con mi familia porque, a veces, fue complicado. Todos sabemos que, a veces, en las fuerzas básicas no tienen los recursos para mantenerse bien”.

Centrado y sin temor a que le quede grande el reto, Javier asume con responsabilidad la nueva prueba en su carrera y espera hacerlo bien. “La verdad vengo muy consciente. Desde que me hablaron yo sabía a lo que venía. Sé que en Municipal hay buenos jugadores. Espero poder consolidarme, poderme mostrarme y sumar para lograr objetivos muy importantes”.

“Sé que será difícil tener minutos, pero yo creo en mí, creo en mi capacidad y quiero consolidarme en el equipo. Estoy muy consciente que puedo hacer las cosas bien”. El joven futbolista ya se ha despedido de sus padres y se ha instalado en Guatemala. Es momento de pelear por un puesto en Municipal.