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Anderson Ortíz, el diamante de San Cristóbal Acasaguastlán que se pule en Guastatoya

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Los inicios de Ortíz en San Cristóbal Acasaguastlán (1:41)

El futbolista guatemalteco recordó sus primeras 'chamuscas' en Estancia de la Virgen. Ahora disfruta de jugar en Liga Nacional con Guastatoya y de ser llamado a la Selección Nacional. (1:41)

El joven mediocampista inició en El Jícaro, de la Tercera División, y ya ostenta dos títulos con los Pecho Amarillo

Cuatro años atrás la vida de Anderson Ortíz transcurría como la de cualquier otro adolescente en la aldea Estancia de la Virgen, del municipio de San Cristóbal Acasaguastlán, en El Progreso. Iba al colegio, hacía tareas por la tarde, jugaba al fútbol con sus amigos en las calles del barrio y hacía parte de los equipos de la localidad para participar en torneos junto a su padre, ‘el Shera’ mayor.

Ahora es uno de los prospectos con mejor proyección en el fútbol guatemalteco. Recién se consagró campeón de Liga Nacional con Deportivo Guastatoya, en un torneo Apertura 2020 en el que recibió su primer llamado a la Selección de Guatemala. Con los Pecho Amarillo también logró el título en la categoría especial (sub-20), en el Apertura 2019.

Anderson Edgar Josué Ortíz Falla, de 19 años, debutó con Guastatoya el 20 de octubre del 2019, en un partido ante Deportivo Mixco, por la jornada 13 del Torneo Apertura. Desde entonces suma 24 apariciones, 16 de ellas el torneo anterior y tres en las primeras tres fechas del Clausura 2021. En su cuenta ya aparecen dos goles.

Sus números reflejan el buen momento que vive y su desempeño en la cancha ilusiona. Es de aquellos jugadores habilidosos, que saben con el balón, privilegiado con la sagacidad y encarador por naturaleza. Gusta de arrancar por las bandas y enfilarse a la portería, en el 1 contra 1 ha dejado mal parado a más de algún defensa.

Con el fútbol de Neymar

Es admirador de Neymar, se identifica con su fútbol. Pasa el tiempo con videojuegos y tiene dos hermanos menores. Apunta alto y lo que más quiere es que su familia se sienta orgullosa de él, poner el nombre de su municipio y el de su país en alto, así lo cuenta en una charla con ESPN Digital.

“Uno siempre quiere más, ya salí campeón y eso es genial, pero no he cumplido mi sueño de jugar en el extranjero. Quiero representar internacionalmente a Guatemala. Sé que es paso a paso y que tengo que dar lo mejor de mí en cada entreno, en cada partido. Ahora quiero seguir jugando con mi club y cosechar todos los títulos que sea posible, sin dejar de ver más allá”.

De títulos con Guastatoya sabe. “Desde que yo tomé la decisión de venir a este equipo tenía la ilusión de salir campeón. Sabía que lo podíamos lograr porque han demostrado ser un gran equipo”.

“Nunca en mi vida había sido campeón, nunca había tenido un trofeo en mis manos. Salí campeón con la especial y fue emocionante, fue una felicidad enorme. Ahora hacerlo con el equipo mayor es aún más increíble. Lo miraba en la tele y decía que algún día quería estar ahí. Son sueños que se cumplen, se refleja el esfuerzo y el sacrificio. Ver feliz a mi familia no tiene precio, siempre lo recordaré”, cuenta Ortíz al hablar del último campeonato guastatoyano conseguido hace unas semanas.

El Jícaro

Todo ha pasado muy rápido en la prematura carrera de Anderson. Apenas a mediados de 2018 dio el salto al fútbol federado. “Nunca creí que fuera a lograr dos títulos, de niño solo quería divertirme y ser feliz. Acá en mi pueblo la gente es muy apasionada al fútbol. Yo jugaba en un equipo de grandes con mi papá, ahí me vieron los directivos del Jícaro y me llevaron”. Tenía 16 años.

El Club Deportivo Jícaro era un equipo de la Tercera División, la cuarta categoría en el balompié profesional de Guatemala. “Tuvimos unos partidos de fogueo ante la especial de Guastatoya y el profe Fredy Sontay me vio. Me invitó al equipo, pero los dirigentes del Jícaro no me dejaron ir porque apenas estaba llegando al equipo, entonces tuve que esperar”.

“Pasé un año y medio en el Jícaro, pero siempre seguía a Guastatoya. Cuando terminé mi contrato le escribí al profe Sontay y me dijo que él ya no dirigía a la especial, pero que llegara a hacer pruebas. Estaba el profe ‘Chino’ Salazar, me vio y me quedé”.

Con 17 años fue directo a la categoría sub-20 y poco tardó en ser promovido al equipo mayor por el entonces técnico Fabricio Benítez. “Creo que estaba pasando un buen momento y traté de aprovecharlo de la mejor manera”.

Para mí Guastatoya significa mucho. Me han apoyado y estoy muy agradecido con ellos, es en donde me formé y donde he logrado muchas cosas. Estoy agradecido con mis compañeros y con la afición, que me ha regalado su cariño”.

No olvida los días en los que combinaba entrenos con estudios, se graduó de Bachiller en Educación. Ahora apuesta por el fútbol. El joven que iba en bus de San Cristóbal Acasaguastlán a Guastatoya ha crecido, sigue madurando y promete esforzarse para en un futuro no muy lejano dar el salto al extranjero.