En la entrada de la sala de prensa de Carrington, la ciudad deportiva del Manchester United, hay un pequeño mural con los ganadores del premio al mejor canterano del año. Ryan Giggs y Paul Scholes figuran en la lista de galardonados, pero la foto principal, la que decora el centro del muro, es para el último ganador, para el madrileño Alejandro Garnacho.
Alejandro Garnacho tiene un descaro al alcance de muy pocos futbolistas. Sobre todo a su edad. Con 18 años, este joven madrileño ya es la gran sensación de la Premier League esta temporada: por su desborde, su electricidad, una capacidad anotadora que empieza a asomar y por su carácter de estrella.
"Es muy bueno", dijo Erik Ten Hag de él. "No hay muchos jugadores que puedan encarar a un rival y regatearle. Tiene mucha energía, es rápido y puede seguir así", añadió.
Todo ello con el pelo teñido de blanco, a lo Paul Gascoigne, un 'look' que mostró antes del duelo contra el Barcelona, en el que sabía que todos los ojos del fútbol iban a estar puestos en él.
Pero su impacto no se reduce solo al terreno de juego. Una vez acabado el partido tiñó ese descaro de burla. Se llevó los dedos a los ojos e imitó la celebración de Pedri, que ese día no pudo estar en el terreno de juego por sanción. Además, subió la foto a sus redes sociales y la acompañó de un texto: "Pasó el equipo grande".
En la final de la Copa de la Liga no tuvo protagonismo en el partido, pero sí después de él, cuando se enfundó la bandera de Argentina, dejando clara cuál es su elección a la hora de representar a una selección. Garnacho, nacido en Madrid, puede elegir entre España o Argentina, de donde es su madre.
Su crecimiento en Madrid le hizo pasar por las categorías inferiores del Getafe y del Atlético Madrid, del que salió en octubre de 2020 atraído por los ojeadores del Manchester United.
Con 16 años, Garnacho se incorporó a los juveniles del club inglés y empezó a dar pasos en su trayectoria. En su primera temporada marcó 7 goles en 18 partidos con el sub-18 del United y en octubre se estrenó con las inferiores de la selección española. Jugó tres amistosos, ante Turquía, Rumanía y Portugal, bajo las órdenes de Pablo Amo, ahora en el cuerpo técnico de Luis de la Fuente en la absoluta.
Sin embargo, Garnacho decidió a comienzos de 2022 dar el paso con Argentina y empezar a jugar con la Albiceleste Sub 20, con la que disputó cinco encuentros, además de ser incluido en una lista previa con la absoluta y quedarse muy cerca de ir al pasado Mundial de Qatar.
Su explosión definitiva como promesa fue la temporada pasada, cuando marcó dos goles en la final de la Copa de Inglaterra juvenil en Old Trafford. Garnacho marcó siete tantos en seis partidos y le dio ese título por primera vez al United en una década.
A finales de temporada disfrutó de sus primeros minutos con el primer equipo y las lágrimas de su familia desde la grada demostraban lo que significaba eso para todos ellos. Apenas jugó más de diez minutos entre dos encuentros, pero Garnacho empezó a ser un habitual en los entrenamientos durante el verano y, pese a algún toque de atención de Ten Hag por su comportamiento, ya es un habitual en las alineaciones.
Ahora contribuye con goles importantes. Marcó el del triunfo contra la Real Sociedad, el Fulham y el West Ham United, además de sellar el partido contra el Leeds United.
Con un contrato que vence en año y medio y que lo coloca entre los peores pagados del plantel, en los próximos días Garnacho firmará una ampliación que mejorará sus condiciones y que le atará a Old Trafford durante los años venideros. Un movimiento inteligente por parte de un club que sabe que tiene entre sus manos a uno de los mayores talentos del futuro.