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La historia tras la salida de Graham Potter del Chelsea luego de siete meses como técnico

LONDRES -- Se suponía que la llegada de Graham Potter al Chelsea en septiembre pasado era el preludio de una nueva era de estabilidad en el club tras un periodo de turbulencia sin precedentes. Al contrario, ahora los copropietarios Todd Boehly y Behdad Eghbali (que representa a la firma de capital privado Clearlake Capital) buscan a un nuevo entrenador menos de siete meses después de hacer su primera contratación en la dirección técnica.

El desorden empezó en febrero pasado, cuando el entonces dueño Roman Abramovich anunció su intención de traspasar el control del club a sus administradores. Fue una medida preventiva que no logró evitar que el gobierno del Reino Unido sancionara a Abramovich por sus presuntos nexos con el presidente ruso Vladimir Putin. Luego del estallido de la guerra en Ucrania, esto forzó la venta del Chelsea, marcando el inicio de varios meses de vorágine.

Boehly y Eghbali completaron su adquisición por £2.500 millones a fines de mayo. A pesar de ello, las tensiones persistieron: las relaciones con el técnico Thomas Tuchel se complicaron rápidamente durante un verano frenético durante el cual el club invirtió £270 millones en fichajes de jugadores, el segundo desembolso más importante de la historia para cualquier equipo en un mismo mercado de fichajes.

Tuchel fue despedido menos de una semana después del cierre del mercado luego de una auditoría interna de 100 días llevada a cabo por Boehly y Eghbali, en la que se analizaron todos los aspectos del club. El fichaje de Potter fue identificado como una jugada progresista e innovadora, con la intención de que asumiera el liderazgo de una estrategia a largo plazo. Su llegada tras dejar el banquillo del Brighton & Hove Albion fue veloz, oficializada apenas 24 horas después de la salida de Tuchel.

Este domingo, Potter fue cesanteado luego de pasar menos de siete meses en el puesto, ganando 12 de sus 31 partidos a cargo de los Blues. ¿Dónde falló todo?


En muchos aspectos, Potter era lo opuesto de Tuchel. Los cínicos podrían argumentar que ese era el caso en cuanto a jerarquía: Tuchel es ganador de la Champions League y alzó trofeos con Borussia Dortmund y Paris Saint-Germain. Los momentos más destacados de la carrera de Potter incluyen ganar la Copa de Suecia y conseguir tres ascensos en cinco temporadas con el club sueco Ostersunds, antes de asumir la dirección técnica del Brighton y llevarlo a la mitad alta de la tabla de Premier League. Esto último, a pesar de que no cuenta con la notoriedad de los logros de Tuchel, no es hazaña menor.

Boehly y Eghbali también percibieron algunos contrastes que fueron de su agrado. Entre los motivos que provocaron la salida de Tuchel se encuentra la ruptura de las comunicaciones entre dueños y entrenador.

Varias fuentes han indicado a ESPN que Tuchel no mostraba mucho interés en lo que consideraba como micro gestión desde la zona noble de Stamford Bridge, resistiéndose a los deseos de sostener discusiones diarias sobre el estado del equipo.

De la misma forma, Tuchel se sentía frustrado al ver que su influencia sobre la política de fichajes del club se vería disminuida por la nueva estructura impuesta por encima de él. Hubo desacuerdos sobre los objetivos del Chelsea en el mercado de fichajes. Probablemente, el caso más sonado es la resistencia de Tuchel a aceptar la adquisición de Cristiano Ronaldo, que entonces jugaba con el Manchester United, a pesar de las reiteradas propuestas de Boehly.

Varias fuentes indican que Tuchel esperaba su salida durante la pretemporada. Sin embargo, su partida se oficializó seis días después del cierre del mercado de verano.

Boehly y Eghbali buscaron a Potter, en parte porque creían que es un excelente comunicador, más adecuado para trabajar dentro del esquema que estaban implementando. Actualmente, el Chelsea cuenta con Paul Winstanley y Laurence Stewart compartiendo la dirección deportiva del club, junto con el director técnico Christopher Vivell, Joe Shields, Kyle Macauley y Jim Fraser, responsables de la gestión y reclutamiento de talentos. Potter conoce a Winstanley desde el ciclo en el que ambos trabajaron juntos en el Brighton. Laboró con Macaulay durante 10 años entre Ostersunds, Swansea City y Brighton.

Mientras que Tuchel no tenía mucho interés en temas distintos a entrenar y recomendar jugadores, Potter (47) estaba preparado para invertir más tiempo en ayudar a fortalecer esta coalición. Quizás también marcó la diferencia el hecho de que éste era el puesto de mayor resonancia alcanzado por Potter hasta la fecha, mientras que Tuchel ha trabajado al máximo nivel del fútbol mundial por varios años. En consecuencia, Potter fue un poco más flexible a la hora de aceptar las condiciones que rodeaban su cargo.

Varias fuentes afirman a ESPN que el Chelsea pagó hasta £21 millones al Brighton para que éste rescindiera el contrato de Potter con el club de la costa sur, siendo otra señal de la convicción que tenían Boehly y Eghbali de que buscaban al hombre apropiado.

Los nuevos dueños querían acelerar su revolución invirtiendo agresivamente en el mercado de fichajes, renovando el personal tras bastidores e intentando dar pasos para definir qué hacer con Stamford Bridge, bien sea remodelando el estadio o mudándose a una nueva localidad. Por lo tanto, la labor de Potter consistía en cohesionar esta plantilla armada velozmente y mantener la calma en el ojo del huracán mientras todo cambiaba a su alrededor.

Lamentablemente, existía la sensación de que su puesto casi siempre estaba a punto de abrumarle. Las circunstancias conspiraron para ponerle en aprietos desde el primer momento en lo que parecía una situación casi imposible, difícil de gestionar para cualquier entrenador.

La fecha de su presentación oficial coincidió con el fallecimiento de la Reina Isabel II y el club aplazó la conferencia de prensa en señal de respeto. La jornada posterior de partidos de Premier League fue cancelada cuando el Reino Unido inició su periodo de duelo oficial. Tras empatar 1-1 contra el FC Salzburg en su primer encuentro, la gran mayoría de sus jugadores partieron para cumplir con los llamados de sus selecciones en Fecha FIFA. Volvieron para disputar un ciclo de 13 encuentros en 43 días hasta que regresaron con sus seleccionados para jugar el Mundial.

Lo anterior no intenta excusar el nivel mediocre mostrado por el Chelsea bajo el mando de Potter; sin embargo, se percibió fuertemente la ausencia de una pretemporada completa para trabajar con su plantilla, aparte del hecho de que este plantel se encontraba en cambio constante, con 31 jugadores del primer equipo incorporados a la nómina el 1º de febrero tras un derroche monetario considerable en enero, que elevó los gastos totales de la era Boehly-Clearlake a una cifra superior a £550 millones.

A pesar de ello, Potter tuvo un buen inicio con cinco victorias al hilo después del empate con el Salzburgo, incluyendo sus triunfos en ida y vuelta de Champions sobre el campeón de la Serie A AC Milan. No obstante, la humillante derrota 4-1 contra su antiguo club Brighton despertó interrogantes que se agravaron con las posteriores derrotas ante Arsenal, Manchester City (eliminándolos de la Carabao Cup) y Newcastle United antes del parón mundialista.

Los problemas no tardaban en apilarse. Una racha de seis partidos sin conocer la victoria desde enero hasta finales de febrero aumentó la presión sobre un entrenador que, para ese momento, había revelado que su familia fue objeto de amenazas de muerte y su preocupación por su salud mental.

Varias fuentes afirmaron a ESPN que Boehly y Eghbali visitaron el complejo de entrenamientos del club en el condado de Cobham a inicios de marzo, lo que intentaban hacer al menos una vez al mes. Esa visita fue precedida por tres derrotas consecutivas y se podría perdonar a los extraños por pensar que un ambiente lúgubre podía impregnar a las canchas de entrenamiento, considerando la creciente especulación sobre el futuro de Potter. Sin embargo, la verdad era muy distinta. Una fuente del complejo de entrenamientos, que habló bajo condición de anonimato, indicó: "Todo estuvo muy tranquilo ese día. Quizás, demasiado tranquilo... Puede ser parte del problema".

Potter invirtió una sustancial cantidad de tiempo para conocer a sus jugadores. Las fuentes indican su disposición a sostener reuniones personales y concertó varias citas previas a la vuelta de octavos de final de Champions contra el Dortmund. Potter estaba consciente de que debía fomentar rápidamente un espíritu de equipo en medio de tantos cambios a su plantilla. Quizás esa sensación de tranquilidad a veces se tradujo en falta de urgencia, una diferencia radical con respecto a la cultura implacable que caracterizó el ciclo de Abramovich como dueño.

Boehly y Eghbali querían sinceramente que la contratación de Potter funcionara bien. Estaban decididos a darle tiempo para cosechar éxitos y todo parecía indicar que la eliminación del Dortmund para avanzar a cuartos de final de la Champions podía ser el punto de inflexión para que Potter, finalmente, comenzara a forjar un nuevo camino.

Sin embargo, las deficiencias cíclicas del Chelsea volvieron por sus fueros.

El patrón familiar de los problemas de los Blues comenzó a afectar seriamente la imagen de su técnico. El Chelsea mantenía la posesión, era incapaz de definir y concedía goles fáciles. Eso ocurría una y otra vez. La derrota del pasado sábado ante Aston Villa fue ejemplo clásico de los problemas del plantel: 27 remates, ocho a puerta, con 2.09 goles esperados y 69% de posesión. A pesar de las estadísticas, cayeron 2-0.

El calibre y costo de los jugadores de los que disponía en ese momento solo ayudaron a que la falta de experiencia de Potter al máximo nivel se percibiera como un obstáculo para alcanzar el éxito. Se temía que el entrenador había fallado en una serie de decisiones en la elección de sus jugadores, especialmente cuando convocó a Hakim Ziyech en medio de informaciones periodísticas que indicaban que el extremo había viajado a Francia sin permiso del club con la aspiración de fichar por el Paris Saint-Germain en enero. Los deseos del jugador fueron negados por un error administrativo.

Sin embargo, fuentes ligadas a las canchas de entrenamiento indicaron a ESPN que la plantilla no se amotinó contra Potter. Varios jugadores apreciaban su toque personal y lo consideraban una persona agradable, cálida y empática. A pesar de ello, a medida que los malos resultados seguían apilándose, los veteranos del plantel mostraron su preocupación de que Potter no tenía la experiencia y conocimientos necesarios para revertir el mal momento. Algunos notaron la ausencia de esa implacabilidad que caracterizaba al Chelsea durante el paso de sus técnicos anteriores.

Considerando las estadísticas infladas de la plantilla, varios jugadores se sintieron alienados, siendo el caso más evidente el del artillero Pierre-Emerick Aubameyang. Los goles eran un problema importante (el Chelsea suma 29 goles en la presente temporada de Premier League, total superado por todos los equipos que se encuentran en la primera mitad de la tabla). Pero, a pesar de que Potter elogiaba públicamente las actuaciones de Aubameyang en los entrenamientos, éste seguía dejando fuera al único ‘9’ nato del club del XI titular. Varias fuentes afirman que ambos tenían una relación tensa. Aubameyang fue titular en nueve de los primeros 12 encuentros con Potter en el banquillo para luego ausentarse en todos los partidos restantes. Su último cotejo como titular fue el 6 de noviembre contra Arsenal, en el que registró ocho toques y dejó la cancha tras 64 minutos de acción.

El mal momento del Chelsea motivó a su hinchada a expresar su molestia de forma cada vez más evidente, coreando "No saben lo que hacen" durante la derrota del sábado ante Aston Villa y abucheando al equipo tras el pitazo final. Si bien algunos expresaron su simpatía con la declaración de Potter de que tenía "el empleo más difícil de todo el fútbol" ante los cambios a gran escala en el Chelsea, a estas alturas muchos seguidores habían llegado a la conclusión de que estaba por encima de sus capacidades.

Sus comentarios en público causaron mayor consternación entre algunos hinchas, al insistir frecuentemente que algunos jugadores se habían desempeñado a nivel aceptable, incluso en las derrotas. "Si miras [la expectativa] del gol de [John] McGinn, no fue una ocasión tan grande", expresó Potter tras caer ante el Villa. En ese caso, su xG era de 0.03, pero ya había perdido su argumento.

Varias fuentes indicaron a ESPN que Potter conoció la decisión de su despido el pasado domingo en una reunión presencial. Winstanley y Stewart tomaron la iniciativa de cambio con el apoyo unánime de la Junta Directiva del Chelsea, unidos en la creencia de que no se hicieron suficientes progresos con los recursos disponibles.

Las fuentes agregaron que Potter no recibiría la totalidad de su compensación por despido al salir a menos de un año de haber firmado un contrato por cinco años, Y si bien el asistente Billy Reid también dejó el club, el entrenador Bruno Saltor confirmó el pasado lunes en una rueda de prensa que su designación como técnico interino fue producto de un acuerdo entre Potter y el club, mientras este último inicia la búsqueda de un sucesor.


Algunos rivales del Chelsea se burlarán de los problemas recientemente sufridos por el club. La respuesta de Jurgen Klopp a la sugerencia de Boehly de septiembre pasado de escenificar un partido de estrellas para apoyar a las categorías inferiores ejemplificó la perplejidad sentida en toda la liga ante su afirmación de que podía enseñar al fútbol inglés una o dos cosas sobre gerencia.

En aquel entonces, Boehly indicó a los presentes durante una conferencia SALT de inversionistas: "En última instancia, espero que la Premier League aprenda un poco la lección de los equipos deportivos estadounidenses y realmente empiece a pensar sobre el por qué no organizamos un torneo con los cuatro últimos equipos. La gente habla de ¿por qué no tenemos más dinero para la pirámide? [El Béisbol de Grandes Ligas] celebró su Juego de Estrellas este año. Ganaron $200 millones entre lunes y martes. Se podría organizar un Juego de Estrellas de la Premier League entre Norte y Sur para financiar la pirámide muy fácilmente".

Boehly concertó una cena con sus pares de otros equipos de la Premier League en julio pasado, en la que se le calificó de amable y concienzudo, aunque también ingenuo ante los vaivenes de ser dueño de un equipo de fútbol, a lo que quedó expuesto hasta cierto punto en los mercados de fichajes posteriores. La idea de que Boehly podía decirles a los personeros responsables de una de las exportaciones más exitosas de Inglaterra a nivel mundial cómo podía cambiar el panorama general fue vista con cierto escepticismo, agravado ante el evidente fracaso de su primera contratación en la dirección técnica.

El Chelsea sigue siendo una propuesta atractiva para muchos entrenadores, aunque ahora se preguntarán que clase de club quiere ser.

Boehly y Eghbali querían predicar la estabilidad a largo plazo como parte fundamental de su estrategia con la contratación de Potter por cinco años, intentando distanciarse de la cultura volátil que caracterizó a los 19 años de Abramovich como dueño del equipo. La firma de pactos a largo plazo con nuevos fichajes (Dos ejemplos son la contratación de Mykhailo Mudryk por ocho años y medio tras su pase por £88.5 millones proveniente del Shakhtar Donetsk y la llegada de Benoit Badiashile por siete años y medio luego de partir del AS Monaco) fue en parte una jugada para evitar incurrir en infracciones al Fair Play Financiero difiriendo pagos por pases, aunque también reforzó la idea de que se formaba un núcleo duradero con talento joven.

La decisión tan severa de cesantear a Potter en tan poco tiempo afecta gravemente esa percepción y es probable que sus tentativos sucesores tomen nota. ¿Podrán creerle a Boehly y Eghbali todo lo que digan en sus entrevistas?

A la vez, debe reconocerse que el fútbol es un negocio basado en los resultados y el Chelsea no podía conformarse con caer a la tabla baja de la Premier League sin posibilidades de volver a ubicarse entre los cuatro primeros. Este martes reciben la visita del Liverpool con transmisión EN VIVO por ESPN y Star+ solo en Sudamérica) a 12 puntos por debajo del Manchester United, actual dueño del cuarto puesto.

Varias fuentes han indicado a ESPN que es improbable una contratación inminente en la dirección técnica, aunque se han identificado entre cinco y siete candidatos. Se espera que Winstanley y Stewart conduzcan la búsqueda inicial del sustituto de Potter. Aunque Boehly y Eghbali conversaron con múltiples candidatos (incluyendo un breve contacto con Mauricio Pochettino), siempre hubo la sensación de que Potter fue la primera opción para sustituir a Tuchel y los altos ejecutivos del club quieren evitar adelantarse al debido proceso en esta ocasión.

Aparte de Julian Nagelsmann, despedido el mes pasado por el Bayern Munich y admirado por grandes personeros del club, Pochettino ha vuelto a despertar interés junto con el ex seleccionador de España Luis Enrique. Ese no es el caso del actual DT del Brighton Roberto De Zerbi. Por el momento no hay un claro favorito.

Se espera que el Tottenham contacte a Pochettino con respecto a su vacante en la dirección técnica. Sin embargo, una fuente cercana al entrenador argentino confirmó a ESPN que hasta el martes no habían hecho acercamiento alguno. Si bien no está claro que Pochettino vuelva al Tottenham (fue despedido por el club en 2019) mientras más tiempo deliberen, se abren mayores oportunidades para que otros clubes expresen su interés. También se espera que el Real Madrid considere a Pochetino y Nagelsmann, en caso de que Carlo Ancelotti deje el club merengue a fines de temporada.

La situación del Chelsea se complica mucho más ante la incertidumbre con respecto a su posible clasificación a competiciones europeas durante la próxima temporada. A pesar de las maniobras contables del club en sus múltiples fichajes, cumplir con las normas de Fair Play Financiero impuestas por la UEFA será mucho más difícil si éste queda eliminado de la Champions League, como parece ser el caso cada vez más probable, lo que restringirá la capacidad de cualquier nuevo entrenador para fichar a sus jugadores.

Sin una llegada inminente, es altamente probable que Saltor entrene al equipo durante la ida de cuartos de final de Champions League contra Real Madrid, prevista para la próxima semana. Saltor (42 años) pasó 10 años jugando como defensa del Brighton hasta retirarse para formar parte del cuerpo técnico de Potter tras su llegada al equipo de las Gaviotas en mayo de 2019. No ha sido entrenador a ningún nivel. Enfrentarse a Klopp una semana y Ancelotti a la siguiente será todo un bautizo de fuego.

A pesar de las promesas de Boehly y Eghbali, persiste la confusión.