Encendido. Inspirado. Brillante. Así comenzó el argentino Carlos Alcaraz el partido de su equipo, Southampton, ante el lider de la Premier League, Arsenal, encaminando lo que sería empate por 3-3.
A los 30 segundos, concentradísimo, aprovechó un error garrafal del arquero rival, el inglés Aaron Ramsdale, que con la pelota en los pies quiso hacer un arriesgado pase a su compañero ucraniano, Oleksandr Zinchenko, sin percatarse de la cercanía de Alcaraz.
El argentino no dudó, interceptó la cesión, avanzó unos pocos metros y definió cruzado, hacia un lugar en el que la estirada del culposo Ramsdale fue en vano.
Eléctrico, Alcaraz no bajó el ritmo tras el gol y, 13 minutos después, encabezó un contraataque de su equipo y le dio una fantástica asistencia al inglés Theo Walcott, que definió de primera para el 2-0 parcial.
Tras el descuento del brasileño Gabriel Martinelli, Arsenal comenzó a monopolizar la pelota.
El argentino tuvo que cambiar su función y pasó a ayudar a su equipo a soportar el asedio. También en ese modo se destacó, porque sobre el final del primer tiempo sacó de cabeza sobre la línea de meta un disparo de los Gunners que tenía destino inequívoco de gol.
De forma inexplicable (ya que no se reportó ningún problema físico), a los 46 minutos el entrenador de Southampton, el español Rubén Sellés, lo reemplazó por el brasileño Lyanco.
El dominio de Arsenal siguió siendo abrumador en el segundo tiempo, pero parece ser la gran noche del 'Soton'. En un tiro de esquina, el colista de la Premier concretó una jugada preparada y, con dos cabezazos en el área, aumentó su ventaja de la mano del croata Duje Caleta-Car.
Los Gunners no se dieron por vencidos y, a los 87, pusieron el 3-2 de la mano del noruego Martin Odegaard, y tres minutos después, alcanzó la igualdad por un tanto del inglés Bukayo Saka.