Manchester City tuvo que trabajar y logró revertir el resultado para vencer a Manchester United en el derbi de la fecha 27 de la Premier League.
El conjunto de Guardiola no podía dejar escapar los puntos. Liverpool había derrotado a Nottingham sobre la hora y la diferencia entre ambos era de cuatro puntos. Con este contexto, el partido no comenzó de la mejor manera.
A los ocho minutos, el inglés Marcus Rashford se encargó de estampar el 1-0 con un gol que salió de la galera. Remató con potencia, de primera y con su pierna derecha para vencer a Ederson. La bola pegó en el travesaño y se metió, inatajable para el brasileño.
Tras el gol, el City no perdió la calma y manejó los hilos del juego, aunque el United amenazaba con pegar de contra. Extrañamente, los Ciudadanos carecieron de puntería final al momento de enfrentar a Onana, lo que retrasó los festejos en el Etihad.
Las más claras de esa primera mitad estuvieron a cargo de Foden y Haaland. En primer lugar, Phil falló un mano a mano contra Onana, que contuvo su definición para mantener la valla en cero. Ya cuando se cerraba el primer tiempo, el Androide desperdició un gol difícil de explicar: abajo del arco, sin marca, envió su remate por encima del travesaño.
La segunda etapa se mantuvo con una tónica similar, con un City dominante y con el equipo de ten Hag replegado, esperando aprovechar la velocidad de sus extremos. Los Citizens consiguieron el 1-1 mediante otro golazo, al estilo de Rashford, pero esta vez convertido por Foden, que tuvo revancha tras el mano a mano que había errado.
El inglés colocó el empate parcial con un zurdazo infernal que se incrustó en el ángulo superior derecho de Onana y encaminó la remontada.
El 2-1 cayó en el tramo final del compromiso. Julián Álvarez entró a refrescar la ofensiva y se encargó de colocar la asistencia para que Foden, nuevamente, rompa las redes de Onana, en esta ocasión con una definición más sutil y cruzada, por lo bajo y dentro del área.
Ya vencidos después del segundo tanto, los Diablos Rojos no encontraron la manera de conseguir la igualdad y la frutilla del postre ocurrió cuando se jugaba el tiempo agregado. Amrabat perdió una pelota cerca de su propia área y Haaland se sacó la espina de su gol errado. Definió de zurda, engañó al camerunés y celebró su merecido gol.
Con este resultado, el City llegó a 62 puntos y volvió a quedar a uno de Liverpool en un tramo final de Premier que será para el infarto.