Hace cuatro años, el cuento de hadas se hizo realidad. Hace cuatro años, hubo una de las mayores sorpresas en el futbol mundial. Hace cuatro años, en la liga más rica del mundo, contra oponentes gigantes, Leicester fue campeón de la Premier League.
Al comienzo de la temporada, el equipo dirigido por Claudio Ranieri tenía el equipo menos valioso de todo el torneo, por encima solo de los equipos que subieron de la segunda división. Entonces, incluso después de dos victorias en los primeros dos juegos, Ranieri respondió a la risa del ex jugador inglés, Gary Lineker, sobre lo que pensaba de una clasificación para torneos europeos: "Gracias, Gary, pero no es posible".
No se puede decir que el entrenador estaba equivocado. Después de todo, un año antes, el equipo hizo una serie increíble para salir del túnel y evitar caer en la segunda división.
Pero Leicester siguió rompiendo los pronósticos poco a poco, haciendo que los fanáticos comenzaran a creer y llevando a los aficionados del futbol de todo el mundo a animar esta hazaña también.
Un equipo bien plantado a la defensiva y letal al atacar, con la seguridad del portero Schmeichel, el aliento sin fin de Kante, la creatividad y el talento de Mahrez (votado como el mejor jugador de esa competencia) y el instinto asesino de Vardy, que anotó en los primeros 11 juegos y terminó la liga con 24 balones al fondo de las redes.
Tuvieron 23 victorias, 12 empates y solo tres derrotas en la campaña por el título. Algunas de esas victorias fueron notables, como el 3-1 contra el Manchester City fuera de casa y el 2-0 contra el Liverpool en el King Power Stadium, que se produjo consecutivamente en febrero, lo que demuestra que había algo especial allí.
El título se concluyó sin jugar, con un empate 2-2 entre Chelsea y Tottenham (entonces segundo) el lunes 1 de mayor. Luego finalizó, en la ronda 36, el cuento de hadas que permanecerá para siempre en la memoria de los fanáticos del futbol, emocionando a Ranieri, el elenco y los fanáticos. Contra todas las predicciones (incluidas las suyas), Leicester fue campeón inglés.
Manchester United, Manchester City, Liverpool, Arsenal, Chelsea, Tottenham... ninguno de ellos pudo vencer a los Foxes, que vieron sus siete trofeos de la Segunda División inglesa y dos trofeos de la Copa de la Liga inglesa dejar el título más importante de la historia del club.
El campeonato inglés, con 130 años de historia, tuvo un campeón sin precedentes, el primero desde el Nottingham Forest de 1977-78. Pero esto está lejos de ser la razón principal por la cual este es uno de los mayores logros jamás registrados en el futbol.
Leicester demostró que el futbol es más que dinero y glamour, que es humano e involucra profundamente el sentimiento de sus seguidores. El lado humano, por cierto, fue reflejado por Claudio Ranieri. El mismo hombre que se rió de la posibilidad de un título después de la segunda ronda, lloró cuando vio que lo imposible era casi inminente.