La federación inglesa de fútbol (FA, por sus siglas en inglés) teme que el retraso en la vuelta de los aficionados a los estadios pueda tener un gran impacto económico en el fútbol.
Este martes, el primer ministro, Boris Johnson, confirmó la suspensión temporal del plan para que los aficionados vuelvan a los estadios de forma gradual a partir del 1 de octubre, debido al temor a una segunda ola de contagios.
Muchos clubes, sobre todo a nivel modesto, requieren de la taquilla como modo de ingreso, por lo que este retraso supone un golpe duro a su economía.
"Entendemos la decisión del Gobierno, ya que la salud de la nación es la prioridad. Sin embargo, es importante reconocer que el impacto que va a tener en el deporte es grande", dijo la FA en un comunicado.
"Los clubes lo están pasando mal y muchos de ellos esperan que su público vuelva para tener esos ingresos necesarios. Muchos equipos están sufriendo para sobrevivir", añadió.
La FA aplaudió la decisión del Gobierno de dar apoyo financiero a los clubes que lo necesiten tras este mazazo a su economía y aseguró que seguirán trabajando conjuntamente para alcanzar una solución.
"También apoyamos que se siga con el deporte de formación y el fútbol de élite a puerta cerrada, para ayudar al bienestar físico y mental de millones de jugadores a lo largo del país", finalizó la FA.
De acuerdo a la Premier League, las pérdidas ocasionadas por la pandemia la temporada pasada ascendieron a 700 millones de libras (770 millones de euros) y esta campaña, las pérdidas alcanzan los 100 millones de libras (110 millones de euros) al mes.