Carlo Ancelotti rescató a James Rodríguez de la indiferencia del Real Madrid en 2020: le dio protagonismo en Everton, una de las revelaciones de la temporada en el fútbol inglés.
Relegado en el campeón español, el colombiano recuperó la sonrisa con la mano que le tendió el técnico italiano. Para este torneo le sumó más ambición a su proyecto en Everton y lo incluyó entre las prioridades de los refuerzos.
James aceptó hacer parte de esa aventura en la Premier League. Recién acondicionado a Liverpool, a sus nuevos compañeros saltó a la cancha para enfrentar a Tottenham en Londres.
Ancelotti lo ubicó como extremo por la derecha, aunque con la libertad que necesite para la expresión de su fútbol por otras zonas en ataque por el medio campo. Fue nominado como el mejor jugador del torneo en septiembre y reconocido por la afición como la figura en el inicio.
En 10 partidos de esta campaña suma tres goles, tres asistencias y el respeto de sus compañeros por su técnica. El DT aclara vez que puede, que su prioridad es el aporte en la fase ofensiva.
“No trajimos a James para defender. Lo tenemos para mejorar el ataque y ahí lo hace bien. En defensa no le pido mucho trabajo, porque siento que pierde poder arriba”, explicó.
Ausente de los últimos cuatro partidos del año por lesión, el equipo ganó, volvió a la parte alta de la tabla pero extraña su capacidad para generar juego. Everton llevó con cautela su recuperación y apunta a su regreso para las primeras fechas de 2021.
Después de un comienzo de año difícil en España, James se reconcilió con el fútbol. La exigencia de la Premier League lo puso a prueba y por ahora responde. Tiene claro que aún puede dar más.