Después de ocho meses de recuperación el Canario Agustín Álvarez Martínez volvió a jugar un partido del fútbol italiano en su nuevo club, Sampdoria, donde es dirigido técnicamente por un histórico de Italia como Andrea Pirlo.
El delantero debutó en su nuevo equipo, club que milita en la Serie B y al que llegó en carácter de préstamo, luego de una larga recuperación de la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha.
“Fue duro el tiempo de recuperación. Los primeros dos meses los pasé mal, sufrí porque tenía mucho dolor, pero ahora que ya pasó todo y estoy feliz por volver a jugar. Hace unos meses que estaba entrenando a la par de mis compañeros de Sassuolo, donde perdí el temor a volver, y luego se dio este pase a préstamo a Sampdoria donde jugué mi primer partido”, comenzó diciendo Álvarez Martínez en el programa 100% Deportes de Sport 890.
El Canario comentó que el hecho de que Andrea Pirlo sea el DT de la Sampdoria, “fue una de las cosas que me convenció, el hecho de poder tener un técnico de esa categoría con el que puedo aprender mucho, así que tomé esta opción de jugar en el club por seis meses”.
En el radar de Marcelo Bielsa
Álvarez Martínez no ocultó su amargura por perderse la oportunidad de defender a la Selección de Uruguay en el Preolímpico.
“Estuve mucho tiempo en contacto con Jorge Giordano (Director de Selecciones Nacionales), hablamos mucho, la primera llamada que recibí fue cuando estaba en el quinto mes de recuperación y en ese momento no sabía qué decirle. Las ganas de ir a la Selección siempre las tuve. Cuando Sassuolo decidió no cederme hice mucha fuerza, hablaba todos los días con el director deportivo del club para convencerlo, pero llegó la fecha límite para dar el ok y decidieron no cederme”, reveló el jugador.
El Canario agregó: “Yo tenía una motivación muy grande, en mi cabeza era sí, quiero ir porque el entrenador es Bielsa y necesitaba tener entrenamientos intensos, pero ellos (Sassuolo) me dijeron que tenían un plan de recuperación desde el primer día que me lesioné y esto modificaba ese plan. Tenían temor de que me pasara otra cosa. Me dijeron justamente eso, que en la vuelta probablemente iba a tener molestias en otra parte del cuerpo y me querían tener cerca. En un momento estaba un poco enojado, pero era entendible la postura del club. Cuando pensé en frío llegué a la conclusión de que no me podía enojar con el club”.