A los 17 años, Santiago Gimenez sufrió una trombosis que lo dejó al borde del retiro; casi siete años después es el fichaje estelar de Milan
Santiago Gimenez dice que su vida es un milagro. El delantero del Milan, en poco tiempo, pasó de vivir una trombosis que lo dejó al filo del retiro, aún sin debutar como futbolista, a ser parte de uno de los equipos más históricos del balompié internacional.
Era 2018, Gimenez tenía 17 años y después de entrenar, notó que uno de sus brazos se comenzó a inflamar. Le avisó al médico de Cruz Azul y a partir de ahí tuvo que parar seis meses, sin tocar el balón y con una visita a la semana al doctor.
El propio hijo de Christian Gimenez ha revelado que ni los doctores tienen certeza de qué pasó. Los médicos tienen la hipótesis que una operación de clavícula provocó una obstrucción en una de sus venas y eso causó un coágulo. Tres veces tuvo que ser intervenido quirúrgicamente y en todas con la amenaza de no volver al futbol.
Santi Gimenez, sin certeza médica, se encomendó a la religión y en un baño elevó sus plegarias. A partir de ahí, la carrera del delantero fue meteórica.
El desaire de Tata Martino a Santi Gimenez para Qatar 2022
Santi Giménez se recuperó, ante la sorpresa de los médicos. El hijo de Christian Gimenez debutó al año siguiente de sus problemas de trombosis, de la mano del portugués Pedro Caixinha, y anotó su primer gol en la efímera gestión de Robert Dante Siboldi, todo en Cruz Azul.
En el 2022, cuando Cruz Azul había diseñado un sistema para hacer brillar a Santiago Giménez, el Feyenoord de los Países Bajos apostó por el futbolista de 21 años. Era año del Mundial y el 'Chaquito' marcó al teléfono de Gerardo Tata Martino para pedirle consejo ante la oportunidad de ir a Europa. “¡Vete!”, le dijo el argentino.
Gimenez, en el Feyenoord, comenzó como jugador de recambio, y terminó como el goleador del equipo de los Países Bajos. Eso le permitió dejar el estatus de sparring en la Selección Mexicana y ganarse un lugar bajo el mando de Tata Martino.
El Mundial, que se jugó en diciembre, se esperaba como un escaparate para un futbolista con las condiciones de Gimenez, además del irregular momento de Raúl Jiménez y Rogelio Funes Mori, pero el Tata Martino le lanzó un dardo al ex jugador del Feyenoord días antes de la lista final.
“Hace muchos goles, pero juega poco”, dijo el Tata, cuando le preguntaron sobre el joven futbolista. Días más tarde, se concretó lo que se esperaba, el técnico argentino dejó fuera de la lista al chico del Feyenoord.
Las ofertas en Europa y la llegada al Milan
Lo único que llegó al Mundial de Qatar 2022 fue la playera de Santiago Gimenez, con su tradicional número 29, pero no el futbolista. Aún así, el jugador del Feyenoord era relacionado con los gigantes de Europa en cada verano y el equipo de los Países Bajos cotizó al futbolista en 40 millones de euros.
El nombre de Gimenez se relacionó con el Atlético de Madrid de España, con el Nottingham Forest de la Premier League y hasta hubo quien lo colocó en el Real Madrid, lo cierto es que fue el Milan de Italia el que más se acercó a la cifra que pedía el Feyenoord por su estrella.
“En este momento, con tanto en juego, obviamente no quieres perder jugadores importantes. Hemos mantenido a raya el barco tanto tiempo como hemos podido, pero llega un momento en el que se llega a un punto -o más bien a una cantidad- en el que ya no es responsabilidad del club seguir diciendo que no y tampoco decírselo al jugador. No se puede hacer más”, comentó en comunicado de prensa dado a conocer por el propio equipo de Rotterdam.
Zlatan Ibrahimovic presionó y recibió al delantero mexicano, que en menos de cinco años pasó de estar al filo del retiro por una trombosis, a jugar en el Milan, uno de los equipos más importantes de la historia del futbol internacional. ¿Un milagro?