Néstor Araujo vivía cerca de las instalaciones de Cruz Azul y pasaba las tardes haciendo trabajo extra para mejorar su técnica y condición
Néstor Araujo se convirtió en un 'dolor de cabeza' para Cruz Azul durante su formación, pues el defensa central se entrenaba por las mañanas con normalidad junto con sus compañeros, pero una vez que todos se habían ido, el zaguero aprovechaba la cercanía de su casa a La Noria y volvía en la tarde para practicar en el frontón de dichas instalaciones, situación que tenía que ser supervisada para evitar que el futbolista tuviera sobrecargas.
“Recuerdo mucho su insistencia por querer entrenar más, siempre queriendo hacer entrenamiento individual, siempre preocupado por hacer fildeos, rechaces, siempre por despejar centros. Había que parar a Néstor Araujo, había que decirle hay que descansar, hay que recuperarnos para entrenamiento de mañana y Néstor siempre quería hacer más, más y más".
"Le pegaba muy bien en ese momento en tiro de castigo, se quedaba a ser tiros de castigo, pero en ese momento el cuerpo técnico definía cuánto podía hacer para no sobrecargar al jugador y tenerlo bien para el día de mañana”, rememora Edgar Sánchez Boyzo, quien era coordinador de las fuerzas básicas de la Máquina.
Néstor Araujo vivía cerca de la Noria, por lo que regresaba con facilidad por las tardes y hacía frontón, que se convirtió en su mejor aliado, además de pasar un momento en el gimnasio.
“Podía desplazarse en cualquier momento al club y regresar en la tarde. Mucho de lo que hacía era trabajar en el frontón. en La Noria hay un frontón desde que se construyó y siempre quería estar en las tardes trabajando en el frontón, cosa que no se le negaba, pero sí se le cuidaba para que no se sobrecargara”, agregó.
Néstor Araujo, al igual que su hermano Félix, salieron del centro de formación que la 'Máquina' tenía en Guadalajara, que era dirigido por Rubén Maturano. Félix, el mayor, sólo llegó a Cruz Azul Hidalgo de la Primera A, pero Néstor logró el proceso completo hasta debutar, siempre como un jugador sobresaliente, aunque hubo un momento que su estadía en el conjunto celeste estuvo en riesgo.
“En algún momento iba a ser un jugador transferible y me tocó abogar por él para que él continuará porque no se quedó en la Segunda División. pero abogué para que se quedara en la Tercera División por lo había mostrado, ser un jugador sobresaliente en la Tercera División capitán, titular, creo que había factores para que pudiera integrarse a la Segunda División, en ese momento no fue así, pero repite una Tercera División y a raíz de eso, ya nunca hubo duda en las promociones a los siguientes equipos, siempre fue un jugador muy valioso para la categoría donde él jugaba”, recuerda Sánchez Boyzo, quien dejó la institución celeste en el 2020.
La disciplina y las ganas de mejorar con el paso de los entrenamientos, fue algo que caracterizó a Néstor Araujo durante su formación como futbolista en Cruz Azul, incluso cuando presentaba alguna lesión, trataba de acelerar su recuperación.
“Sabíamos que era un jugador que podía llegar al primer equipo si continuaba con el mismo desempeño, pero además de ser un jugador muy atento, era un jugador muy disciplinado, un jugador que le marcabas tareas dentro de la cancha y las realizaba, un jugador que ayudaba al compañero adentro de la cancha, además siempre fue líder, era de los que ayudaba al entrenador dentro de la cancha para que las indicaciones se llevarán a cabo".
"Siempre fue sobresaliente en cada una de las categorías donde jugó, pero no por eso él se confiaba, al contrario, siempre buscaba tener una mejor actitud, tener una mayor atención, hacer mejor las cosas porque sabía que se estaba ganando el puesto partido a partido, entrenamiento a entrenamiento, temporada a temporada para continuar”, concluyó.