América se encaminaba al Clásico con una derrota, pero sacaron un empate de mucha garra ante Santos en el Estadio Azteca
América supo levantarse como los grandes ante Santos y ahora apunta al Clásico Nacional, donde quiere que las Chivas sean quien pague el trago casi amargo que pasaron este miércoles en el Estadio Azteca.
Si bien las Águilas cortaron una racha de nueve triunfos seguidos, récord para la institución, con el empate ante los Guerreros, la forma en cómo se levantaron de un 1-3 en contra dejó en claro que el equipo de Fernando Ortiz tiene lo necesario para quedarse con el juego de este sábado ante los rojiblancos.
Mientras América rescató un punto, que a muchos les supo a triunfo, y continuó en la cima de la tabla general, las Chivas no la pasaron bien en su casa, el Estadio Akron, ante los Tigres, quienes los golearon antes del juego con mayor rivalidad en el torneo.
Los azulcremas ya veían el fin del sueño, su hazaña del invicto y de llegar a 10 juegos seguidos con victoria lucía lejana, y aunque el equipo de Fernando Ortiz no ganó, llegaron a la euforia con un cabezazo de Federico Viñas al minuto 96 con 15 segundos.
Cuando el panorama fue más complejo y la adversidad más fuerte, América mostró su resiliencia y se sobrepuso a un marcador que parecía complicado de igualar.
Leo Suárez, un ex azulcrema, y Harold Preciado pusieron a los de casa a suplicar por un milagro, un último vuelo esta noche, mismo que encontraron con Henry Martín, un autogol de Hugo Rodríguez y el testarazo de Viñas.
América apunta a Chivas y el Estadio Azteca será testigo de las ganas que ambos conjuntos tienen por salir con los tres puntos, pues a pesar de sus duelos de media semana. Ambos conjuntos son de los más enrachados en el torneo y el Clásico Nacional es la oportunidad perfecta para que demuestren de qué están hechos.
La euforia reinó en el Coloso de Santa Úrsula. Ni las atajadas de Carlos Acevedo, arquero santista, mermaron en las ganas de ir al frente por parte de los azulcremas, quienes no se dieron por vencidos.
En apenas menos de 10 minutos, América pasó de un sueño frustrado al júbilo y la alegría, misma que los envalentona y que provoca que extiendan sus alas para el sábado, cuando vivirán una edición más del Clásico Nacional ante Chivas.