LOS ÁNGELES — Bernardo Gómez. En las plataformas más poderosas del país, este nombre alerta, estremece, entumece, inquieta e ilusiona. En el mundillo de los mortales, de los don nadie, es simplemente un don nadie. El anonimato de la ignorancia. Pero, el nombre en la Casa Blanca o en Palacio Nacional, abre puertas y cierra acuerdos.
Él –Bernardo Gómez–, Emilio Azcárraga Jean, José Bastón y Alfonso de Angoitia se autonombraron “Los Cuatro Fantásticos”. Ellos, con un poderoso ejército de estrategas financieros y políticos, comisionados, inducidos y organizados por el entonces presidente Ernesto Zedillo rescataron el imperio llamado Televisa.
Cuando Emilio Azcárraga Milmo vivía sus últimos momentos, víctima del cáncer de páncreas, la misión de conseguir que ese emporio permaneciera en manos del único hijo varón de El Tigre, parecía una labor titánica. Los Díez Barroso y Alejandro Burillo Azcárraga veían una jungla dócil, idónea, para tomar el control de Televisa.
Pedro Aspe y Zedillo convinieron en que lo mejor era que se fortaleciera a Azcárraga Jean para que el control absoluto de la potencia en telecomunicaciones se mantuviera estrictamente en él, con él, por él y para él. Era lo más conveniente para el mundo empresarial mexicano y para el gobierno mismo. La misión se cumplió y sólo se agregó al grupo a Guillermo Cañedo White, pero bajo un documento que establecía que podía ser separado sin daños para la organización, como a la postre ocurriría.
Amigos desde la adolescencia, Azcárraga, Bastón, Gómez y Angoitia, según confirman diversos reportajes y notas informativas de los diferentes medios más sólidos y confiables en temas políticos y financieros, se unieron con un vínculo poderoso, casi un juramento de sangre, para rescatar a una empresa en momentos de crisis, cuando la deuda rozaba los 1,500 millones de dólares.
Incluso, cuando Emilio Azcárraga Jean renuncia al trono absoluto de Televisa y anexas, en una astuta medida política y financiera globalmente para soluciones inmediatas y proyecciones de reestructuración y empoderamiento, deja al mando a Gómez y a Angoitia, en octubre de 2017. Seguía siendo un triunvirato de alianzas e impactos casi sísmicos en la vida nacional de México.
A partir de entonces, la diversificación de Televisa como coloso de comunicaciones ha penetrado todos los caminos posibles, y explora nuevos proyectos que deberán anunciarse poco antes de la Copa del Mundo 2026, cuando se manifieste toda una estrategia a largo plazo contemplado por los ahora, al menos, públicamente, “Tres Fantásticos”.
Hoy, Bernardo Gómez ha consolidado su figura en escenarios políticos presidenciales, no sólo en México, sino también en Estados Unidos, y así como se le atribuye la entronización de Enrique Peña Nieto, mantiene una cercanía con Andrés Manuel López Obrador, y de hecho, fue fundamental en los encuentros con Donald Trump a través de su acceso a engranajes en el poder continental.
La sonadísima compra estratégica de ICA, la venta de los casinos de Televisa, la participación de orden lineal y transversal en negocios con el gobierno actual, con acuerdos políticos y económicos y con cabezas que ruedan incluso de sus puestos, hasta inmunidad a otros personajes, son parte del ejercicio de su poder.
¿Y qué tiene que ver todo esto con el futbol? De cara al Mundial 2026, y a partir del fracaso en Qatar 2022, su órbita de influencia, opinión y experiencia se vuelve aún más tangible y presencial. Hoy, debe moverse hacia dos mundos que cohabitan, pero parecen de universos diferentes: el poder en México y el poder de la opinión pública en torno al futbol. Y en eso, tiene todas las bendiciones, la amistad y la lealtad de Emilio Azcárraga Jean.
Algunos ejemplos, bastante simples, si se les contempla de manera superficial, de forma somera.
1.- Poco después del fracaso en Qatar 2022, parte de la producción de TUDN había organizado un Simposio televisivo de proporciones trepidatorias. Estarían presentes Emilio, Jesús Martínez, Yon de Luisa, Alejandro Irarragorri y algunos otros personajes de imán indiscutible. Todo estaba cuadrado impecablemente. Sería un boom de rating. Cuando Bernardo Gómez se entera, lo frena de inmediato. En tiempos de furia colectiva, de cólera masiva de la afición, ¿a quién se le ocurría exponer a Azcárraga Jean a un peligroso juicio público y colectivo?
2.- ¿De quién ha sido la idea de candidatear a Juan Carlos Rodríguez para que se haga cargo de todo un plan progresivo, ambicioso, de desarrollo de la televisión y del futbol mexicano de cara al Mundial 2026? Ya hablamos de ese creativo personaje apodado La Bomba y sólo restan algunos ajustes y negociaciones para determinar exactamente su rango de actividad y de poder, y claro, el puesto, que de no ser al frente de la FMF, podría ser como un Alto Comisionado.
3.- ¿De quién fue la imposición del naciente programa Tercer Grado Deportivo conducido por Denise Maerker, con la presencia de analistas de diversos medios, como David Faitelson de ESPN y André Marín de Fox? Bernardo Gómez creyó encontrar una tribuna que haga sentir al aficionado mexicano que hay una apertura a la autocrítica y que es parte activa de los cambios. En algunos casos, él mismo se encargó de reclutar a los invitados.
4.- ¿Recuerda el discurso de Yon de Luisa en Doha el primero de diciembre, tras la eliminación de México en el Mundial, que después fue repetido con ligeras variantes por Denise Maerker, Ricardo Peláez y algunos otros conductores de N+? Un discurso 'copy paste' que deslumbró a muchos que creyeron en una expresión inesperada de autocrítica. Exacto.
Eso y más es parte de sus características. Es decir, logra consolidar compras e inversiones millonarias, destraba cerraduras en la Casa Blanca en Washington, y también urde cómo ir cambiando la sensibilidad del aficionado mexicano hacia la Selección Mexicana y el Mundial de 2026, además de ser el personaje que logra mantener a Carlos Slim a raya, lejos de una nueva participación en el futbol mexicano.
¿Será lo mejor para el futbol mexicano? Hay quienes dentro de Televisa aseguran que varios de los mandos intermedios de Azcárraga Jean han equivocado el camino. Quieren mantener el tono de dictadura, a pesar de que ha quedado comprobado que hay formas más ligeras y suavizantes del autoritarismo, y que son las que ha sugerido Emilio, más allá del severo mazazo a Grupo Pachuca con el #TuzoGate.
Véase así: ahora no se trata únicamente de enriquecer o fortalecer a Azcárraga Jean bajo un rigor absolutista, sino de involucrar y beneficiar en cascada bajo esta nueva visión, especialmente a partir de los planes de Juan Carlos Rodríguez manejando al futbol mexicano. En pocas palabras, el Mundial, con sus beneficios, sus espejismos y sus males empezará a manifestarse en el país, si no a partir del último trimestre de 2023, en las primeras semanas de 2024. ¿Y sabe Usted lo mejor o lo peor de todo ello? Que Usted ni cuenta se dará. Antes de lo que Usted piensa estará agitando la bandera mundialista.
Y Usted tiene todo el derecho de dudar. Podrá pensar, sin duda, que el viejo dogma de Azcárraga Milmo podría resurgir.
Es decir, en México todo ha cambiado, pero nada está cambiado que impida mantener vigente aquel enunciado histórico de El Tigre de hace 30 años: “México es un país de una clase modesta muy jodida, que no va a salir de jodida. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa gente (jodida) y sacarla de su triste (y jodida) realidad y de su futuro difícil (y jodido)”.