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Rayados, el paladín de los mexicanos en la Copa de las Lágrimas

LOS ÁNGELES -- La calamitosa Copa de las Ligas agoniza. Los mexicanos se lamentan. Sólo un paladín yergue en el horizonte: Rayados de Monterrey. Es el último bastión de la zarandeada Liga MX. La noche del viernes se levantó de la tumba del 2-0 para exhumarse con un 3-2, ante el campeón de la MLS, el LAFC.

Termina el suplicio en unos días. En una de las dos rutas hacia la Final, el Flautista de Hamelín, Lionel Messi, es escoltado por la muchedumbre de roedores. Filadelfia es el último escollo antes de enfrentar, seguramente, a Monterrey, quien, en este fascinante tour, viaja a Nashville, la ciudad siempre despierta, porque ahí, bendita ella, la música nunca duerme.

En un periplo paupérrimamente circense, los clubes mexicanos, cual plañideras de su propia desgracia, se han dedicado a lloriquear. Los vuelos, los hospedajes, las comidas, la logística y los arbitrajes.

Los clubes mexicanos lloran como equipos mediocres lo que no han podido defender como equipos de prosapia, tal vez porque en realidad no la tienen, porque viven encandilados por su mayúscula soberbia. Tal vez.

¿El arbitraje ha sido malo? Sin duda. Pero ¿no es el arbitraje mexicano, y perdón por la escatológica comparación, una hemorroide purulenta semana a semana en la Liga Mx?

La realidad es que los acuchillamientos de los silbantes y el VAR, que han sufrido los equipos mexicanos, han sido perpetrados, en su mayoría, por silbantes también mexicanos.

Además, ¿qué esperaban? La mejor recreación, la mejor caracterización del arbitraje en esta Copa de las Ligas se dio con la estampa del silbante del juego entre Rayados y LAFC. El colegiado recurre al VAR usando un teléfono del siglo pasado, que seguramente los milenials o Generación Y, de haber visto la imagen, debieron entrar en shock. Sólo faltaron Pedro Picapiedra y su cuernófono.

Tal vez por ignorancia, en redes sociales se acusa a los directivos y clubes de haber participado en esta Copa de las Ligas, estrictamente por voracidad financiera. Se les acusa de andar centaveando, limosneando.

Recuérdese que la Copa de las Leagues paga 200 mil dólares por juego y 100 mil más al vencedor. 100 mil van a los jugadores, cuerpo técnico y staff. Es decir, en la Liga MX, con 15 mil personas en su estadio, reciben ese ingreso en taquilla, más esquilmos y publicidad. Por ahí no va.

Ya se ha dicho, desde hace años, y hasta el cansancio, que el futbol mexicano está en manos de Estados Unidos. Los documentos que se resguardaron del proceso del #FIFAGate, en los que sí aparecen nombres de directivos y empresas mexicanas, son la correa con la que se saca a pasear a la FMF.

México ocupa el segundo lugar, sí, el segundo, sólo debajo de Afganistán, en el ranking de transparencia, en los tabuladores globales de países con mayor corrupción en el mundo. Sí, el segundo puesto. Pero, hay tiempo para ir por el primero, ¡cómo no!

Cayeron dirigentes vinculados al futbol de todo el mundo, excepto de Estados Unidos, Canadá ¡Y México!, país donde se ejercen los multicontratos, la fuga fiscal, la Multipropiedad, el Pacto de Caballeros... y es el paraíso de la corrupción con el ejercicio de representantes de jugadores no registrados ante FIFA.

Entonces, cuando directivos afirman que México puede regresar a la Copa Libertadores, perpetran una falacia, una mentira. Concacaf jamás lo permitirá, y por eso se instauró esta infausta Copa de las Ligas.

Por otro lado, Mikel Arriola, presidente de la Liga MX, fue enviado, tras soberano zape de Emilio Azcárraga Jean, a que compareciera ante las cámaras oficiales, a que limpiara públicamente el cochinero, tras las protestas de diversos dueños de equipos ante el zar del futbol mexicano y de La Rosa de Guadalupe.

En su nervioso, politizado, enredoso, cansino, y disperso balbuceo, Arriola confirmó en exclusiva que habrá Copa de las Ligas el próximo año. ¿Cuándo, tomando en cuenta que habrá Copa América? Seguramente en cuanto el torneo continental termine.

Pero, sí, habrá una segunda Copa de las Ligas. Y una tercera. Y una cuarta. Tal vez sólo se aplace en 2026, debido a la Copa del Mundo, pero, nadie puede garantizarlo.

Obvio, Emilio detesta esta competencia. Le secuestró a su Liga MX durante casi un mes. Y AppleTV sólo le dio unas limosnas para sus transmisiones, pero no le ha prestado, como él quisiera, a su estrella principal, Lionel Messi, quien llegó al tercermundismo del futbol, a montar un imperio en su ruta hacia el retiro.

Vale aclarar que a pesar de sus torpezas verborreicas, a pesar de su verborragia, Mikel Arriola no es el principal responsable de esta siniestra Copa. No, él heredó de los sumisos Decio de María y Enrique Bonilla este desastre. Pero, insisto, es imposible desafiar hoy a Concacaf, a la USSoccer y a la MLS, cuando tienen el sartén por el mango y esos documentos que nunca llegaron a los expedientes del #FIFAGate.

Algo logró innegablemente esta Copa de las Ligas: unir a los resentidos, apesadumbrados, heridos, rencorosos, huraños y vilipendiados aficionados mexicanos contra la MLS. Porque, además, se suma en el recuento, a las numerosas humillaciones de la Selección Mexicana ante la Selección de Estados Unidos.

Y eso, regocija a la MLS, a AppleTV, USSoccer y demás compinches. La próxima Copa de las Ligas, los equipos mexicanos no se podrán tomar a la ligera esta competencia.

Es más, tal vez por primera ocasión, los aficionados de los otros equipos del futbol mexicano, exceptuando, claro, a los de Tigres, se visten de Rayados, con la esperanza de que lave su mancillada y mal entendida dignidad en este torneo.

Ya lo dijo el Tano Ortiz: “Daremos la cara por México”. Sí, mucho populismo, muy populachero, pero muy astuto. Ahora sólo le falta refrendarlo, si logra vencer a Nashville, enfrentando a Inter Messi en esta Messi Leagues Cup.

Por lo pronto, ese es el saldo: muchas lágrimas y moquera de los equipos mexicanos y poco, poquísimo futbol.