Las Águilas jugaron de inicio sin extranjeros, con 11 futbolistas mexicanos, y sacaron el triunfo ante Tijuana
Los suplentes de América y elementos Sub-23 pasaron con buena nota la prueba que les puso André Jardine, quien fue contundente al señalar que contra Xolos era un examen para demostrar de qué están hechos.
El equipo campeón del futbol dio descanso a sus elementos estelares y el técnico echó mano de un 11 compuesto en la primera mitad por jugadores mexicanos y que gozaban de pocos minutos y otros más debían demostrar que pueden vestir la camiseta de las Águilas.
Los nombres de Henry Martín, Diego Valdés, Julián Quiñones, Sebastián Cáceres y Álvaro Fidalgo no figuraron en los tableros y dieron paso a elementos como Patricio Salas, Sebastián Martínez, Ilian Hernández, Román Martínez, Dagoberto Espinoza, Diego Esqueda, Emilio Lara, entre otros.
“Tenemos jugadores extranjeros de mucho nivel y no dan espacio a los de la cantera, pero tenemos un excelente trabajo de categorías menores. Estas oportunidades deben de demostrar porqué están”, advirtió Jardine al final del encuentro y fue el mensaje a sus juveniles para respaldarlos.
El juego frente a los fronterizos parecía una dura prueba, pues con un plantel plagado de mexicanos y un solo extranjero (Richard Sánchez), el equipo azulcrema tuvo que recorrer largos 90 minutos bajo el cobijo y protección de Luis Malagón, quien en la portería se convirtió en el mejor elemento.
La defensa con Kevin Álvarez, Israel Reyes, Ramón Juárez, Emilio Lara y Cristian Calderón tuvieron pocas oportunidades de pisar el campo rival y sus lances, tapones y cortes defensivos se convirtieron en una constante durante todo el encuentro.
André Jardine puso un mediocampo prácticamente improvisado con Salvador Reyes, Santiago Naveda y Sebastián Martínez. El resultado en el campo fue un dominio obvio de un cuadro rival cargado de experiencia y mayor química entre compañeros.
En tanto, la delantera entre Ilian Hernández y Román Martínez lució chata, sin opciones claras a gol y buscando la pelota hasta la mitad de campo o jugando de espaldas a portería.
La defensa azulcrema tuvo que multiplicarse, tapar los 36 tiros del rival y apretar los labios cada vez que Malagón volaba para evitar el primer gol.
Con los cambios de Jardine para la segunda mitad el equipo encontró la solución, pues Chava Reyes se convirtió en un salvador inesperado con dos disparos que vencieron a Antonio Rodríguez y con ello robarse los tres puntos en la frontera.