Mario Huescas, padre del próximo jugador del FC Copenhague, habló con ESPN de su anécdota con el astro del futbol mundial que nació en Argentina
CIUDAD DE MÉXICO -- En la familia Huescas hay una historia y una fotografía que atesoran. En 1995, Mario Huescas, padre del jugador Rodrigo Huescas, fue seleccionado por México para jugar el Mundial de futbol rápido y le ganó la gran final a Argentina, que tenía a Diego Armando Maradona en su plantilla. El ‘Pelusa’, en paz descanse, premió a ese combinado azteca y les cedió una limosina para que celebraran el campeonato.
Diego Maradona incursionó en el futbol rápido en 1994, meses después de que la FIFA lo suspendió por dopaje. El astro argentino acudió al primer Mundial de la especialidad que se celebró en Pachuca, Hidalgo, mismo que Brasil ganó tras vencer 4-3 a Argentina en la final, sin embargo, un año después el ‘Pelusa’ buscó la revancha en el torneo en el que ya participó Mario Huescas.
“En el primero no fui requerido, ahí fueron otros jugadores, en el segundo ahí sí. Fuimos a probarnos para ver a quién convocaban y me tocó a mí. Iban un buen, iban arriba de 200 a la prueba. Esa vez iba el ‘Piojo’ Herrera y Manuel Negrete y les dijeron ‘no, ustedes ya no pasan, necesitamos velocidad’”, declaró Mario Huescas en entrevista para ESPN.
Mario Huescas, con paso en Tercera División, reservas y nuevos valores del futbol mexicano, vio que la edad avanzaba y no recibía una oportunidad a nivel profesional en el soccer, en el que jugaba como delantero, pero sí lo consiguió como defensa en el futbol rápido con ‘Perinorte’, equipo que lo impulsó al Mundial que se celebró en Mar de la Plata, Argentina.
“Era centro delantero en soccer, pero en rápido jugaba de defensa. Como corríamos mucho y en el futbol rápido era mucha velocidad y como teníamos velocidad y sabíamos salir tocando el balón, por eso me metieron de defensa”.
Mario Huescas fue seleccionado por México a los 24 años de edad y viajó a Argentina para disputar el Mundial de futbol rápido, que tenía como atractivo la inclusión de jugadores que ya se habían retirado, pero el que más acaparaba la atención era Diego Armando Maradona, al que el Tri se enfrentó en la final.
“Estaba más nervioso que cuando me iba a casar”, recuerda Mario Huescas entre sonrisas. “De hecho, me alcancé a tomar una foto con él”, comenta el papá de Rodrigo Huescas, quien, por su posición, en repetidas ocasiones se enfrentó a Maradona.
“En técnica, muy bien él, pero ya en velocidad le ganábamos nosotros. Cuando se acercaba con el balón, pues a quitárselo. Nunca pensé lo Dios que era, pero ahí me di cuenta que fue el ídolo de Argentina. Maradona es un Dios. Me tocó vivirlo y ahora sí que sin querer me tocó jugar a lado de él, pero sí Diego es un Dios ahí, en paz descanse”.
Mario Huescas recuerda que México ganó el campeonato con marcador de 3-2. Sin embargo, en su mente tiene guardado un golazo que marcó Maradona, que pudo significar el segundo en la noche para el argentino, pues el árbitro no lo contó, acción que molestó al ‘Pelusa’.
“Faltaban dos minutos para que terminara el juego y estaba muy tenso, de hecho, se sentía que la gente se brincaba a la cancha, porque apenas lo tocaban y se sentía que se metían a la cancha. Faltaban dos minutos y en una jugada cometen una falta, el árbitro la silbó, pero no se escuchó por el ruido de la gente y siguió la jugada. Nosotros también seguimos, pero algunos nos quedamos parados. En eso le dan el balón a Maradona, le hace un ‘sombrerito’ a un compañero, la prende de volea y la mete en el ángulo. Un gol que no se me olvida, pero ahí se enojó él porque el árbitro dijo que había sido falta a favor de nosotros y ahí la gente se nos vino encima”, relató.
“Se calmaron, sacamos, ya haciendo tiempo, terminó el juego y no se esperó ni a la premiación, salió bien enojado. Eso sí, nos prestó una limosina para festejar en Argentina”, agregó.
Diego Maradona no se quedó a la premiación, pero dejó una limosina, en la que los mexicanos celebraron el campeonato por cuatro horas en las calles de Mar de la Plata. Sin embargo, lo hicieron sin sus uniformes, pues la afición invadió el terreno de juego y, ante el temor de lo peor, solo se metieron para pedir playeras y shorts.
Han pasado casi 30 años de aquella experiencia de Mario Huescas, quien ya le contó la historia que tuvo con Diego Maradona a su hijo Rodrigo Huescas, de 20 años de edad, quien está por firmar con FC Copenhague de Dinamarca, tras su paso por Cruz Azul.
“Cuando se la platiqué, fue algo muy chistoso. Me dijo que mejor hubiera jugado contra Messi, le dije que como estaba más chiquito no sabe la historia de Maradona, pero él está endiosado con Messi. Le dije que viera la historia de Maradona, creció, la vio y me dijo que estaba muy buena”, concluyó.
Rodrigo Huescas, quien está por firmar en las próximas horas con Copenhague de Dinamarca, considera que la historia que tiene su papá con Diego Maradona, es atesorada en la familia, al igual que el material fotográfico que presume Mario Huescas.
“Me ha contado que jugó contra él y que para él el más grande es Maradona, en mi caso para mí el más grande es Messi, pero mi papá tiene esa bonita anécdota del futbol, que le tocó jugar contra él y le tocó ganarle. Me contó que Maradona al final le reconoció su buen partido y hasta se tomó una foto con él y eso es muy importante para mí, para mi familia porque podemos contar anécdotas que pueden estar para siempre”, externó el futbolista, quien bromeó sobre la fotografía que le enseñó su papá.
“Era difícil de creer porque cuando no tienes prueba y evidencia al final es complicado. Él me enseña la evidencia y le digo ‘¿cómo crees que este eres tú?’, mi papá me enseña la foto y ha cambiado mucho, tenía el bigotito y el pelo así larguito y pues hoy en día nada qué ver. Lo creí todo y lo felicité”.