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Anselmi, el loco que vino a poner cordura en la Liga MX

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El Clásico Regio y sus figuras brillan en la Jornada 12 de la Liga MX (0:38)

Ricardo Peláez destaca lo sucedido en el Rayados vs Tigres entre 'Lo bueno, lo malo y la figura' de la Jornada 12. (0:38)

Martín Anselmi suma ya torneo y medio marcando pautas semana a semana; sí, las decisiones de un loco que le ponen cordura a un manicomio ambulante como lo es la Liga MX.


PLOS ÁNGELES -- La basura empieza a separarse en la Liga MX. Cruz Azul y Toluca los únicos que dignifican el boleto de entrada al estadio, más allá del garbanzo de a libra que fue en la Jornada 12 el álgido, generoso y bélico Clásico Regio (Monterrey 4-2 Tigres).

En la cola de la deshonra y la ignominia, los protagonistas de la desgracia se encolumnan en su oprobio los hijos bastardos de la MultiPropiedad.

La toxicidad extrema de una liga tóxica: Santos (8 puntos de 36 posibles), Querétaro (9 puntos de 39 posibles), Pachuca (9 de 36), Mazatlán (9 de 36), Puebla (11 de 39), León (12 de 36), y entre esa tropa de despojos, Juárez (10 de 36).

Al frente de ese pelotón patibulario, Necaxa con 13 puntos de 36 posibles y agobiando al América quien desde hace años, no causaba lástima con 17 puntos de 36 posibles, es decir, menos del 50 por ciento de productividad; es decir, ni a la mediocridad alcanza, pero está en zona de Play-In, el refugio de los vulgares, donde se agazapan, trémulos, de momento, Atlas, Chivas y San Luis.

Por lo pronto, Cruz Azul ya pintó su raya. Está a una victoria de asegurar, al menos Play-In, y recibe este miércoles a una momia pendiente de embalsamar, como lo es Juárez.

Sin olvidar toda la podredumbre moral que existe fuera de la cancha en Cruz Azul, entre promotores de cabecera (Bragarnik, Pérez y Pavón), y los asteriscos de quienes controlan la Cooperativa, lo que ocurre en el campo de juego, es fascinante. Totalmente.

Cuestionado, válidamente por su filiación con Iván Alonso y sus promotores, Martín Anselmi suma ya torneo y medio marcando pautas semana a semana. Sí, las decisiones de un loco que le ponen cordura a un manicomio ambulante como lo es la Liga Mx.

En esa ansiedad propia del oficio de reportero, seduce en extremo poder tener acceso a los entrenamientos de Cruz Azul y a las charlas tácticas y motivacionales de este desquiciado de Anselmi.

Simplemente revisar lo que ha conseguido hacer con jugadores como Faravelli, Rivero, Rotondi y Romo, y la forma en que los coloca o “descoloca” de un partido a otro es realmente maravilloso. De hecho, la forma en que ha logrado rescatar a Romo, recluido en Monterrey a la inoperancia, el hartazgo y la mediocridad, repercute de manera inmediata en la Selección Mexicana.

Luis Romo está cerca del nivel que tuvo cuando Cruz Azul rompió el maleficio y fue campeón, y que injustamente le quitaron el reconocimiento de MVP del torneo en beneficio del hoy desaparecido (futbolísticamente) Cabecita Rodríguez (Portland, MLS), gracias al glamour de los goles.

Más allá de la cultura futbolística de los mencionados Faravelli, Rotondi, Rivero y Romo, la disciplina y convicción para desarrollar, a veces de un partido a otro, funciones tan diferentes en la cancha y a veces tan disímbolas.

Y mientras en el América se cobijan, se agazapan bajo la explicación de un bajo rendimiento debido a lesiones (17 en el torneo) ocasionadas por la fatiga del Bicampeonato, se olvidan que Cruz Azul fue el otro finalista y con la carga de la Leagues Cup, la diferencia de minutos provoca que sean de risa las explicaciones de Coapa.

Lamentablemente para los medios, cada vez es más infranqueable el búnker que montan los equipos mexicanos. Puertas cerradas, extrema seguridad y pocos espacios para que los reporteros atisben puntualmente lo que hace Anselmi durante la semana.

Pero, especialmente, saber si es él o quién le auxilia, en el manejo emocional de un equipo con una historia tan compleja como la del Shinkansen Azul, tan compleja que se dio el lujo de acuñar un verbo que conjuga y define la ignominia: “Cruzazulear”.

Especialmente porque desde el inicio de su trabajo, con la cantidad de escenarios puestos al desnudo, respecto a promotores y director deportivo, lograr controlar la permeabilidad de versiones, aseveraciones y definiciones, debió ser la primera de sus tareas.

Ocioso, extenso, pero principalmente pretencioso, sería tratar de desglosar cómo, partido a partido, retocando hombres, posiciones de estos, o parado táctico, termina Anselmi sentando una supremacía en la cancha, y su único desliz (San Luis 3-1), lo marcaron la accidentalidad (postes y autogol), así como la enésima roja de Piovi.

Con el mejor portero de la Liga en sus filas (Kevin Mier), el Cruz Azul enfrentará, en el cierre de campaña, cuatro de sus cinco partidos restantes en la Ciudad de México: Juárez, Santos, Tigres, y visitando a Pumas. Como huésped, seguramente jugará de local ante el Atlas.

El reto ahora para Anselmi será la capacidad de administrar los ratos de ocio, por llamarle de alguna manera, ante la aparente inevitabilidad para que termine como líder general del torneo y clasificando a la Liguilla en un par de semanas.

Pero, seguramente para este escenario, ese loco, Martín Anselmi, que le ha dado un distintivo de cordura a la Liga Mx, ya tiene preparadas la pizarra, la arenga y las neuronas necesarias.