La segunda división del futbol mexicano, conocida actualmente como Ascenso MX, y que ha mutado en diferentes facetas, nombres y figuras a lo largo de los años atraviesa actualmente por una de sus crisis más severas en su historia tanto en lo deportivo como en lo económico, pues de cara al año 2020 tendrá que disputarse con dos equipos menos que en el último torneo debido a cuestiones económicas.
Este viernes se confirmó la desaparición de la franquicia Loros de Colima, debido al fallecimiento de su propietario Jimmy Goldsmith, y el desinterés de su familia en continuar con el trabajo hecho por el magnate inglés.
Semanas atrás, la franquicia de Potros UAEM se bajó del barco argumentando falta de liquidez y problemas económicos.
En menos de un mes, más de 100 personas, entre futbolistas, cuerpo técnico, staff y empleados administrativos se quedaron sin trabajo de un plumazo, debido a estas decisiones.
El problema en el Ascenso MX es la falta de atención por parte de los dirigentes. Esta liga es la principal perjudicada con la reglamentación establecida en el año 2018, y que permite a los equipos que perdieron la categoría de forma deportiva, lograr conservarla con el pago de un monto económico.
Otro de los problemas fue la llamada “certificación”, lo cual fue una serie de requisitos que bloquearon a varios equipos a aspirar a ascender al Ascenso MX, y que fueron establecidos por el órgano rector del futbol mexicano a los equipos de Liga Premier –tercer escalón deportivo en el futbol mexicano-, entre ellos Tlaxcala, Tepatitlán y los propios Loros de Colima fueron imposibilitados de ascender.
Estos mismos requisitos adaptados para poder llegar a la Liga BBVA MX bloquearon a varios proyectos en el Ascenso MX para llegar a lo más alto. Clubes como Cafetaleros de Tapachula sufrieron las consecuencias. Aunado a que varias franquicias que cayeron al Ascenso han ido desapareciendo: Jaguares de Chiapas y Lobos BUAP son el ejemplo.
Nunca antes en los tiempos recientes, la liga de segunda categoría del futbol mexicano debió jugar con tan pocos exponentes futbolísticos (12).
La segunda división mexicana fue fundada en el año 1950 con la intención de generar competencia y otorgar el premio de llegar a la Primera División. A mediados de la década de los noventa, tuvo una de sus primeras y más amorfas transformaciones.
Dicha liga fue modificada en formato y en nombre. A partir de la temporada 1994-95 pasó a llamarse “Primera A”, y comenzó a disputarse con quince equipos.
A mediados de la década pasada cambió el formato y el nombre. Ahora se le denominó “Circuito de Ascenso” con un total de 24 equipos, y en el cual se obligó a todos los equipos de Primera División a contar con una filial, con la intención de formar jóvenes. El proyecto fracasó.
En los últimos años ha fluctuado el número de participantes. En los últimos diez años se ha reducido de 17 a 12, como quedará de cara al próximo año.
En el camino se han quedado franquicias como la de Guerreros de Hermosillo, Albinegros de Orizaba, Alacranes de Durango, Indios de Ciudad Juárez, Neza FC, Irapuato, Delfines del Carmen, víctimas de diferentes hechos que impidieron su permanencia en el circuito y desaparecieron en los últimos años.