MÉXICO -- Santiago Giménez tuvo que luchar contra la disciplina académica en su camino para llegar a la Primera División, así lo recuerda Porfirio Jiménez, ex jugador de la Máquina y entrenador del ‘Chaquito’ en las fuerzas básicas del Cruz Azul, quien revela que el delantero se perdió partidos como castigo de sus papás ante el bajo rendimiento que tenía en la escuela, pues solo estaba centrado en el futbol.
“Tuvimos que trabajar la mentalidad porque era un chico que a veces se imponía su mami, no le gustaba mucho la cuestión académica, entonces lo castigaba con no ir a los partidos a veces para que entendiera que también era parte. El chico era muy inquieto, no le garantizaba nada que llegara a este grado, pero el chico trabajó mentalmente porque tenía que estar en ambas partes”, externó Jiménez en entrevista para ESPN Digital.
“Él se enfocaba más al futbol, sabía lo que tenía, pero el chico creo que asumió la responsabilidad y mejoró mucho, eso quiere decir que está donde tenía que estar porque yo lo veía en un futuro en la Primera División”.
Porfirio y Santiago tuvieron su primer encuentro en la escuela de Cruz Azul Acoxpa, donde el delantero arribó a la par de que su papá a la Máquina. Jiménez cuenta que desde la primera vez que lo vio jugar, el hijo de Christian Giménez llamó la atención por ser un zurdo nato, habilidad difícil de encontrar.
“Un chico con muy buenas características, que le gusta muchísimo el futbol y desde ahí se empezó a caracterizar que tenía ese fuelle, ese don para llegar, un chico muy inquieto que le gustaba jugar en todas las divisiones. Empezamos a trabajar la pierna inhábil, creo que él estaba muy consciente de las habilidades que tenía, a esa edad se despierta mucho el ímpetu de tener el contacto siempre con la pelota, un chico muy participativo y él quería estar siempre en acción”.
El también ex futbolista de los cementeros informó que tuvieron que platicar con Giménez para orientarlo y que aprendiera a lidiar con las comparaciones que en un futuro habría con la carrera que hizo el ‘Chaco’, su padre, incluso dentro del equipo lo llamaban por su nombre o por ‘Santi’, no por ‘Chaquito’.
“Platicaba mucho con él respecto al compromiso que tenía por lo de su papá, él entendió que tenía que buscar su sueño y qué mejor que por él mismo, creo que se enfocó más a ser un jugador de otro estilo que su papá, de ahí que él haya tenido la fortuna o la fortaleza mental de sobresalir y no que le pesara el nombre de su papá, que él hiciera lo propio”.
Jiménez, quien actualmente trabaja para una escuela de Cruz Azul en Hidalgo, explicó que ‘Santi’, quien debutó en agosto de 2019, puede jugar como centro delantero y enlace, de acuerdo de las necesidades del equipo.
“Lo conozco desde chico, le encanta, le divierte, sabe lo que quiere. Lo tuve desde las fuerzas básicas, como daba la edad para la 15 y 17, él quería jugar en los dos partidos, es un chico muy interesante y eso le va a dar mucho para que sea un jugador muy importante dentro de la institución”.
Jiménez espera que el delantero mantenga la continuidad que ha tenido en las primeras jornadas del Clausura 2020, torneo en el que suma dos dianas, pues considera que tiene potencial para ser el ‘9’ titular de Cruz Azul y en un futuro ser embajador de la cantera de la Máquina en Europa.
“Reúne todo, es un chico que va por buen camino, el proceso lo van llevando muy bien y creo que él, en el sentido que siga jugando, va a dar la pauta de ser un gran jugador y él tiene todo para triunfar aquí en México y en el extranjero”.
“Un jugador muy entregado, muy atento, lo más importante es que veo que se divierte, lo disfruta al máximo, sabe escuchar y llevar a cabo las indicaciones. Es un chico bastante noble, tiene un ejemplo en casa, que creo que lo ha sabido llevar”.