MÉXICO -- El medio ofensivo Raymundo ‘Rayful’ Fulgencio pudo haber vestido la playera del América en el Clausura 2020 y no la de Tigres. Estaba arreglado de palabra con las Águilas, pero de último momento el proyecto felino se impuso.
Si Raymundo se hubiera quedado con las Águilas, no habría tenido la posibilidad de jugar en la Liga MX, más allá que la idea de la directiva era contratarlo por tres años. Su lugar sería, por lo menos en el actual torneo, el equipo Sub-20, a diferencia de Tigres que se comprometió a proyectarlo en la Primera División, tal como se vio en la quinta fecha --el muchacho salió como titular en el partido ante Chivas y jugó 93 minutos.
Al respecto habló para ESPN Digital el papá de Raymundo, Filiberto ´Filiful’ Fulgencio’, quien funge como representante del nuevo felino.
“Ya lo tenía arreglado con el América; casi era un hecho. América se lo había ganado a León; pero había unas condiciones que no me parecieron y decidí moverlo de ahí”, dijo, refiriéndose a que Raymundo no tendría la oportunidad de buscar un lugar en el primer equipo y no querían cederle sus derechos federativos como quería el club.
“A fin de cuentas era un trato verbal. Nunca hubo un papel firmado, pues sé cómo es esto. Va empezando mi hijo y no lo voy a meter en un problema; nunca permitiría que no cumpliera un contrato”, aseguró el otrora futbolista de Veracruz, Necaxa y Puebla.
Antes de las Águilas, el chavo tuvo una propuesta de León. El padre platicó con el técnico Ignacio Ambriz, de quien fue compañero en varios equipos en sus tiempos de futbolista.
“León llevaba la prioridad, pero se atravesó América; desgraciadamente, las condiciones de cómo se lo quería llevar no me parecieron. Terminé hablando con Carlos Aviña y con Gilberto Adame, el auxiliar de Miguel (Herrera) y yo le comenté la situación y que quizá no era la manera en la que se acercaron, pero al fin de cuentas América es uno de los más grandes del futbol mexicano y mis respetos para ellos. Esto da vueltas y no sé en qué momento también Raymundo pueda caer en América o en Chivas”.
Agregó que América “no lo querían comprar, sino que yo les cediera sus derechos, a préstamo, y si lo vendía le tocaba un porcentaje al equipo”.
“Lo que me no me gustó es que por ahí había una personita que tenía que representarlo” y subrayó que “eso no fue por parte de América. Una persona me habló para representarlo y dije que no”.
A Fulgencio le gustaría que su hijo tenga un representante “con más conocimiento que yo, pues no tengo tantos conocimientos como los que se dedican a esto; ellos tienen más contactos, más relaciones en el medio. Creo que ahorita lo que necesita es jugar y ya después que venga la representación lo que él quiera; pero un representante tiene que ser un amigo, alguien en el que pueda confiar y hasta desahogarse”.
Dijo que más que representante de Raymundo, él es su padre “y lo oriento y sé lo que es bueno y malo para él. En este negocio él está empezando. Esta es una carrera muy difícil, pero quedaron las puertas abiertas de América. Le di las gracias al vicepresidente Carlos Aviña (jefe de inteligencia deportiva), le di las gracias a la gente que tenía que yo agradecerle el interés por Raymundo y pues, no sé, en cualquier momento puede aparecer Raymundo en cualquier otro equipo, llámese Tigres, América, Monterrey, Cruz Azul, Chivas, no sé. Al final él va a decidir el camino a tomar”.
Agrega que estaba por visitar de nuevo Coapa cuando recibió una llamada de Antonio Sancho, gerente deportivo de Tigres, quien mostró su interés. La propuesta felina convenció a padre e hijo y se hizo un contrato por tres años, a partir del presente torneo.
Luego informó que a los dos años se hará una revisión de contrato, pero “es un hecho que quedó en las mejores condiciones en el club. Sancho y la gente de Tigres se portaron de una gran manera; no me puedo quejar. Está ‘opcionado’. No tenemos el monto todavía, pues primero tiene que jugar. No se ha hablado del precio; en la revisión de contrato se verá. No quiero marearlo todavía (a su hijo); quiero que se dedique a jugar y después se verá. Para lograr cosas buenas tiene que entrenar duro, ser disciplinado. Tiene una carrera muy prometedora y de él depende”.
Se sincera Fulgencio al señalar que su hijo se había ilusionado por jugar con los capitalinos. “Todo muchacho quiere ir jugar al América, pero cuando le dije de Tigres y le formulé más o menos lo que era Tigres, me dijo: ‘es cierto papá, tengo que jugar donde sea’. Le dije que ‘para romperla tú tienes que jugar en donde sea. Y América y Tigres son similares. Creo que el ‘Piojito’ trabaja más con jóvenes, pero le dije que ‘no importa, ya que en el futbol no hay jóvenes ni viejos, hay buenos y malos y tú eres muy bueno. Apenas estás empezando y te falta mucho camino por recorrer. Raymundo es tigre y será tigre hasta que ellos decidan”.
‘RAYFUL’ TERMINÓ ACALAMBRADO
Habiendo jugado 12 años en el futbol profesional, Filiberto Fulgencio sabe que llevar una carrera seria desde el inicio siempre trae buenos dividendos. Por eso comenta que le da muchos consejos a Raymundo.
“Ahorita es una promesa, no una realidad; cuando madure y sepa manejar sus números ya él decidirá a donde ir, porque es el dueño de su carta”.
Enseguida se refirió al partido que jugó Raymundo contra Chivas, el sábado, dentro de la quinta fecha. “Todavía está en shock (su hijo). A mí me sorprendió su actuación y creo que a todo mundo. Es mi hijo, sé cómo juega, pero no me esperaba que jugara así de bien”.
“He escuchado que algunos medios lo comparan con Lucas Lobos, pero creo que es más dinámico que Lucas; no hay ninguna comparación. No puedo comparar a mi’jo con una gran figura, pero tiene buenas características. Es muy descarado, muy atrevido; tira buenos centros con ambas piernas y tiene el sacrificio de hacer los recorridos para atrás; por eso terminó acalambrado porque todavía no sabe dosificar su esfuerzo hacia adelante y hacia atrás”.
Por último, revela que le gusta que “mi chamaco” sea dirigido por Ricardo ‘Tuca’ Ferretti.
“Si en alguien confío para dejárselo en él; sé que está en buenas manos. Los enojos de ‘Tuca’ no son porque él quiera exhibir al jugador; lo hace para corregir; es su manera y cada entrenador tiene su forma de trabajar; otros corrigen con una palmadita en la espalda, otro hablando de buena manera. Cada técnico es diferente y si eso te ha dado no vas a cambiar, y le ha dado mucho a Ricardo”.