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Vendedores en las afueras del Estadio Azteca sufren por paro en Liga BBVA MX

Explanada Estadio Azteca Imago7

El Estadio Azteca se ha convertido en el sustento de familias que viven en los aledaños del recinto, toda vez que vecinos de colonias como Santa Úrsula Coapa y Santo Domingo venden comida o dulces de manera cotidiana o durante la celebración de cada evento, sin embargo esto cambió con el paro en la Liga BBVA MX por el brote de coronavirus.

Con cerca de tres décadas vendiendo comida afuera del Coloso de Santa Úrsula, la señora Norma Padilla, señaló que no tener juegos de futbol es complicado, especialmente porque su familia se compone de seis integrantes.

“De ahí comemos mi familia y no solo nosotros, sino las personas que están al rededor del estadio. Es muy importante el estadio para nosotros. El Clásico entre América y Cruz Azul lo jugaron a puerta cerrada se echó a perder mucho producto. La economía se vino para abajo para nosotros. Vivimos comerciantes y acomodadores de carros. Es muy importante para nosotros que haya partidos”.

“Yo que vendo de diario pedí 13 mil pesos de refresco para mi venta a lo largo de los días y tampoco perdí tanto dinero, pero hay personas que se ponen solamente ese fin de semana e invirtieron entre cinco mil y siete mil pesos”, declaró.

El inmueble dos veces mundialista ha visto cómo a las afueras el olor a comida desapareció y los gritos de vendedores ofreciendo sus mejores productos los sábados por la tarde se perdieron.

“No sale el gasto para nosotros y la venta ha bajado mucho. Vendemos el cincuenta por ciento de lo que vendíamos en los partidos. No podríamos comer si hacemos cuarentena, apenas llevamos lo de nuestra comida del día a casa. En donde vendemos nos piden que nos pongamos cubre bocas y nos lavemos bien las manos”, externó a ESPN la señora Ali Yáñez, quien señaló que en la última jornada disputada invirtió 12 mil pesos en producto.

Los puestos ubicados sobre Calzada de Tlalpan han cerrado de manera paulatina. Giovani Salazar, quien vende dulces, mencionó que ante la ausencia de personas y la nula venta de playeras los vendedores poco a poco han dejado de laborar.

“Yo vendo dulces, pero casi no hay gente. Pasan, pero no compran a como vendemos en los partidos. Sí afectó, porque en juegos hay más dinero y mayor venta.

Además, aceptó que buscar un nuevo empleo no es una opción, ya que no hay trabajos ante la situación económica que que se vive.

“Soy yo, mi madre y mi hermano, pero mi mamá ahorita no tiene trabajo por esta situación. Quisiera buscar otro trabajo, pero con este problema ahorita estoy bien. Ahorita los puestos de playera cerraron. Cuatro de los cinco dejaron de venir la semana pasada y ese último solamente vendió antier y ya ahorita está cerrado. Quería vender, pero no salió una sola”, concluyó.