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El Diablo Rojo se extingue en Alemania

Estamos hablando de un equipo verdaderamente grande del balompié germano y que ha sido devorado por la crisis financiera

Existen historias en el mundo del fútbol que no se creen. Historias que, algunas, son escritas con letras de oro y otras utilizan palabras salpicadas de lágrimas, dolor, sufrimiento y tristeza.

Mas allá de que la vida es algo más o menos parecido a lo anterior, con momentos marcados por la felicidad, la plenitud y la satisfacción, no cabe duda de que los matices de nuestra existencia se dibujan con las más variadas tonalidades. Esto es lo que le ocurre justo ahora al 1. F.C. Kaiserslautern, los emblemáticos Diablos Rojos del fútbol alemán, que están literalmente a un paso de la extinción gracias a severos problemas económicos y no menos futbolísticos.

Estamos hablando de un equipo verdaderamente grande del balompié germano. Este mismo en el que jugó el “Spielführer” de la selección nacional de Alemania campeona del mundo en Suiza 1954, el gran Fritz Walter, quien además de ser el hijo pródigo de la ciudad, le otorgaría su nombre al estadio que fuera sede del Mundial del 2006. Así como Walter, también vistieron la playera roja otros campeones mundiales como Andreas Brehme y Miroslav Klose, máximo artillero en Copas del Mundo. Cómo no recordar también a otros grandes como Michael Ballack, Werner Melzer y Axel Roos, quienes contribuyeron a hacer de éste, uno de los equipos más populares y queridos de Alemania.

“Die roten Teufel” (Los Diablos rojos) han conquistado cuatro títulos del fútbol alemán (dos en el viejo torneo nacional y los otros dos en la actualmente llamada 1. Bundesliga), 2 trofeos de la DFB Pokal y una Super Copa de Alemania. En el plano europeo, presumen haber ganado tres Copas Intertoto de la UEFA, logrando acceder además a dos semifinales de la Copa UEFA y hasta unos cuartos de final de la UEFA Champions League en 1999, instancia en donde por cierto fueron vapuleados por otros paisanos, el FC Bayern Munich, con un escandaloso 6-0 global.

Como dato curioso, el 1. F.C. Kaiserslautern obtuvo su segunda Pokal en 1996 justo en el año en el que descendieron a la 2. Bundesliga. Pero más curioso y raro aún resultó que luego de haber permanecido un año en la división de ascenso, logra su retorno al máximo circuito para coronarse inmediatamente después en la 1. Bundesliga, hazaña que no ha repetido ningún otro equipo recientemente ascendido a la primera división del balompié teutón.

Así como hemos hablado de jugadores, también encontramos en la historia de los pingos alemanes, grandes entrenadores formadores de varias generaciones de futbolistas que más tarde brillarían en otros clubes. Uno de los más recordados y queridos fue Werner Liebrich, conocido como “Die Fahrer” (El Conductor), en su momento tremendo defensa e integrante del once que hizo realidad “El Milagro de Berna”, y quien, bajo su mando, le dio al equipo de la ciudad perteneciente al estado federado de Renania-Palatinado, los títulos en 1951 y 1953. Otro gran Director Técnico fue Otto Rehhagel, legendario estratega que logró la ya mencionada proeza de hacerlos campeones por dos años consecutivos, tanto en segunda como en primera división. Sí, ese mismo entrenador que años más tarde le obsequiara a Grecia en Portugal, su primera y única Eurocopa de la historia.

Pero, ¿qué ocurre actualmente con el 1. F.C. Kaiserslautern? Tristemente la desgracia. Dentro de la cancha llegaron los descensos. Los malos resultados que aparecieron casi de un torneo a otro condenaron a los rojos a la 2. Bundesliga en varias ocasiones, pero no fue sino hasta la temporada 2017-2018 cuando vino la hecatombe al descender hasta la “Dritte Liga” o tercera división, manteniéndose en ella desde entonces terminando la actual campaña 2019-2020 en la 10ª posición, quedándose a ocho puntos de aspirar a una eventual promoción para el ascenso a segunda.

Sin embargo, fuera del terreno de juego vino lo peor. Los problemas administrativos aparecieron cuando comenzó a escasear el dinero debido a, entre otras causas, al pésimo manejo de sus finanzas que se evidenció desde el 2003 cuando la policía alemana detuvo en su residencia a Jürgen Friedrich, ex presidente del club, bajo sospecha de evasión fiscal y malos manejos financieros durante las gestiones que él encabezó. Lamentablemente y desde entonces, la solvencia financiera de la institución no logró enderezarse en ningún momento, llegando al actual y fatídico 2020, declarándose en quiebra el pasado lunes 13 de julio tras contraer una deuda de 24 millones de euros, sometiéndose voluntariamente a concurso de acreedores con el objetivo de “retornar rápidamente a una sustentabilidad económica” como lo expresó en su momento su jefe ejecutivo Sören Oliver Voigt.

Sin duda, éste es uno de los muchos casos en el fútbol mundial en donde el brillo que produce una historia rica en tradición, orgullo, títulos e identidad, se ve opacado casi hasta la negrura total por el manejo indebido de los activos y pasivos de una institución que, como en este caso, padecen los Diablos Rojos del Kaiserslautern. Una estirpe del fútbol alemán que está en riesgo de extinción.