180 minutos separan a Ignacio Ambriz de ese preciado primer título de Liga. Tarde o temprano llegará
El León lleva dos años siendo el mejor equipo de la Liga MX. Así de simple. Y tiene una constante, su entrenador. Ignacio Ambriz ha sido el piloto de los panzas verdes todo este tiempo, un técnico que está en plena madurez y buscará esta semana el primer título de liga de su carrera.
Ningún otro equipo ha sumado más puntos que el León de Ambriz en los últimos cuatro torneos completos: 135 unidades. Muy por encima de su más cercano perseguidor que son los Tigres con 111. Estamos hablando de 24 puntos de diferencia. Pero durante estos dos años Tigres les ganó una final y fue el equipo que logró un lugar en la historia. Al León le sigue faltando ese último empujón. Hoy vuelve a tener garantías muy sólidas para conseguirlo.
“Son dos años de trabajo… Ha sido clave saber manejar algunos resultados que en otras liguillas me costó quedarme fuera”, fue una de las reflexiones de Nacho al final del partido de vuelta contra Chivas. Vale la pena detenerse en ese comentario, porque para ganar una liguilla, y en consecuencia un campeonato, hay que saber manejar todas las facetas del juego que pueden presentarse durante una serie de 180 minutos. No nada más atacar bien, también saber defender. Saber resistir los momentos de más claridad del rival, como lo hizo en el segundo tiempo contra Chivas sin que inquietaran a Rodolfo Cota.
Ambriz mandó una doble contención con Iván Rodríguez y Pedro Aquino, y adelantó a Luis Montes. Garantizó el trabajo defensivo, dominó el medio terreno y no perdió creación en el frente de ataque con su jugador más claro que es Montes. Si necesita ser más ofensivo también lo puede ser, el León demostró ser uno de los cuadros con los colmillos más afilados. ¿Qué les falta? Un eje de ataque 'matón', como antes tuvieron con Mauro Boselli o José Juan Macías.
Nacho Ambriz atraviesa por un momento de plena madurez en su carrera. Fue auxiliar de Javier Aguirre en Osasuna y Atlético de Madrid, peleó por no descender con un Puebla lleno de carencias en sus inicios, manejó a América y Chivas, ganó un torneo de Copa y uno más de Concacaf, y ahora en León nos entrega su mejor versión. Ambriz es un tipo intenso, pero rara vez le veremos un exabrupto en la zona técnica. Sabe manejar su grupo, desde que era jugador se distinguió por ser un gran líder. No olvidemos que fue el capitán de la selección mexicana en el Mundial de Estados Unidos 1994.
La historia recuerda a los entrenadores que coronan sus grandes temporadas con campeonatos. 180 minutos separan a Ignacio Ambriz de ese preciado primer título de Liga. Tarde o temprano llegará.