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'Picas' Becerril, un personaje clave en la carrera de Santiago Ormeño

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La chusca razón por la que Ormeño llegó tarde a un entrenamiento (3:14)

Enrique Vela y Octavio 'Picas' Becerril cuentan algunas anécdotas divertidas del jugador de Puebla. (3:14)

Diferentes entrenadores que han tenido al ariete de La Franja coinciden en su personalidad ligera, pero el exjugador del Necaxa lo "enderezó" a partir de 2018

La personalidad de Santiago Ormeño salió a relucir durante la eLiga MX, sin embargo, el actual delantero de Puebla siempre ha sido una persona alegre y bromista, aspectos que ha mantenido, pero que, durante su desarrollo como futbolista, le impedían concentrarse al cien por ciento en los entrenamientos, actividad en la que solía distraerse, como lo cuentan algunos de sus exentrenadores, hasta que Octavio ‘Picas’ Becerril lo tomó a los 24 años de edad.

Ormeño y ‘Picas’ Becerril se conocieron en el 2018, cuando Santiago fue a hacer una prueba al Puebla que era dirigido por Enrique Meza, quien tenía a Octavio entre sus auxiliares, mismo que se encargó de hacerle una marca pegajosa al actual atacante de La Franja para que no se distrajera en los ejercicios.

Siempre estuve cerca de él corrigiéndole algunas cosas, hice buena amistad. Le decía que se distraía de repente muy fácil. En los trabajitos que nos pedían el 'profe' Meza y el preparador físico, él tenía que poner muchísima atención para ejecutar muy bien el ejercicio y yo le decía que iba a estar atrás de él para corregirlo, le dije: ‘Cada jugada que se te presente la tienes que hacer de partido, como si fuera la última jugada del partido, así quiero que la hagas’, pero de repente una broma a un jugador, se distraía y perdía la concentración de esa jugada y se perdía el avance, entonces yo batallaba con él y fue mejorando”, recuerda Becerril, quien como defensa se caracterizó por ser un jugador duro y fuerte en la marca, cualidades que aplicó con Santiago.

“Esos detallitos son hábitos que se deben de corregir en fuerzas básicas, entonces él tenía que hacer más porque ya no tenía la edad para estarle corrigiendo estas cosas, él ya tenía que mostrar muchas más cosas importantes para que fuera tomado en cuenta, entonces sí le hablaba fuerte, me disculpo públicamente porque soy mal hablado”.

Francisco Tena, quien lo tuvo en la Sub-17 del América, recuerda que desde ese entonces, Ormeño era “mentalmente disperso”, pues considera, que a pesar de que era adolescente, en dicha categoría había jugadores más maduros.

“Santiago tiene la fortuna de tener una familia donde no le ha faltado nada de amor, ni de apoyo de ningún tipo, entonces eso te hace tener a veces tener cierto relax en sus aspiraciones y hay jugadores que ven en esas categorías su única oportunidad de salir de donde están y había esa diferencia.

"Yo creo que Santiago no sentía la necesidad de todavía de quemar sus naves, su mejor esfuerzo y había otros chicos que estaban decididos y ahí creo que le ganaban otros”.

“Siempre fue bromista, siempre fue el que imitaba al profesor fulanito o el que hacía la broma con otros. Era un tipo muy alegre, muy extrovertido, siempre vestía diferente, si lo ves con un saco rojo o amarillo no te sorprende porque siempre vistió distinto. Es alguien que le gusta llamar la atención, es alguien que hace amistades fácilmente porque es alguien con carácter muy ligero, muy frontal, muy transparente, pero medio extravagante y siempre le hacían bromas por lo mismo, pero aguantaba, le gustaba ese tipo de ser el centro de atención por las cosas que hacía”.

En su paso por la Liga Premier estuvo en el Apertura 2017 con Pioneros de Cancún, donde su personalidad lo hizo forjar muchas amistades, pero también lo hacía distraerse de los entrenamientos que comandaba Enrique Vela.

“Hay jugadores que no cambian. Es un jugador que la atención no es su virtud, sí es muy distraído, es un jugador que siempre está haciendo bromas, que siempre está contento. Era el alma del equipo en el vestidor, era el del ambiente, siempre muy bromista, sonriendo, anécdotas tengo muchas, bromas a compañeros, al cuerpo técnico, pero sí un jugador distraído a la hora de entrenar, pero un tipo muy profesional, siempre se quedaba al final del entrenamiento a que le echaran centros”.

Mientras que por otro lado, Luis Alberto Baeza, quien lo llevó a Pumas tras su paso por las fuerzas básicas del América, considera que dicha personalidad lo ha llevado a no darse por vencido a pesar de los retos que ha tenido en su carrera.

“Esa personalidad le ha servido para seguir logrando más cosas, siempre ha sido un tipo alegre, siempre ha sido un tipo extrovertido, se va ganando el liderato del grupo a base de trabajo, pero aparte tiene una forma de ser muy ligera, que se gana a los compañeros”.