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La Máquina se está descarrilando

ESPN

Cruz Azul está jugando con fuego, y el que juega con fuego se quema.

Basta ya de consideraciones. Cruz Azul tiene un compromiso ineludible, un compromiso al que no debe rehuir, un compromiso del que no puede escapar, un compromiso con su actualidad, un compromiso con su realidad.

Un compromiso con el que volvió a quedar mal en la ida de las semifinales frente a Pachuca. La Máquina fue temerosa, precavida en exceso y timorata. Empatar sin goles en el Estadio Hidalgo le da a los Tuzos la gran ventaja de forzar a los celestes a ganar en la vuelta, siempre y cuando consiga el valiosísimo gol de visitante.

La Máquina se está descarrilando y le regalaron a los Tuzos más vida de la que quizá merecen. Cruz Azul está jugando con fuego, y el que juega con fuego se quema.

Cruz Azul tiene el compromiso de ser campeón. Cruz Azul es por plantel actual, y sobre todo por relevancia y trascendencia, mucho más que cualquiera de los otros tres semifinalistas. Cruz Azul es considerado un grande del fútbol mexicano y como tal debe comportarse y aceptar su compromiso y realidad.

El planteamiento de Juan Reynoso fue demasiado precavido y para la vuelta será igual, porque así ha sido toda la temporada, un planteamiento y un estilo de juego que solo se justificará y aceptará si La Máquina levanta el título.

Sobrecupo evidente.

El sobrecupo que se presentó ayer por la noche en el Estadio Hidalgo es un acto irresponsable y una situación vergonzosa que las autoridades federales, y sobre todo las autoridades de la Liga MX, no deben dejar pasar. Fue más que evidente que la noche del miércoles en el estadio de los Tuzos se violó, y por mucho, el aforo máximo permitido, promover y permitir una irresponsabilidad así bajo el contexto de salud actual es INDIGNANTE.

La directiva del Pachuca no tiene justificación ni perdón. Mikel Arriola, presidente de la Liga MX, tiene la obligación de actuar de forma inmediata y junto con el gobierno establecer sanciones ejemplares que además de sentar un precedente impidan que semejante irresponsabilidad no vuelva a presentarse.

En este tema queda mucho por hacer y no se puede solapar ningún acto retrograda que ponga en riego la salud pública.