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La vez que 'Loco' Abreu amarró a sus compañeros de Tecos para raparlos

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Loco dejó a todos pelones en Tecos, hasta el hijo del dueño (2:28)

Juan Carlos Leaño revivió anécdotas con el trotamundos uruguayo. (2:28)

Juan Carlos Leaño recordó las 'locuras' que hizo el delantero uruguayo, junto al 'Bofo' Bautista, durante su estancia en el equipo de la Universidad Autónoma de Guadalajara

Sebastián Abreu lleva en su apodo el absoluto reflejo de su personalidad. El 'Loco’' llegó al futbol mexicano para el Invierno 1999 a través de la puerta de Tecos. En equipo tapatío se encontró con Adolfo Bautista, quien lo ayudó a rapar al resto de sus compañeros, para que todos tuvieran el mismo look. Algunos accedieron, pero otros como Juan Carlos Leaño, hijo del dueño del club, fueron amarrados en el vestidor para dejarlos sin cabello.

‘Cheto’ Leaño, actual propietario y presidente de Tecos, recuerda que cuando se anunció la llegada del ‘Loco’ ya lo conocían por sus actuaciones dentro del terreno de juego, pero no sabían el porqué del apodo. Sin embargo, no tuvo que esperar muchos días para darse cuenta de las locuras, pues de inmediato tomó confianza y comenzó a hacer bromas, como esconder los zapatos a sus compañeros.

“Nos dimos cuenta muy rápido del porqué del apodo y comenzó a hacer de las suyas en el vestidor. Luego, luego, encajó muy bien en el grupo y la verdad es que se ganó el respeto dentro del vestidor, que era lo más importante, con su extravagante forma de ser que lo ha caracterizado, pero siempre era muy divertido estar con el ‘Loco’”, recuerda Leaño en entrevista para ESPN.

“Algo muy marcado fue cuando nos raparon a todos, porque traía de moda andar rapado. De ahí convenció al ‘Bofo’, a casi todos los jugadores y los que no queríamos, también terminamos rapados porque era la manera de mantener unido al grupo y nos tenía así”.

“Cada día era tener que convencer a uno, entre todos los jugadores nos agarraban en el vestidor, nos amarraban y pasaban la maquinita. A mí sí me tocó que me tuvieran que forzar a la rapada, a mí no me gustaba esa parte, pero eso es una de las historias que nos quedamos”.

Leaño veía, día tras día, cómo aparecían cada vez más jugadores rapados, sin entender la forma que el uruguayo usaba para convencerlos y los que no eran forzados e incluso hasta fueron amarrados para pasarles la máquina.

“No sé cómo les hablaba al oído, pero hubo dos o cuatro jugadores que, a la primera, dale. El ‘Bofo’ era uno de ellos, se llevaba muy bien con ‘Loco’ y de ahí empezó su modita de andar rapado. La gran mayoría éramos a empujones, a apretones y a amarradas porque no nos queríamos dejar rapar como para parecernos a él”.

‘Cheto’ Leaño recuerda a Abreu, además de ser una persona agradable en la convivencia, como un futbolista altamente competitivo, que no le gustaba perder ni en los entrenamientos.

El ‘Loco’ consiguió el título de goleo con Tecos en el Verano 2000, su último torneo en la primera etapa que tuvo con los tapatíos. Para el Clausura 2004, luego de pasar por Cruz Azul y América, volvió a con los Tecolotes, pero ahora el momento era diferente, pues estaba destinado a pelear el descenso.

A pesar del riesgo de perder la categoría, Abreu sacó una de sus locuras más recordadas en México. En la Jornada 14 ejecutó un penal a lo ‘Panenka’, como solía cobrarlos. Hernán Cristante se quedó parado y con el pecho detuvo el disparo del uruguayo.

“Fue pesado porque estábamos viviendo un torneo de descenso. Yo el partido anterior había salido fracturado ante Tigres, entonces estaba en el palco, en muletas viendo el partido y cuando veo eso, quiero reventar la muleta en el palco. Si lo hubiera metido todos hubiéramos corrido a celebrar con él, pero son cosas del futbol que tienes que entender y por más calentura que te pueda causar o por más malestar que pueda causarte, es pasajero. Hubo roce, calentura, pero lo tuvimos que dejar pasar porque sabíamos lo que venía”.

“Nos volvimos locos, pero era algo característico del ‘Loco’ porque así era él, si a él le tocaba tirar el penal, lo iba a tirar así, entonces era entender y aceptar la forma en el que él jugaba, en el que él trabajaba”.

San Luis fue el equipo que descendió en aquel Clausura 2004. A 17 años de que el ‘Loco’ pasó por Tecos, sus goles aún son recordados por los aficionados, incluso en un grupo de WhatsApp que tienen los integrantes de ese equipo suelen mandar las anotaciones del uruguayo, que luego de 31 clubes y a sus 44 años, puso fin a su carrera como futbolista.