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La larga espera del Inter Miami para disputar su primer partido como local se prolonga aún más

Max Ramos-Páez, aficionado del Inter Miami, cantaba y alentaba al ver que finalmente su sueño de varios años se hacía realidad, durante la cálida noche del 10 de marzo: "Conquistaremos la MLS/Nunca vamos a parar/Desde Vancouver hasta Orlando/Lo ganaremos todo/Por Beckham y Mas/Jamás nos vamos a alejar/Somos los verdaderos hinchas/Y venimos de M-I-A".

Ramos-Páez y sus compañeros miembros de "The Siege", una barra de seguidores del Inter Miami FC, se unieron a otros 3,000 abonados en el Inter Miami CF Stadium (cancha local provisional del equipo y complejo de entrenamientos permanente, ubicado en Fort Lauderdale) para presenciar la primera práctica pública del plantel. Los aficionados tuvieron la oportunidad de ver a los jugadores designados Rodolfo Pizarro, Matias Pellegrini y al resto de los futbolistas uniformados con los colores blanco y negro del equipo, mientras efectuaban diversas rutinas, escaramuzas y remates contra el portero Luis Robles. Las luces del estadio brillaban en dirección al nublado cielo. Las banderas del Inter volaron y los aficionados vistieron con orgullo sus camisetas réplica, y varias franelas con la frase "Nuestra Sangre es Color Rosa". Finalmente, había llegado el fútbol al Sur de la Florida y en cuestión de cuatro días, el Inter escenificaría el primer partido de su historia en condición de anfitrión, enfrentándose al Los Angeles Galaxy. "Juntos, podemos lograr lo que sea", expresó Diego Alonso, director técnico del Inter, a través del micrófono, en un breve discurso con frases en inglés y español.

Sin embargo, todo cambió en menos de 24 horas... y la declaración de Alonso fue puesta a prueba. Rudy Gobert, pívot del Utah Jazz, dio positivo en una prueba de despistaje del coronavirus y la NBA suspendió su temporada por tiempo indefinido. Al día siguiente, la MLS hizo lo propio, mientras todo el mundo del deporte entraba en receso forzado. Más de dos meses después, la MLS mantiene la suspensión de sus partidos. El sueño de Ramos-Páez (y el de tantos otros) sigue siendo una ilusión. No existe un cronograma definido para que el Inter Miami pueda disputar un encuentro con aficionados en las tribunas. Es una imagen nubosa en la soleada Florida, pero sólo existe una certeza: La espera, que ya ha sido bastante larga, continúa.

Entre los hinchas del Inter, existe una sensación de desconcierto al sentirse tan pero tan cerca de celebrar su partido inaugural en condición de local, para luego verse arrebatados de ello. Ramos-Páez, quien asistió a la presentación oficial de la franquicia en 2014, había pasado los últimos seis años organizando incontables reuniones de barras e invirtiendo miles de horas preparándose para la llegada oficial del equipo.

"Pues hombre, que te cuento", afirma Ramos-Páez. "Las cosas que hemos vivido para conseguir este club. Las cosas que hemos visto, escuchado, con las que hemos lidiado. Que una causa de fuerza mayor fuera lo último que se interpusiera en nuestro camino, fue realmente perfecto. Casi poético. Es shakesperiano".

El largo camino hasta el debut, actualmente pospuesto, comenzó en 2007 cuando David Beckham, propietario e imagen del equipo, firmó con el Galaxy un contrato que le dio la opción de adquirir una franquicia tras su retiro. Desde entonces, se han producido múltiples altibajos: la incorporación de adinerados copropietarios, incluyendo a los hermanos Jorge y José Mas, dueños de la firma de infraestructura MasTec y al jefe ejecutivo y fundador de la empresa japonesa de telecomunicaciones SoftBank Masayoshi Son; quienes adquirieron sus acciones al productor discográfico súper estrella Simon Fuller (mánager del grupo Spice Girls y creador del programa televisivo American Idol); aparte de los múltiples y frustrados intentos de hacerse con un estadio. A pesar de todo, el Inter Miami se impuso a los obstáculos.

El equipo disputó dos encuentros en condición de visitante. Ambos partidos terminaron en derrotas para el club floridano, antes de que la MLS suspendiera su temporada. Si bien el Inter Miami se encuentra cerca de retornar a la competición (se ha hablado sobre la posibilidad de jugar un minitorneo para toda la liga en Orlando a partir de junio o julio), parece poco probable que el Inter Miami CF Stadium pueda servir de sede de un encuentro con la presencia de hinchas durante la presente campaña.

No contar con aficionados presentes en las tribunas representaría un apocalipsis financiero para una liga (y un club) que depende de las ventas de boletos para generar ingresos. Walter Franco, gerente senior de la firma de consultoría deportiva Victus Advisors LLC, estima que el Inter Miami perderá aproximadamente $20 millones en ganancias por concepto de boletería, ante la ausencia obligada de los aficionados. Dichas pérdidas podrían extenderse hasta 2021 si el dinero cancelado por concepto de abonos para este año es reconocido para el venidero año. El jefe de operaciones y director deportivo del Inter Paul McDonough afirmó que el club aún no ha tomado una decisión con respecto a los abonos.

Adicionalmente, Franco también menciona pérdidas financieras en lo que respecta a concesiones y ventas de mercancía, que llegarían a sumar una cifra inferior a $10 millones; así como el descenso en ganancias por concepto de derechos de televisión local y patrocinios, aparte del impacto causado al contrato de derechos televisivos de la MLS a nivel nacional. Asimismo, el rumorado convenio de patrocinio con la aerolínea Qatar Airways, que estaría valorado en $234 millones, se encuentra en vilo; al igual que prácticamente todos los pactos de patrocinio y distintas oportunidades de negocios, según indica McDonough. Si el Inter Miami y la MLS vuelven a la acción durante este 2020, no se concretará una buena porción de los ingresos que tenían previstos. Los propietarios del Inter habrían planificado formas de compensar algunas pérdidas que naturalmente se producen durante los primeros años de vida de una franquicia; ahora, tendrán que buscar cómo cubrir mermas económicas aún mayores.

A pesar del traspiés, el Inter se encuentra en una posición financiera más fortalecida, en comparación con otras franquicias de expansiones recientes de la MLS. Una causa son los menores costos de inicio de apariciones. Gracias a las estipulaciones del contrato de Beckham, el astro inglés y sus socios apenas invirtieron $25 millones para formar parte de la liga, la sexta parte de lo pagado por los dueños del Nashville SC, otro debutante de la MLS en 2020 y una fracción de los $325 millones que le habría costado al propietario de los Carolina Panthers hacerse con los derechos de fundar una franquicia, según varios informes periodísticos.

Ser dueño de un equipo de la MLS siempre representa una apuesta a futuro. El valor promedio de las distintas franquicias se sigue catapultando: han aumentado un 30%, hasta alcanzar $313 millones entre 2018 y 2019, un incremento de casi 100% en comparación con las cifras de 2015, según la revista Forbes, especializada en temas económicos. Beckham & compañía entienden que cuentan con un activo que se encuentra ganando valor. Si bien una pérdida que ronda los $20 millones es sustancial, no representa un peligro de muerte para la franquicia a largo plazo. McDonough indicó que no se han producido recortes salariales en los cargos gerenciales. Sin embargo, se ha informado que la MLS está solicitando una reducción del 10% en el sueldo de los jugadores, entre otras concesiones. Aún no se ha llegado a un acuerdo al respecto. El equipo, junto con al menos 10 otros clubes de la MLS, solicitaron un préstamo al Programa de Protección Salarial (creado por la Administración de Pequeñas Empresas del Gobierno Federal de Estados Unidos para incentivar a los pequeños negocios a mantener a sus empleados en nómina); sin embargo, el jefe de operaciones afirmó que no habían decidido aún si aceptar dichos fondos. (Una fuente indicó que el club rechazó dicho préstamo).

Los primeros años del proyecto Inter siempre iban a ser austeros, de acuerdo con los planes del equipo. La situación del estadio en Fort Lauderdale representa una solución temporal. La solución permanente, el Miami Freedom Park, es un proyecto valorado en mil millones de dólares, conformado por un estadio con capacidad para 25,000 personas, un hotel y un complejo de oficinas. Se estima que el complejo estará terminado para 2022. "Si la situación se recupera a tiempo, desde la perspectiva económica global, justo cuando el equipo pueda ocupar su nuevo estadio, no se habrían perdido ese periodo de luna de miel", dijo Franco. "Una vez que las cosas se normalicen y su nuevo estadio despegue, podrán acelerar su ritmo".

El sábado 14 de marzo, fecha en la cual estaba prevista celebrar ese primer partido en condición de local, David Beckham no podía alejarse del estadio. Mientras sonaban las canciones de las Spice Girls en el sistema de sonido de la arena, le dio un tour del complejo a su esposa Victoria y los hijos de la pareja: Brooklyn, Romeo, Cruz y Harper.

"Son momentos como estos cuando se nos recuerdan cuales son las cosas realmente importantes de la vida", escribió Beckham en una publicación en Instagram. "Nuestra salud, nuestros seres queridos, y cuidar de aquellos que necesitan apoyo en nuestras comunidades. En momentos como estos, el deporte ocupa un lugar secundario. Todos debemos escuchar los consejos de los expertos y hacer lo correcto. Manténganse a salvo y cuiden de ustedes mismos y sus familiares".

Eventualmente, el fútbol volverá al Inter Miami CF Stadium. El 6 de mayo, los jugadores volvieron a los entrenamientos individuales. Posteriormente, se celebrarán los partidos y, por último, volverán los hinchas. "Cuando eso finalmente ocurra, será un día asombroso", expresó Luis Robles, capitán del club, a ESPN FC durante una entrevista telefónica. "Será un día que valdrá la pena celebrar. Un día que pasará a la historia del Sur de la Florida".

En lo que respecta a Ramos-Páez y el resto de la barra "The Siege", el aficionado indica que el alargue de la espera solo hará que ese primer partido en casa sea más especial. "El equipo contra el que nos toque jugar ese primer partido...", afirmó. "Que Dios los ayude, porque esa multitud será increíble".