Con bastante sufrimiento, Fluminense logró imponerse por 2-0 ante el campeón africano, Al-Ahly, y avanzó a la final del Mundial de Clubes donde espera por lo que ocurra entre el Manchester City y el Urawa Red Diamonds japonés.
El equipo de Diniz padeció el partido ante los egipcios, muy replegado e incluso sin garantizar solidez defensiva, y aprovechó la poca efectividad en ofensiva y las salvadas de su arquero Fábio.
Pero el encuentro se rompió gracias a una genialidad de Marcelo, que se filtró en el área con caño incluido y recibió la falta de Mohamed Abdelmonem, para que el colombiano Jhon Arias abriera el marcador desde el punto del penal.
Con el equipo egipcio jugado en ofensiva, un robo de Cano en la salida le permitió asistir a John Kennedy, que enganchó para adentro y selló el 2-0 con un zurdazo lejos del alcance del arquero Mohamed El-Shenawy.
Con el resultado, el Flu jugará por primera vez una final intercontinental, aunque aún resta conocer a su rival, que se definirá este martes.