El brasileño explica el altercado que tuvo al finalizar el partido por el título ante Manchester City.
La goleada del Manchester City al Fluminense (4-0) en la final del Mundial de Clubes acabó con empujones entre los jugadores. Felipe Melo estuvo a punto de llegar a las manos con Kyle Walker.
Tras el partido, el centrocampista explicó lo sucedido en la zona mixta.
"Ya he hablado aquí. Perdón por las palabras fuertes, pero ya estoy viendo a muchos diciendo muchas tonterías, como si fuera contra Grêmio, que yo empecé un alboroto. Yo no empecé ningún lío, simplemente defendí a Martinelli. Ese tal Grealish es una falta de respeto. Es un gran jugador, juega en una selección nacional, pero es irrespetuoso y empezó a gritar 'olé' al final. Todos nuestros jugadores se enfadaron, por supuesto, y cuando terminó el partido Grealish eligió a un jugador menos importante, eligió a Martinelli. Y cuando vio venir a Felipe Melo empezó a hacerse la víctima", dijo Melo.
"Hemos tenido grandes partidos esta temporada. Ganamos 10-0 en la Copa Sudamericana el año pasado y siempre les hemos respetado. Vencimos a nuestro mayor rival por 4-1 y siempre lo respetamos. Vencimos a uno de los clubes más grandes del mundo, River Plate, por 5-1, y siempre lo hemos respetado. Ganamos la final con Boca Juniors y siempre los hemos respetado. Así que lo mínimo que hay que hacer es respetarlos. Si de repente es una mala influencia hacer lo que hice para defender a mis compañeros y a la institución, lo haré siempre. Nadie le va a faltar el respeto a la institución para la que trabajo, nadie le va a faltar el respeto a mis jugadores y nadie va a cacarear a mis jugadores", explicó.
¿Cómo empezó el altercado?
El origen de la bronca fue una jugada en el minuto 44, poco después del cuarto gol de Phil Foden para los ingleses. Jack Grealish recibió el balón en la banda izquierda y, tras pasar el esférico, fue golpeado por Martinelli.
El brasileño dejó su cuerpo sobre el inglés después de que éste se deshiciera del balón. Tras el pitido final, Grealish fue a placar a Martinelli, y Felipe Melo apareció rápidamente para defender a su compañero.
Lo mismo ocurrió con Walker, que se colocó delante de Felipe, y ambos se empujaron. Grealish estaba detrás del capitán del City y siguió encarándose con el defensa del Fluminense.
Un miembro del cuerpo técnico del City también intentó calmar a Grealish y apartarlo de su camino, y la confusión se disolvió sobre el terreno de juego.
Tras los empujones, Felipe Melo charló amigablemente con Guardiola y acudió con sus compañeros a la ceremonia de entrega de medallas y trofeos.