Aunque llegó con opción de repechaje a la última fecha, Colombia llora otra eliminación al Mundial. La base del equipo que devolvió credibilidad y optimismo empieza a despedirse de la Selección.
La tristeza será más profunda en varios jugadores. Lo saben y eso demorará el duelo. No fue en Qatar, fue en Puerto Ordaz. Sin el apoyo de los hinchas propios, ni los aplausos de reconocimiento por tanto.
Esta derrota se asoma como un fin de ciclo para los referentes de Brasil 2014 y Rusia 2018. La próxima competencia oficial no volverá antes de año y medio, el Mundial post Qatar, está lejos.
A Juan Guillermo Cuadrado, Falcao García, James Rodríguez, David Ospina, el agradecimiento anticipado por su compromiso y respeto por la camiseta. Falta demasiado tiempo para sanar las heridas de esta derrota.
Fue lindo mientras duró. Con fútbol, alegría y amor propio esta generación le devolvió a Colombia un sentido de pertenencia futbolístico extraviado. Unió al país en su idea de juego valiente, sin complejos.
En esta Eliminatoria le faltó liderazgo, convicción y más coraje para remontar. Además, hubo bajones de rendimiento individuales inesperados. Los desafíos por venir reclaman nuevos nombres.
Están Álvaro Montero, Iván Arboleda, Daniel Muñoz, Yairo Moreno, Carlos Cuesta, John Lucumí, Yaser Asprilla, Luis Sinisterra, Luis Díaz…y muchos más que aparecerán en el camino al 2026.
Esta generación merecía su tercer Mundial. Igual, entró en la historia.