Tres goles en octavos de final contra PSG; un triplete en la ida y el gol de la clasificación en la vuelta contra Chelsea en cuartos de final; un doblete en Inglaterra y el tanto del pasaje a la final en semis contra Manchester City. La campaña de Karim Benzema en la pasada UEFA Champions League le otorgó el Balón de Oro y también una posibilidad histórica: la de romper un maleficio de más de sesenta años de antigüedad. Pero la "Maldición del Balón de Oro" fue más fuerte. Una lesión deja al artillero francés sin Mundial y se mantiene la tradición: los ganadores de este galardón no son campeones del mundo.
Benzema es paciente. Llegó a Real Madrid en 2009, al mismo tiempo que Cristiano Ronaldo. Aunque se ganó un lugar de importancia en el equipo, vivió a la sombra del astro portugués durante una década. Cuando llegó su momento, lo aprovechó y se subió con naturalidad al trono de uno de los clubes más grandes del planeta. Tan bien jugó que la salida de CR7 no se notó en términos de resultados, porque con el francés como líder volvió a ganar la Champions y también se coronó en la Liga.
Benzema es resiliente. En diciembre de 2015, cuando tenía 28 años y estaba en su mejor momento, fue apartado de la Selección de Francia por la acusación de chantaje a su compañero Mathieu Valbuena. Estuvo fuera del equipo nacional durante seis años y no pudo formar parte del plantel campeón en Rusia 2018. Volvió el año pasado, justo antes de la Euro. La Copa del Mundo de Qatar 2022 era y es su máximo objetivo. Además del Balón de Oro ya conseguido.
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— Karim Benzema (@Benzema) October 18, 2022
LA HISTORIA DE UNA MALDICIÓN
Todo comenzó en el Mundial 1958. El argentino-español Alfredo Di Stéfano venía de ganar el segundo Balón de Oro de la historia tras la conquista inaugural del inglés Stanley Matthews, pero ni siquiera puso disputar el campeonato en Suecia. Tras defender la camiseta de Argentina durante la primera parte de su carrera, en 1956 hizo su debut en el seleccionado de España, que falló en su intento de clasificar ante Escocia y Suiza. El Balón de plata, el inglés Billy Wright sufrió la eliminación en primera fase de Inglaterra, mientras que el Balón de bronce, su compatriota Duncan Edwards, falleció en la tragedia de Munich de 1958.
En 1961 Omar Sívori fue la gran figura de la Juventus que ganó el Scudetto y gracias a eso se quedó con el máximo premio. En la Copa de Chile 1962, el argentino defendió los colores de Italia, que fue sorprendida por los locales y se despidió en la fase de grupos. El español Luis Suárez, Balón de Plata, tampoco pudo superar la primera ronda, mientras que el ganador del bronce, el inglés Johnny Haynes se tuvo que conformar con llegar a cuartos de final.
El ídolo de Benfica Eusebio fue el primero que estuvo cerca de ser campeón en 1966. De su mano, Portugal llegó a semifinales del Mundial disputado en Inglaterra y, aunque perdió frente al conjunto anfitrión, la Pantera de Mozambique se coronó como máximo goleador con nueve gritos. El italiano Giacinto Facchetti (plata) y el español Luis Suárez (bronce) no pasaron la ronda inicial.
En 1970 el mundo fue brasileño, pero el Balón de Oro aún era propiedad exclusiva de los europeos y, en 1969, más precisamente de los italianos. Gianni Rivera se quedó con el premio mayor tras brillar en Milan, mientras que su compatriota Luigi Riva ganó el de plata. Ambos participaron de la Selección italiana que perdió la final ante Pelé y sus amigos. El bronce fue para el alemán Gerd Müller, máximo artillero de México 1970 con diez goles.
El Mundial de Alemania Federal 1974 es el que mejor explica esta maldición. Johan Cruyff llegó al torneo como el indiscutido mejor jugador del mundo y así lo terminó. Sin embargo, no pudo coronar el mejor año de su vida con el título más importante. El holandés sufrió la derrota en la final ante el equipo de Franz Beckenbauer, quien había sido Balón de Bronce en 1973. Por su parte, el dueño de la plata, Dino Zoff, quedó eliminado en primera fase con la casaca de Italia.
El danés Allan Simonsen es uno de los ganadores del Balón de Oro menos conocidos. Era la figura del Borussia Mönchengladbach que brilló en la Copa de la UEFA de 1977 y por eso se quedó con el galardón. Su Selección ni siquiera estuvo cerca de clasificar para el Mundial de Argentina, donde tampoco estuvo Kevin Keegan (plata), estrella de un combinado inglés que tampoco logró el pasaje. Sí jugó en la Copa 1978 un joven Michel Platini, el Balón de Bronce 1977.
Karl-Heinz Rummenigge obtuvo el premio en 1980 y 1981, año en el que los tres primeros lugares de la votación fueron para alemanes. En 1982 el delantero de Bayern Munich jugó la final de la Copa del Mundo, pero sufrió frente a la Italia de Paolo Rossi. Su compatriota Paul Breitner (plata) también estuvo en el campeonato disputado en Alemania, mientras que Bernd Schuster (bronce) no jugó por diferencias con el cuerpo técnico y la dirigencia.
Antes del Mundial de México 1986 no estaba claro quién era mejor, si Michel Platini o Diego Maradona. El francés había ganado los tres Balones de Oro anteriores, pero el argentino ya había demostrado que con un equipo mucho menor podía darle pelea en la poderosa Serie A. En la Copa del Mundo terminó de confirmarlo y nadie volvió a calificar a esta rivalidad como equilibrada. Preben Elkjær (plata) fue uno de los líderes de la Dinamarca que asombró en la fase de grupos pero quedó eliminada en octavos de final. Bernd Schuster (bronce) no jugó el certamen.
Marco Van Basten llegó a Italia 1990 con la expectativa de confirmar en un Mundial lo hecho los años anteriores con la camiseta de Milan. Sin embargo, su Holanda no pudo superar a Alemania Federal en octavos de final y él se retiró sin convertir. El italiano Franco Baresi (plata) se tuvo que conformar con el tercer puesto en casa, mientras que el también holandés Frank RijkaaErd (bronce) se fue tan triste como su compatriota.
La Copa del Mundo de Estados Unidos 1994 es recordada como una de las que peor juego mostró. Roberto Baggio llegó como el gran jugador europeo, pero más allá de haber alcanzado la final, su último recuerdo en este torneo es el penal fallado de forma tétrica frente a Brasil. El holandés Dennis Bergkamp (plata) se despidió en cuartos de final y el francés Eric Cantoná (bronce) ni lo jugó.
En 1995 se incluyó por primera vez a los futbolistas de otros continentes en la votación y dos años más tarde el joven Ronaldo Nazario ganó el premio. En el Mundial de Francia 1998, el brasileño fue importante en el camino hacia la final, pero sufrió un colapso nervioso momentos antes del partido ante el local y fue una sombra en Saint Denis. Zinedine Zidane, que había ganado el Balón de bronce en 1997, fue el primero en terminar entre los tres mejores del mundo y al año siguiente ganar el Mundial. Predrag Mijatović, ganador de la plata, llegó hasta octavos con la casaca de Yugoslavia.
Pocos recuerdan que en 2001 Michael Owen fue el ganador del Balón de Oro. El atacante de Liverpool no pudo trasladar su nivel a la Copa del Mundo de Corea y Japón, en la que Inglaterra se despidió en cuartos de final. La misma suerte corrió el español Raúl (plata), mientras que Oliver Kahn (bronce) fue subcampeón con Alemania y elegido como el mejor jugador del campeonato, más allá de sus increíbles errores en la final contra Brasil.
Ronaldinho brilló en 2005 y fue la estrella del Barcelona campeón de todo. Pero en el Mundial de Alemania estuvo lejos de su nivel como todo Brasil y se despidió en cuartos de final tras caer contra la Francia de Zidane. Los ingleses Frank Lampard (plata) y Steven Gerrard (bronce) tuvieron el mismo techo.
El primer año de la era Messi-Cristiano Ronaldo fue 2008, con la coronación del portugués. En 2009 el ganador fue Lionel Messi, quien repitió en 2010, 2011 y 2012. Leo llegó a la Copa del Mundo de Sudáfrica en su mejor momento, aunque sumó su segunda gran frustración con la camiseta de Argentina y quedó eliminado en cuartos de final. CR7 (plata) no pasó los octavos de final, mientras que Xavi Hernández (bronce) se consagró campeón con España.
Cristiano ganó su tercer Balón de Oro en 2014, año en el que lideró a Real Madrid en la conquista de la UEFA Champions League. En el Mundial de Brasil su Portugal ni siquiera pudo superar la primera fase. Messi (plata) se quedó en la puerta tras perder la final contra Alemania. Franck Ribéry (bronce) no pudo jugar el campeonato por una lesión. En 2018 repitió CR7 y su camino en Rusia finalizó en octavos de final. Messi y Neymar completaron el podio y ni siquiera llegaron a semis.
Con el cambio de fecha de la Copa del Mundo y también de la entrega del premio, por primera vez habrá menos de un mes entre la coronación y el comienzo del máximo torneo. No obstante, por el desgarro que sufrió en el cuádriceps izquierdo a escasas horas del comienzo de la cita mundialista, Benzema no podrá agregar una hazaña más a su historial ni romper la maldición.