AL SHAHANIYA, Qatar -- El mediocampista de la selección de Portugal Bernardo Silva hacía sus mejores esfuerzos para decir todas las frases apropiadas. Durante la primera rueda de prensa del seleccionado luso desde su llegada a Qatar, y frente a una carpa para los medios a casa llena en el Club Deportivo Al Shahaniya, la figura del Manchester City se vio obligado a insistir más de una vez que las consecuencias de la explosiva entrevista concedida por Cristiano Ronaldo al periodista Piers Morgan, que llevó a la rescisión "de mutuo acuerdo" de su contrato con el Manchester United, no está causando distracciones al plantel en la previa de su campaña mundialista. Eventualmente, la máscara se cayó.
"No entiendo tu insistencia sobre este tema, porque no hay nada", indicó Silva, usando la expresión de un hombre que se había fastidiado de la pregunta desde hace largo tiempo. "Es una lástima que estemos hablando de esta situación con Cristiano, cuando tenemos que jugar un Mundial".
Mismo caso de Ruben Neves cuando declaró al día siguiente. El volante del Wolverhampton Wanderers se limitó a expresar su opinión de que Cristiano se encuentra en "una forma fenomenal".
El interés alrededor del delantero de 37 años ha sido tal que cuando Silva llegó a declarar, cerca de 50 equipos de camarógrafos (todos empujando y codeando en un intento por acceder) debieron quedarse fuera. Es tradición que los capitanes comparezcan ante la prensa en conferencias prepartido, escenificadas 24 horas antes del pitazo inicial. No obstante, Portugal decidió colar a Cristiano a primeras horas de la mañana del lunes, sin informárselo a los medios acreditados en Qatar, en un esfuerzo por evitar parte del asedio mediático.
Fue revelador ver que, en una de sus primeras declaraciones, el artillero hizo una petición a los periodistas para que dejaran de preguntar a sus compañeros sobre la entrevista y el furor que ésta causó. "Por favor, no les pregunten a los jugadores por mí, pregúntenles por el Mundial", expresó. "Yo hablo cuando quiero".
Sin embargo, ese es precisamente el gran problema.
Varias fuentes indican a ESPN que, entre muchos otros problemas causados por la entrevista con Morgan, el United estaba furioso por la ocasión en la que se concedieron dichas declaraciones, porque los primeros adelantos se publicaron en las horas posteriores a su dramática victoria 2-1 sobre el Fulham, con el primer gol de Alejandro Garnacho en la Premier League. Asimismo, varias fuentes vinculadas al seleccionado portugués han afirmado que la decisión de su gran figura de hablar poco antes de su concentración en Lisboa causó cierta molestia, aunque existe la aceptación de que, luego de sumar 191 apariciones con su combinado nacional, "él hace lo que quiere".
Si bien eso puede ser cierto fuera de la cancha, la actitud sobre su influencia en la cancha está cambiando. Varias fuentes han informado a ESPN que Cristiano se apresta a asumir la titularidad en el debut de Portugal en el Grupo H este jueves contra Ghana, pero el seleccionador Fernando Santos ya comienza a considerar la posibilidad de dejarlo en la banca para su segundo compromiso, disputado cuatro días después contra Uruguay. Santos sigue creyendo que Cristiano es el mejor jugador de Portugal "en el área"; sin embargo, considerando que él espera que el encuentro contra Uruguay se defina entre ambas áreas. Por ello, Santos acaricia otras opciones.
En el pasado era casi impensable que Cristiano, titular en apenas cuatro encuentros de Premier League con el United esta temporada antes de su apresurada salida, podría ser suplente en un partido de una competición importante. Se ha llegado al extremo de que Santos se ha visto obligado a responder preguntas en sus ruedas de prensa sobre si se siente "forzado" a ubicar a Cristiano en el Xi titular o si es Cristiano quien elige la nómina.
El veterano seleccionador de Portugal, a cargo del plantel desde 2014, insiste en que mantiene una "excelente relación" con su gran figura. Sin embargo, dejar a Cristiano en la banca enviaría un mensaje contundente de que Santos elige lo que cree es mejor para el equipo, en vez de sucumbir ante las exigencias de cualquier individuo. Al menos, se terminaron aquellos días en los que se veía al seleccionado luso como "Cristiano más 10".
Sin embargo, lo que no ha cambiado es la popularidad de Cristiano. Su imagen es constantemente proyectada sobre los edificios del centro de Doha, y su rostro engalana pancartas publicitarias en toda la red ferroviaria de la ciudad, en un intento por promover la plataforma de streaming oficial del Mundial. En la fecha del debut de Qatar ante Ecuador, un lugareño se sentó a la mesa de una cafetería local, diciéndole a su amigo que estaba desesperado por adquirir dos boletos mientras el Mundial se escenificaba en su terruño: "uno para ver a Lionel Messi, el otro para ver a Cristiano".
La desesperación por ver a Cristiano, aunque sea de lejos, motivó a cerca de 300 personas a cruzar el trayecto de 30 minutos desde el centro de Doha hasta el Hotel Al Samriya Autograph Collection en la noche del viernes, para así presenciar la llegada del seleccionado portugués. El autobús del equipo llegó a medianoche, pero el fervor con el que fue recibido el plantel luso era evidencia más que suficiente de que la multitud creyó que el largo viaje y desvelo valieron la pena.
Cristiano ha roto un récord durante su permanencia en Qatar, convirtiéndose en el primer individuo en superar los 500 millones de seguidores en Instagram. Su atractivo fuera de la cancha es indudable; no obstante, por primera vez llega a un Mundial rodeado de incógnitas (dentro y fuera de Portugal) sobre el efecto que causa en su selección y si éste es positivo o negativo. En un marcado contraste, el combinado de Argentina no tiene que pasar por un dilema similar sobre si poner a jugar a Messi o no, a pesar del batacazo sufrido ante Arabia Saudita, cayendo 2-1 en su debut.
Cristiano, que usualmente es optimista sobre su futuro, expresó este lunes que se sentiría "sorprendido" si, a su edad, aún le queda algo por demostrar. Pero un Mundial mediocre para él (y que probablemente sería su último), sumará argumentos a la sensación de que quizás, a estas alturas de su carrera, no vale la pena soportar el circo que lo rodea. Luego de más de una semana de titulares extra cancha, es hora de que su fútbol hable por él.