Otra vez el VAR. Otra vez la polémica. La Selección Argentina, que sufrió la anulación de tres goles en la derrota ante Arabia Saudita en el debut por offside, en el Mundial de Qatar 2022, ahora contó con la colaboración del sistema de revisión de imágenes en el tercer partido, que le ganó 2-0 a Polonia, en el cierre del Grupo C.
Julián Álvarez, que ingresó como titular en reemplazo de Lautaro Martínez, pateó y el arquero rival, Wojciech Szczesny, le tapó el disparo. Enseguida, el delantero argentino lanzó un centro y sin querer el guardavallas intentó despejar la pelota y le dio en la cara a Lionel Messi. El árbitro, el neerlandés Danny Makkelie, decretó el penal para el conjunto dirigido por Lionel Scaloni, a los 37 minutos del primer tiempo.
La intención de Szczesny fue sacar el balón del área, ante el intento de Messi de cabecear al arco. Ni bien el arquero le dio el golpe a la figura de Argentina, varios jugadores de la Albiceleste fueron a reclamarle que revisaran la jugada a través del VAR.
El juez fue a corroborar la acción y determinó el penal. El numeroso público argentino comenzó a festejar y a gritar, pero la alegría duró muy poco, ya que Messi pateó la pena máxima, desde los 12 pasos, y el arquero polaco se tiró a su izquierda y le atajó el disparo.
Y llegó, finalmente, la decepción de todos los argentinos, en el estadio y en todo el país. En la cancha, se vio el lamento de toda la familia Messi, de su esposa, sus hijos, padres y hermanos. Todos querían abrir el marcador y se pensó que la mejor chance era mediante ese disparo desde el punto del penal.
Más tarde, ya en el segundo período, llegaron los goles de Alexis Mac Allister y Julián Álvarez y el equipo de Scaloni disfrutó un triunfo clave para sacar boleto a octavos de final. Su próxima cita será el sábado, frente a Australia. Si vuelve a ganar, le tocará en cuartos contra Países Bajos o Estados Unidos.