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Banderas en tu corazón: historias de vida y de pasión mundialista

Las banderas presentes en el estadio 974 Getty Images

“Yo quiero a mi bandera” dice una canción de Luca Prodan en Sumo, que fue (y es) cantada por todo el rock argentino. Para un seguidor, esa bandera es una extensión de su cuerpo y se cuida como el tesoro más preciado en cada cancha recorrida. Miles de ellas dijeron presente en la previa y durante el partido clave de Argentina ante Polonia en el famoso y singulgar estadio 974 (“el de los contenedores”), por la tercera fecha el grupo C de la Copa del Mundo de Qatar 2022. Pero… ¿cuál es el sentido real (y los riesgos) de viajar tantos kilómetros con una responsabilidad tan grande? Lo explican los propios protagonistas, con algunas historias que van más allá de la pasión.

UNIVERSO PARA LEO (13.688 kilómetros)
Sí, no es la famosa canción que hoy suena en todas partes del mundo gracias a La Konga. Es la bandera de Ricardo, un jujeño de 42 años fanático de Gimnasia y Esgrima, que fue protagonista en la previa popular de la clasificación de Argentina a los octavos de final. ¿Protagonista? Tanto así que los hinchas hacían fila para sacarse una foto con ella y la Copa del Mundo gigante que completa la escenografía del 974. Él no tuvo ningún problema en esperar y disfrutar del momento, mientras desconocidos compartían por Instagram las fotos de su telón desde Doha. Incluso tuvo que actuar de fotógrafo…

Viajó solo (este es su tercer Mundial) y se encontró en Qatar con varios amigos. Ojo, tiene pasaje de vuelta recién para el 20, lo que demuestra su confianza total en el equipo. Hizo el intento de venir con su familia, pero le fue imposible… “Me duele mucho no estar con ellos”, comentó mientras mostraba su espectacular tatuaje de Leo Messi besando la Copa América en el Maracaná. Hasta tuvo que vender el auto para alentar a la Selección de Scaloni en la Copa del Mundo. Soportó más de 39 largas horas de viaje (entre Francia, Egipto y demás) para llegar al Mundial. También dejó en claro que, en la edición del 2026, espera estar “Como sea…”.

Como anécdota, pudo disfrutar de ver a Ciro en vivo, pero a la fuerza abandonó el recital en pleno momento de algarabía. ¿Para qué? Para recuperar la bandera, que había sido secuestrada por la seguridad del lugar debido a que obstruía el ingreso de la gente en la entrada. “Era la bandera o el recital” y ni lo dudó. Sí, la bandera vale más… Siempre.

LIONEL, ESTA COPA TE LA MERECÉS (13.754 kilómetros)
Un tema de cancha hecho bandera. Pablo, tucumano de 35 años, eligió ese concepto para ilustrar su trapo. Es fanático a full de Boca Juniors y cuando un amigo le hizo el diseño no lo dudó: manos a la obra y sueño hecho realidad. “Encontré aéreos baratos de un día para el otro, fue una locura” explicó con el 974 de fondo a la espera por el show de Leo Messi y compañía. No le molestó ni un poco gastar los ahorros que tenía separados para renovar la camioneta. Juntó una gran banda (7 amigos) y voló directo a Doha. ¿Uno de los grandes problemas en casa? ¡El gato! “Mi sobrina se encarga de darle de comer, por suerte…” (risas). Tiene pasajes de vuelta para el 2, pero más allá de la Copa del Mundo ya pudo disfrutar de una recompensa por el largo viaje: vio en vivo a Ciro en Katara, a quien sigue desde la época de Los Piojos. ¿Y para mejor? En los pasillos del hotel, el famosísimo cantante argentino le firmó su bandera… que ahora vale oro y no tiene precio alguno.

MENDOZA (14.226 kilómetros)
Tres vecinos. Tres amigos. Un clásico unido… por una pasión. Estos mendocinos dejaron todo para decir presente en su tercer Mundial consecutivo. Sí, como lo dice la bandera, estuvieron en Brasil, Rusia y hoy en Qatar. Juntos. Dos hinchas de Independiente Rivadavia, uno de Gimnasia… pero la amistad y el nacionalismo puede más. ¡Y ni hablar Messi! Facundo tiene 30 años y actualmente está viviendo en Australia, por trabajo. Bruno (30) y Gary (35) son hermanos y se abrazan antes de disfrutar del duelo tan esperado entre Leo y Lewandowski. Mientras ellos disfrutan, en Mendoza quedó trabajando ¡una camioneta! para abaratar los costos del viaje (aunque eligieron uno medianamente flexible, porque viajaron con sus parejas). La bandera de su provincia significa mucho más que dar el presente en la Copa del Mundo del 2022. Es un símbolo del aguante, de la amistad y de la unión. Vecinos, amigos… y fanáticos de la Scaloneta. Más allá de los colores, más allá de la pasión.

BONUS TRACK | ¡NEPAL! (3365 kilómetros)
La bandera del país asiático es inconfundible. Única. La pasión por Argentina no entiende de fronteras. ¿Español? Cero. ¿Inglés? Casi nulo. Pero ellos hablan el idioma mundial: el de la pasión. El sur de Asia tiene su gran candidato para Qatar 2022 y en los templos más famosos de Nepal hay una bandera que siempre se ubica en el lugar más alto posible (alguna vez lo estuvo en el Everest): la bandera del fútbol, la de Lionel Andrés Messi.

Algunas con frases, otras con localidades o clubes de barrio. Rio Cuarto, Adrogué, San Miguel, Necochea, Baigorria, Grand Bourg, Azul… Todas unidas para alentar a la Selección, sin importar los colores o el fanatismo personal. ¿El verdadero motivo? Sentido de pertenencia… y una fiesta argentina que fue completa “a todo trapo”.